Photo by Jay Maidment – © 2010 Warner Bros. Entertainment Inc. Tomada de imdb.com
Entonces miré el cielo de noche y como una estrella fugaz, el momento apareció. Mi fenómeno.
Me di cuenta de la bella alegoría a la vida con la que Clint había filmado el final. Sonreí primero y luego me comencé a reir – para variar – solita.
Sabía ser que Hereafter es un film que cobra distintos sentidos en una lectura retrospectiva. (Oh qué simpático).
La experiencia de “notar”, “darse cuenta de”, “tomar conciencia de” una alegoría así, luego de varios minutos de haber terminado el film, es una vivencia llena de gracia.
Touché Clint… Touché.