Sinesio López Jiménez
La crisis política actual tiene varios desenlaces posibles que dependen de la correlación social y política de fuerzas entre los actores centrales del conflicto, de los cambios en el contexto y de la intervención de nuevos actores. El golpe, la confrontación exacerbada y el juego moderato ma non troppo parecen ser los posibles escenarios en los que ella puede desembocar. Mi hipótesis es que la coyuntura electoral se va a mover entre la confrontación exacerbada y el juego moderato ma non troppo, descartando el golpe.
El escenario del golpe (autogolpe de Humala o golpe del Congreso) supondría una elevación máxima de la confrontación política entre el gobierno y García (y el Apra); el seguidismo de las consignas de García por todas las derechas, especialmente del fujimorismo; la elevación de la temperatura política por los medios concentrados que echan más leña al fuego; el agravamiento de la desaceleración económica y de sus secuelas económicas, sociales y políticas; y el debilitamiento de la influencia de la CONFIEP y de los EEUU en la coyuntura de crisis. Este es un escenario exagerado porque ni los ascensos militares preparan un autogolpe ni los potenciados escándalos de corrupción llevan a la vacancia presidencial por incapacidad moral. García y el Apra prefieren este escenario porque él les permite salir de su incómoda situación política actual y recolocarse mejor en el escenario post-golpe.
El juego moderato ma non troppo supone el aislamiento de García dando cauce a las acusaciones constitucionales en su contra para mantenerlo a raya; la iniciativa de las derechas, especialmente del fujimorismo, de moderar el partido y dejar de lado el aventurerismo de García; el abandono de las pretensiones de Nadine de encabezar la lista parlamentaria del nacionalismo por Lima y la consolidación de la candidatura neoliberal de Von Hesse; la moderación política, informativa y editorial de los medios concentrados; y el mantenimiento en el actual nivel de la desaceleración de la economía. A Keiko, que está a la cabeza de las encuestas, le favorece este escenario. Supone la despolarización y el repliegue o la derrota de Nadine y de García.
El escenario de la confrontación exacerbada supone llevar la actual polarización política hasta el límite del abismo sin caer en él. Keiko se suma a García y a la polarización contra el gobierno poniendo límites a sus objetivos y estrategias desestabilizadoras. Nadine insiste en seguir como presidenta de Gana Perú y en encabezar la lista parlamentaria por Lima. Los medios concentrados siguen echando más leña al fuego. Esta polarización exacerbada entre el gobierno, García y Fujimori puede dar pie a una campaña violenta, mezclada con legítimos movimientos sociales de protesta y puede llegar a cansar a la gente y abrir un mayor espacio a los otros candidatos, especialmente a PPK, a Acuña o a Toledo o al outsider que algunos esperan.
Y ¿cuál es el papel de las izquierdas en estos escenarios?. Ninguno mientras sigan fragmentadas. Sólo un acuerdo electoral que les permita presentar una buena candidatura unitaria y un programa atractivo para las mayorías los puede sacar de la irrelevancia política actual. Si la buena voluntad y la racionalidad política fracasan, sólo que queda un milagro.