Busco amorosamente tu esencia,
pero no quisiera «reducirte» a una idea.
Quisiera encontrar tu presencia efectiva,
de mi ante mi: ¿Cuál es realmente tu esencia para mi?
Si te «reduzco» sensualmente…
no te puedo encontrar.
Si te «reduzco» con el idealismo trascendental,
tú no serás para mí, más que una suerte de
cosa inmanente a mi conciencia.
Pero, si te «reduzco» eidéticamente,
estoy segura de que aparecerás tal cual eres, para mi.
Te percibo y estoy abierta a quién eres: mi mundo.