Confesiones Amorosas

Hoy quiero confesar que te amo profundamente y que me gusta amarte. Me gusta contemplarte mientras no hacemos nada de nada, solamente yo te miro, y tú miras el horizonte con esos ojos hermosos tuyos…

Hoy quiero confesar que me encanta hacerte reír, que me gusta ver tus escasos dientes y que me enternece sobremanera la forma en que me sonríes. No necesitas decirme nada, no es necesario que pronuncies palabra alguna, simplemente soy feliz, tomando tu mano y acariciándola.

Hoy quiero confesar que me fascina escucharte, que me encanta dialogar contigo, que me llevas al cielo cuando sonríes… te he dicho que tus ojos brillan cuando te ríes?

Hoy quiero confesar que no puedo resistirme a darte un beso en tus mejillas y que me haces un gran honor cuando me dices que te hubiera gustado tener una novia tan bonita como yo…. Jajaja…. Eres todo un pillín!!!

Hoy quiero confesar que tuve miedo en un inicio de acercarme a ti, que no sabía de qué hablarte… hasta que salió el recurrente tema que rompe el hielo en cualquier conversación de chicas: “todas somos bellas, no importa la edad que tengamos”

Hoy quiero confesar que enterneciste mi corazón cuando te vi intentar e intentar en tu soledad, sin resultados positivos, abrir un chupetin del Chapulín Colorado con corazón de chicle bomba bum bum bum… Hoy te quiero agradecer por dejarme tomar tus manos, y permitirme hacerlo por ti. Ah, y también gracias porque me regalaste otro chupetín 😀

Hoy quiero confesar que me alegra saber que te visitaré y hablaremos juntas de chicos, chicos y más chicos. Que me encantará decirte que te ves regia, y que desprendes un aroma como de gloria, y que a pesar de los años, te ves adorable.

Hoy quiero confesarte que muchas veces me hablas, pero algunas veces no te entiendo. No te he dicho nada porque no quisiera incomodarte, pero estoy aquí, a tu lado, tomando tu mano y diciéndote con la mirada que te amo y que me gusta escucharte.

Hoy quiero confesar que por ti soy capaz de hacer el ridículo una y otra vez, sólo para verte reír, hoy también te quiero confesar que gracias a ti y a tu paciencia, me has ayudado a ser más paciente con los demás.

Hoy también quiero confesar que amarte me hace hacer cosas que de otra forma yo no hubiera podido ser capaz de hacerlas como tener la fuerza para ayudarte a sentarte en la silla de ruedas; cosas como tomar tu bacín muy usado y limpiarlo para ti; o hacerme la machita para no llorar mientras tú me cuentas de tu soledad.

Hoy quiero confesar que contigo aprendí que el lenguaje de las caricias es mucho mejor que el de las palabras. Que a pesar de que no me puedes ver por tu ceguera, siento que me conocieras con tan solo tomar mis manos entre las tuyas… mejor dicho, al dejarme tomar tus manos entre las mías.

Hoy quiero confesar que cuando te vi por primera vez caminar junto a las palomas me derretiste por completo… Creo que me acerqué a ti y te pedí por favor que me permitieras besarte…. Bien mandada soy, no? Luego me comenzaste a contar las aventuras de tus años mozos, cuando trabajabas en la Bayer y parece que te confundiste, pero no, yo no soy la jovencita especialista en la pedicura, pero créeme que trataría tus pies como valiosos tesoros.

Hoy quiero confesar que respeto tus arrugas, que procuro comprender toda la sabiduría que está detrás de ellas… que tus cabellos blancos son hilos de plata y que eres distinto en cada momento y en cada lugar siempre, y que agradezco la gran paciencia que me tienes para dejarme acercarme a ti.

Hoy quiero confesar que por ti me quito el sombrero, y que gracias a ti procuro expresar ese amor y ese cariño con mi mamita Hilda, mi mamita Lica y mi Tío Miguel… porque le diste otra dimensión a mi vida, me hiciste ser más paciente, más amorosa, más tolerante y también más fuerte para comprender la dualidad de la vida y de la muerte.

Ser voluntaria en el Asilo Canevaro es una de las experiencias más hermosas y profundas que he tenido… Pero a la vez, también me hace percatarme de lo doloroso que es ver a abuelitos, que viven muchas veces en la indigencia, que no son visitados por nadie, que son olvidados… que son INSIGNIFICANTES para la sociedad, que viven en soledad.

Hoy quiero confesar que tocas mi corazón cuando te ríes, que me emocionas cuando me hablas de tus épocas de juventud y que me gustaría tener toda esa esperanza que tienes. No tengo miedo de no volverte a ver, porque tu sonrisa está estampada en mi corazón.

A Bertha, María, José, Hilda, Andrés, Javier, Magdalena y a través de ellos, a todos los abuelitos cuyos nombres muchas veces no recuerdo… quizás porque sus ojos me dicen tantos secretos de la vida, que me olvido de preguntar los nombres.

Tu experiencia vale oro

Puntuación: 2.37 / Votos: 19

Comentarios

  1. isabel escribió:

    aveces se puede ser feliz sabiendo q podemos hacer feliz a alguien mas,con cosas pequeñas pero tan grandes a la vez.

  2. http://palabrastacitas.blogspot.com/ escribió:

    Hola amiga, sabes, parte de tu lectura me conmueve, aprecio que sientas lo que he sentido, y que en palabras mías pueden sonar más filsoficas, más metaforicas. Pero tu eres directa, no vas por medias tangentes, tus palabras me hacen citar mientras lo vuelvo a leer, a la cita de San Agustín: Ama y haz lo que quieras. En que no me he convertido, en el zorro de belen (cuando me disfrace según yo de san jose), en el libertador, hasta tuve que aguantar la respiración previa ayuda psicologia, cuando intente imitar al canalla del chino.

    He llorado a morir en los brazos de ustedes, mis amigas y compañeras. Con Allison cuando visite a un abuelo llamado Sotomayor, con Maritza cuando tratamos de hacer dormir a una abuelita del pabellon cuatro.
    Esa foto que compartes en tu blog, me alegra que la pongas, la tome yo, la tome en navidad, 25 de dicembre del 2007, ese día fuimos con Allison, y Jhimmy al canevaro llevando pancitos con pavo. Encontramos a pablito comiendo, en frente de su nascimiento, me conmovio a morir, se me partía el alma. Como la Fe nos acompaña en la más completa soledad, la fiel Fe, compañera de pesares y batallas, ahí estaba Pablito, comiendo y viendo su nascimiento, yo atrás buscando un angulo para perdurar la escena, y creo que ese día también hubo cambios en mi vida, a quien agradecer todo esto, creo que todos nosotros estuvimos en los sueños de San Ignacio, porque en buena cuenta el Magis, él lo vivio y lo heredo, hoy lo vivimos, lo sentimos y lo gozamos. Entiendo tus palabras, me has hecho acordar a como llegue como voluntario del asilo canevaro.

    Sé que estás en Iquitos, y espero que el tiempo pase rápido y nos puedas contar a tu modo, a tu estilo, tus historias, y a ver valerosa, si nos volvemos a comer esas pizzas medias telas en barranco.
    Cuidate mucho amiga.
    Tu amigo.
    El Miguel (con acento charapa)
    jajajaja

  3. Alexis escribió:

    Siempre es un placer dar una vuelta por acá.

    Hace poco un amigo me dijo "la solidaridad es un pretexto para no hacer lo que sabemos tenemos que hacer."

    Reflexioné sobre ello y, luego, como por arte de magia apareció este post en mi Greader, por lo que volví a conectarme.

    Un cordial saludo

  4. Diana Mery escribió:

    Indudablemente, muy tierna las palabras de la persona q lo escribio, yo viví una experiencia similar pero con una familia de ancinos, que me enseñaron el secreto del verdadero amor, son una lección de la vida como personas luchadoras. Y para terminar, el amor no reside en que nos amen sino el de entregar amor sin cambio a nada, no importa que respuesta tengamos pero nuestra felicidad aunque no lo crean es de que entregamos todo de nosotros por hacer feliz a los demas, aunque sea con un gesto eso basta. Y Dios bendiga te derrame de mil bendiciones, por abrir tu corazón a los que mas te nesecitan. Y recibe mis mas sinceros saludos.

  5. Aldo Napuri escribió:

    Admiro la valentia de tu corazon, el mio se acobarda ante estas situaciones prefiere no ver y hacerse el loco. Tu post es un gran ejemplo para que gente como yo tome conciencia y deje de hacerse el loco ante el necesitado

  6. MERCEDES TAPIA escribió:

    QUE EN TU CORAZÓN SIGA CRECIENDO LA CARIDAD Y EL AMOR A LOS DESVÁLIDOS, EN ESPECIAL A LOS ANCIANOS A QUIENES YA LAS FUERZAS LOS DEJAN POSTRADOS EN CAMAS Y SILLAS DE RUEDAS DOLIENTES Y DOLOROSOS; PERO NADA COMPARABLE CON EL DOLOR DEL ABANDONO Y LA SOLEDAD.
    GRACIAS, EL SEÑOR Y LA VIDA TE DEVOLVERAN CON MÁS BENDICIONES ESE GESTO DE AMOR.

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