“Nos dejaron ser y ponernos high. C´est tout! Por eso la labor de montaje fue heróica. Todo el montaje es heroismo puro”
Ya lo habíamos presentido antes con sus primeros mediometrajes, pero el escrúpulo bañado de prudencia condescendiente nos había prevenido de emocionarnos con precipitación. Finalmente, la ópera prima de De Marius (Lima 1976) habla por sí misma. “A la conquista de tu inclusión social” nos habla de una Lima distinta, bohemia por momentos y llena de clichés de la generación del 90.
Con un guión bastante orgánico y esencial logra reproducir una deliciosa comedia autorreferencial para cualquier director que busca hacer cine y sobrellevar sus fetiches personales para encontrarse a sí mismo, y perderse a la vez. El ego nunca será un buen maestro a la hora de dirigir actores, especialmente si hablamos de Anastasia La Puente – Navarro (Lima 1980), que en Eclipse en tu cuarto (dirigida por Vivanco, 2009) y en El Despertar de la Emperatriz (de Vivanco también, 2012) ya nos había demostrado una prometedora carrera como actriz, que hoy es ya una realidad.
Las referencias al cine de autor de la Nouvelle Vague son inevitables. Diálogos existencialistas que hablan sobre la muerte y el compromiso intelectual, paisajes sincréticos entre lo urbano y lo campestre, exploraciones a San Marcos, al centro de Lima y a Larcomar. Cualquier amante de Lima la horrible, se sentirá satisfecho – o traicionado -.
El café cultural de la Lima recreada por De Marius, punto ingenuamente intermedio entre la decadencia etílica de Quilca y el Café de Fleurs du Quartier Latin podría considerarse estereotipadamente forzado, a no ser por la mediación de Lorena (La Puente) y del novel Daniel Pereda (Lima, 1988), interpretando a Marcilio, el aspirante a practicante del Poder Judicial, con cachuelos de actor de cine erótico venido a menos. La primera, con su experiencia y el segundo con su frescura, logran sostener el film a lo largo de los 58 minutos de duración.
Auspiciados por el Fondo para las Artes del Centro Cultural de Nueva Encalada y por la Universidad Alas de las Américas, la ópera prima de De Marius logra llevarnos a lugares nuevos pero que nos saben conocidos por todas las referencias políticas y artísticas que un amante de la Nueva Ola francesa conoce íntimamente. Definitivamente una película para disfrutar y pasar el tiempo… pensando.
Nota del autor.- (Todo este previo es porque finalmente se estrena el mediometraje en el que participamos todos: “Crónicas de la Panza de Burro“. Yo también. No sé qué saldrá del film… sólo que comencé a respetar la labor del montador/editor/montajista/el que te monta… el film). Todo es emoción. Que gane Perú.