«En fin, este amigo tan loco, chiflado y amante del viaje y de esta vida, se despide de ti con un sincero saludo y un fuerte abrazo. Yo no entiendo bien a los seres humanos, porque no lo soy, pero poco importa. Es mejor sonreir a la vida y vivirla con mucho humor.»
Etsa, tú estarás siempre presente en nuestras mentes y en nuestros corazones. Siempre brillarás como el sol.
Descansa en paz.
Ya nos veremos en la otra vida para hablar de ingeniería, de física, de la “La breve historia del tiempo” de Hawking. No te conté que me robaron mis apuntes tácticos con las palabritas que me enseñaste… luego me las enseñarás de nuevo, Dios mediante.