EL RETORNO DEL CICLO PUBLICO

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Sinesio López Jiménez

La pandemia del coronavirus ha puesto en la agenda de todas sociedades y los gobiernos la defensa de la vida y la salud de la gente, bienes públicos esenciales. Ha mostrado también que las únicas entidades que pueden enfrentar y resolver la pandemia son los gobiernos y los estados, organizaciones públicas por excelencia. Ha puesto en evidencia asimismo que la ciencia y la tecnología, en este caso las ciencias de la salud, son una construcción universal que puede ser el sustento de una política eficaz, eficiente y efectiva.

La lucha mundial contra el coronavirus coloca en el primer plano el interés público como eje organizador de las sociedades, los estados y las culturas, contrapuesto al interés privado que el neoliberalismo impuso como eje central de organización de la vida social desde fines del siglo pasado como respuesta al desencanto que produjeron las crisis profundas del populismo, de las socialdemocracias y de los socialismos reales.

Se inicia un nuevo ciclo público que reemplaza al ciclo privado del neoliberalismo cuyas crisis sucesivas han generado un profundo desencanto en muchas sociedades.  Estos ciclos (público y privado) expresan formas diferentes y cambiantes de comportamiento colectivo de las sociedades y se mueven en forma pendular en la historia moderna. Según Albert Hirschman estos ciclos sociales tienen “algo común con el ciclo Kondratieff”  (en la economía) por su larga duración (50-60 años).

El retorno del ciclo público trae consigo otros cambios importantes en el comportamiento colectivo de las gentes y en las organizaciones, las instituciones y las relaciones del Estado con la sociedad. En primer lugar, el desarrollo de la solidaridad que, si no reemplaza, modera al individualismo posesivo de la cultura neoliberal. En segundo lugar, la revaloración de la política y de la acción política que el neoliberalismo había devaluado en nombre de la mano invisible del mercado y de los pilotos automáticos. En tercer lugar, la apuesta por las grandes colectividades en el diseño y en la aplicación de las políticas públicas en desmedro de las élites.

En cuarto lugar, la organización de un Estado Social fuerte que reemplace al Estado mínimo (subsidiario) neoliberal. Este es quizá uno de los cambios más importantes porque supone una redefinición del Estado con el mercado. En el caso peruano implica, además, la reconstrucción de un estado débil e incapaz.

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