LA VULNERABILIDAD DEL ÚLTIMO AÑO

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Sinesio López Jiménez

¿Tiene algún sentido político poner a un general (r) como Primer Ministro luego de la negación congresal de la confianza al gabinete de Cateriano? Me parece que tiene un doble sentido político. Primero, el Ejecutivo busca blindarse con las FFAA. en un año de gran vulnerabilidad institucional y de grandes ambiciones desatadas de pequeños personajes políticos. Segundo, Vizcarra se desplaza desde la derecha neoliberal, que privilegiaba la reactivación económica, especialmente la minería, a un pragmatismo autoritario recolocando la lucha contra pandemia como el eje central de su política.

Hay una falla en el diseño institucional del presidencialismo parlamentarizado que deja desguarnecido al Ejecutivo en su último año de gobierno cuando no tiene un grupo parlamentario ni menos una mayoría congresal que lo respalde. En los cuatro años anteriores, el Ejecutivo sin mayoría congresal puede apelar al doble voto de confianza como un mecanismo de equilibrio de poderes (en un presidencialismo parlamentarizado) para frenar los abusos del partido (o partidos) que controla el Congreso.

Este mecanismo se creó por primera vez en la Constitución de 1979 que exigía la triple negación del voto de confianza del Congreso para que el Ejecutivo pueda disolverlo. La Constitución de 1993 rebajó la negación de la confianza de tres veces a dos. Vizcarra ha sido el primer presidente de la República que ha usado este mecanismo equilibrador para frenar al Congreso fujiaprista que buscaba desbarrancarlo.

En la historia peruana todos los gobiernos del siglo XX en los que el  Ejecutivo no contaba con mayoría parlamentaria han terminado mal: golpe militar contra Billingurst con beneplácito del civilismo en 1914, contra Bustamante y Rivero en 1948, contra Belaúnde en 1968; autogolpe de Leguía en 1919, de Fujimori en 1992; y renuncia de PPK en el 2018 ante la inminencia de un golpe parlamentario promovido por el fujiaprismo.

¿Podrá la lucha contra la pandemia sustituir (en el último año de gobierno) al mecanismo equilibrador de la doble negación del voto de confianza y unir a los poderes del Estado y a las élites?. No hay que hacerse ilusiones. Ni en los momentos más difíciles las élites peruanas han logrado armar una coalición estable. Algunas de ellas preferían que ganaran los chilenos a que triunfara Cáceres. Es una constante estructural.

 

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