Sinesio López Jiménez
A Humala se le puede acusar de traidor, pero no de corrupto. Al menos por ahora. Quizá cuando abandone Palacio y se levante la alfombra pueden llover las acusaciones con cierto fundamento. ¿Por qué entonces Humala y Nadine son vistos por los encuestados de IPSOS como los políticos más corruptos a la cabeza de una patota de conocidos asaltantes del fisco?. ¿Desde cuándo las pirañas son más peligrosos que los tiburones?. ¿Qué explica esta distorsionada percepción de los encuestados?. ¿Qué ha producido esta práctica inversión de la realidad según la cual los primerizos encabezan la corrupción mientras los peces gordos pasan piola?.
El caso más escandaloso es el de la primera dama en uno de los gobiernos probadamente más corruptos de la historia que es vista como la menos corrupta. De Ripley y el jefe de la encuestadora ni pestañea. Es cierto que la señora Heredia tiene que explicar contratos, depósitos, gastos, compras, frivolidades, cuentas que no cuadran de las campañas electorales del 2006 y del 2011 como tienen que hacerlo los competidores de Humala para que la justicia sea igual para todos. A partir de estos hechos los medios concentrados desatan una campaña sostenida, los inflan hasta el escándalo, les otorgan solemnidad con pomposos editoriales, los políticos de derecha elevan los decibeles en el Congreso y avispados fiscales y jueces partidarios de otros candidatos en liza entran a tallar.
Las encuestadoras cuentan los muertos y heridos de la carnicería mediática y el buque insignia de los medios concentrados culmina la faena con grandes titulares como este: La popularidad del presidente y su esposa se desploman (El Comercio, 14/06/15). ¿Por qué la señora Heredia ha dejado de ser la engreída de los medios concentrados y de la derecha para convertirse en la bete noire del oficialismo? ¿Qué cambios en el personaje, en los tiempos y en las circunstancias explican la ruptura del gobierno con la derecha política y mediática?.
La relación del gobierno con la derecha económica, en cambio, sigue igual y es solidaria. Luego del viraje y la traición, la pareja presidencial sigue sirviendo lealmente los intereses económicos de la CONFIEP y esta retribuye sus servicios llamando a la serenidad y a sostener al gobierno más allá de las encuestas catrastrofistas. La derecha política y mediática, en cambio, está empeñada en mostrar, sin pruebas contundentes y creíbles, que la pareja presidencial quiere perpetuarse en el poder (reelección presidencial), sigue siendo chavista (financiamientos de Venezuela), es inepta (bajas tasas de crecimiento) y es corrupta (lavado de activos, gastos frívolos, cuentas secretas, etc).
Humala y Nadine siguen aplicando las mismas políticas neoliberales de los gobiernos anteriores, han gobernado y gobiernan con los mismos burócratas en el MEF y en el BCR. Lo nuevo es el cambio de los tiempos y las circunstancias. Hemos entrado a una nueva etapa electoral y las derechas políticas y mediáticas están interesadas en matar varios pájaros de un tiro: La izquierda es chavista, inepta y corrupta; escarmentar a los electores que votaron por ella; impedir que vuelvan a votar por un candidato de izquierda en el 2016; eliminar a un adversario de la contienda electoral; ahorrarse un nuevo susto como el del 2011.