– Y luego me comentó que era un libro demasiado denso. Que no le entendía nada de nada… nadita. Pero ¿Tanto así? ¿Hasta ese extremo?
– Yo no sé… hay algunos libros que no son para leer en un café digamos, o en la combi. Requieren concentración, esfuerzo, silencio… ¡tantas cosas! Ese es uno de esos libros… no es un libro de café.
– No claro…
– Porque hay algunas novelas que te las devoras, prácticamente. Otros libros, requieren cierto alejamiento y silencio, un término medio… ¿lo podría llamar ensimismamiento? Algo así como una suerte de recogimiento. Y finalmente, se encuentra esa categoría de libro -donde se ubica ese libro del que hablamos-, que no son para leer en un café, ni en una combi, ni en una cama, ni tirado en el pasto del jardín. Es necesario un escritorio y una predisposición en el ánimo para concentrarse, estar en silencio y tener un gran esfuerzo intelectual. Hay ciertos libros que me cuestan horrores entenderlos ¿No te dije que no he estado tan acostumbrada a leer libros así?
– oh… Pero ¿en la universidad no les dejaban lecturas densas?
– Sí, claro… pero eran de termodinámica… y como que de ese campo al otro hay toda una vida de separación
– jajaja… en uno son fórmulas y en el otro…
– ¡motivaciones!
Eso es cierto yo aun no acabo de leer la Pedagogia del Oprimido de Freire porque necesito estar con mi diccionario al lado XD y ya tengo como un mes asi.
Hermosa canción!
Atte.
El joven que ahora trabaja administrando servidores basados en Linux :S
🙂
@inkarri: ¡qué bonito comentario! Ojalá que te esté yendo mejor con esa lectura de Freire. Un saludo muy atento.
@Alexis: Hola… la canción es bellísima. Yo amo a los Morunos.
Saludos Cordiales y éxitos en tu trabajo.