La plata desbanca al oro

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I.- La plata desbanca al oro
Madrid, 25 de octubre 2010 (La Información)

La plata es el metal más atractivo para los inversores y está viviendo este año su edad dorada, un adjetivo que ha robado al metal de los metales: el oro. Desde enero, la plata acumula una subida del 36,5%, frente al 20% que se ha apuntado el mineral amarillo.

Ambos repuntes están a la cabeza del sector de las materias primas, conocidas como commodities en la jerga del mercado, porque los metales preciosos son activos defensivos. Es decir, son refugios a los que acuden los inversores en momentos de incertidumbre bursátil, como el actual. Y, además, se benefician de la debilidad del dólar (la divisa en la que cotizan).

Pero la plata cuenta, además, con otro punto a favor, que es el que explica su supremacía. Este metal precioso también es, en parte, un metal industrial. La plata, en ocasiones, se utiliza en determinadas aleaciones (fusiones de metales) y, según las previsiones, estas aplicaciones industriales crecerán a lo largo de los años, por lo que la plata tiene este plus con el que el oro no cuenta.

Más allá de la rivalidad entre los dos metales más glamurosos, el sector, en general, está viviendo un momento muy positivo. En lo que llevamos de año, el cobre (dentro de los metales industriales) ha subido casi un 10%, mientras que las materias primas agrícolas (donde se incluyen la cebada, la soja, el maíz, el trigo, el azúcar o el café) se han apuntado, de media, un 22,45%. En este escenario, el premio a la mejor commodity de 2010 es para el café, que ha conseguido disparar su precio un 40% desde enero.

Los metales industriales, según Beatriz Tejero, analista del grupo Banco Sabadell, “han subido de precio por el repunte de la actividad de la industria (sobre todo, en los países emergentes). Y por el incremento de los precios de extracción y producción”.

En cambio, según explica Javier Alfayate, editor de Acciones de Bolsa, “los productos agrícolas dependen más de los ciclos y éste está siendo un ciclo bueno”. Además, algunos de estos activos se están beneficiando del desarrollo de los biocombustibles (como el biodiesel o el bioetanol), que se fabrican a partir de ellos.

Sin embargo, el fondo de referencia que se utiliza para medir la evolución de las materias primas (llamado Lyxor ETF CRB) apenas ha repuntado un 4,8% en lo que llevamos de año. El principal motivo es que, los activos que más pesan dentro del fondo, los relacionados con la energía, son los que están registrando los peores resultados.

El petróleo y el gas natural suponen un 39% del fondo (la ponderación más alta) y ambas materias primas registran un balance anual negativo. El gas natural ya se ha dejado un 43% desde enero, mientras que el crudo líquido (no el Brent) ha retrocedido algo más del 11% respecto a 2009.

A pesar de este resultado, los analistas esperan que el fondo incremente su rentabilidad en los próximos meses. En esta línea, Alfayate señala que “la previsión es que el fondo pueda subir hasta un 10% más en el próximo año”.

Este nuevo impulso se cimentará sobre el petróleo y los metales preciosos. Primero, porque el “oro negro”, según Banco Sabadell, podría alcanzar pronto los 90 dólares el barril, lo que le supondría una subida del 10,8% respecto al precio actual (de 81,2 dólares). Y, segundo, porque muchas firmas han elevado sus apuestas sobre la plata y el oro.

Uno de ellos es Nomura, que estima que los precios de ambos metales suba entre un 12% y un 19% hasta 2013. Mientras, las previsiones de Deutsche Bank anuncian que “el oro seguirá siendo fuerte mientras el dólar siga débil, los tipos de intereses estén bajos y los inversores continúen demandando este tipo de activos defensivos. La plata, por su parte, seguirá esos mismo pasos”.

Fuente: La Información

II.- 6 formas de invertir en metales preciosos
Octubre 25, 2010

La primera de las alternativas que surgen al pensar en una eventual inversión en metales preciosos (principalmente oro) es la compra directa del metal. La pieza por antonomasia es la onza (unos 28 gramos) aunque también existe la posibilidad de adquirir piezas de mayor peso (50-100-250-500-1.000 gramos) o de menor peso (20-10-5 gramos). En otros metales el abanico de posibilidades es menor. Su problema lógico es la custodia de un activo que debería guardarse en una caja fuerte dado su precio actual de más de 1.300 dólares (1.034 euros) por onza.
La segunda de las alternativas es la adquisición de un contrato de futuros sobre el oro. El problema es que esos contratos no se negocian en los mercados españoles por lo que no son baratos y no resultan asequibles para el inversor minorista. Por otro lado, al tratarse de contratos con vencimiento mensual y cuyo precio es distinto al del activo al contado, exigen un seguimiento exhaustivo de los mercados y generan costes por cada vencimiento (‘roll over’).

La tercera de las opciones para apostar por los metales preciosos es la inversión en bolsa (o a través de fondos de inversión) en empresas mineras cotizadas. La opción más asequible es la de los fondos de inversión porque permiten diversificar en varias firmas mineras y tanto el coste como el riesgo son mucho menores que invirtiendo en futuros o más cómodo que comprando el metal directamente. El problema es que las mineras son normalmente globales y extraen metales preciosos e industriales, por lo que su cotización no va pareja a la de un metal concreto y sí recogen otro tipo de variables como la gestión o la evolución diaria de la propia compañía.

Esta opción desaparece cuando se invierte en compañías de exploración minera o mineras junior, que es la cuarta opción para comprar metales preciosos. La ventaja de nuevo es que esta vía permite invertir en empresas dedicadas a la extracción de un metal concreto (por ejemplo oro) con lo que se consigue una apuesta más clara que mediante una minera global. Sin embargo, no deja de ser una inversión indirecta en el metal. Su ‘pero’ es su ventaja: si la minera junior encuentra el metal en la cantidad y de la calidad estimada y es capaz de explotar el mineral y ponerlo en el mercado en plazo su revalorización es muy elevada; si falla, desaparece. La mayor parte de estas compañías cotiza en los mercados bursátiles de Canadá y Australia, donde tienen sus propios índices, aunque el radio de acción de las mineras junior es global (incluso en España).

La quinta de las opciones es financiera, pero también se basa principalmente en los mercados de futuros: son los CFDs o contratos por diferencia. Se definen como un acuerdo donde se intercambia la diferencia en el valor de un instrumento financiero en el momento de apertura y de cierre del contrato. El principal ‘pero’ que se les puede poner es que se trata de operativa con apalancamiento, con el riesgo que eso conlleva y el hecho de que exige un seguimiento del mercado constante.

La sexta y última de las opciones son los ETPs (Exchange Traded Products) o fondos cotizados, que funcionan como fondos de inversión. En estos momentos, no obstante, en España sólo están disponibles los ETFs que no pueden invertir directamente en materias primas ni futuros. Para invertir en los ETCs, que sí permiten estas opciones hay que comprar en otros mercados europeos, básicamente Francfort y Londres con un coste mayor.

Fuente: Finanzas

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