Sinesio López Jiménez
El caso de Nadine y de su familia como administradora de las finanzas de la campaña del 2006 es el caso de todos los partidos que entran a la lid electoral. Pueden variar las fuentes de financiamiento (nacionales o extranjeras), la manera de canalizarlas (institucional o informal), los montos, las formas de administrarlas y gastarlas, el destino de los excedentes, las deficientes rendiciones de cuentas, los cajeros (para usar los términos de García quien sabe de qué habla porque ha tenido varios), pero el fenómeno es el mismo en todos los partidos. ¿ Porqué Nadine y el nacionalismo son responsables y los otros partidos no lo son?. ¿Es tuerto el fiscal que sólo ve un caso y no los otros u obedece la consigna política de un partido con influencia en la Fiscalía y en los medios judiciales?
¿Los fondos que se reciben para las campañas electorales constituyen formas de lavado de activos? Si así fuera, todos los partidos están en la picota. Se puede discutir la legalidad de algunas fuentes. ¿Son ilegales los financiamientos externos? ¿Es ilegal el financiamiento del chavismo? ¿Por qué no son ilegales los financiamientos de la socialdemocracia, los del socialcristianismo y de otras fuentes externas?. Lo que es a todas luces ilegal es el financiamiento de las de las campañas o de las contracampañas con fondos públicos o con fondos del narcotráfico o de otras actividades ilegales. Pero ni los fiscales ni los jueces criminalizan estos casos.
Muchos políticos y partidos han visto a los procesos electorales como una forma de reclutar dinero fácil y de enriquecerse. Luego de la campaña, pueden quedar excedentes cuyo destino se desconoce y sólo después de cierto tiempo se descubre adonde van. Si esto es un delito, tienen que ser sancionados todos los políticos que lo han cometido. Ahora la campaña de los medios concentrados se dirige a los lujosos gastos de la primera dama. La frivolidad puede ser éticamente cuestionable, pero no es un delito a no ser que ella sea financiada con coimas o con fondos públicos. Pero si la frivolidad es financiada con los excedentes de la campaña, ese supuesto delito es compartido casi por todos los políticos más importantes del país.
Las derechas políticas y mediáticas están jugando con fuego sin interesarles, al parecer, las consecuencias de su juego. Algunos analistas han visto en el horizonte el peor escenario: la vacancia presidencial por supuesta incapacidad moral (o golpe del Congreso) y el autogolpe (u Ollantazo). ¿Es este escenario de colapso del régimen democrático una consecuencia no buscada o es algo expresamente buscado? Supongo que este juego derechista es una mezcla de ambas cosas. Es posible que los medios concentrados se muevan con una cierta ética de la convicción sin pensar en los resultados de sus agresivas campañas mediáticas y que los políticos de derecha (especialmente García) estén buscando expresamente ese resultado.
La correlación política y mediática parece ser favorable a la vacancia, pero Humala sigue controlando la correlación militar y puede responder con un manotazo militar. Este es un escenario extremo porque extremas y exageradas son las campañas mediáticas, las denuncias de los jueces y fiscales y las conductas de los políticos de derecha. Y extrema también puede ser la respuesta de Humala.