Sinesio López Jiménez
Los ajustados y contradictorios resultados electorales de la revocatoria oscurecen el análisis político de los mismos. Para superar esta dificultad es necesario establecer algunos criterios de análisis. Un primer criterio es el señalamiento de los objetivos (que se propusieron los actores en la batalla electoral) y de los logros o fracasos. Castañeda se propuso revocar a Susana Villarán para retornar al municipio limeño en las elecciones de este año y reelegirse en las del 2014, pero perdió. García se propuso reactivar a su partido, entrar en relación amigable con una plaza electoral que siempre fue difícil para el Apra y obtener una fácil victoria dada la aplastante opción por el SI que mostraban las encuestas, pero perdió.
Ollanta Humala y Keiko Fujimori se pusieron de perfil, pero sus bases apostaron por el NO en el primer caso y por el SI en el segundo. Es probable que el primero saboree la victoria y la segunda llore la derrota. Susana Villarán apostó a revertir una correlación política aplastantemente contraria, a evitar que la revoquen y lo logró, pero no pudo evitar que revoquen a su estado mayor. Su triunfo es, por eso, parcial. Las izquierdas, con sus pequeñas organizaciones políticas y las bases sociales que influyen, se propusieron actuar unitariamente para respaldar a Susana, pero, como ella, tuvieron un éxito parcial porque no pudieron evitar que sus regidores fueran revocados.
Toledo apoyó a Villarán y aprovechó la ocasión para confrontarse con García y Castañeda y derrotarlos. Kuczynsky planteó apoyar a Susana, pero revocar a sus regidores. Lourdes y el PPC rechazaron principistamente la revocatoria, defendieron la gobernabilidad de Lima, respaldaron a Villarán y a sus regidores (del PPC) y lograron ambas cosas. Su triunfo es total. En resumen, Castañeda y García fracasaron en el logro de sus objetivos políticos, mientras Susana Villarán y las izquierdas, Toledo y Perú Posible y Lourdes y el PPC los alcanzaron parcial o totalmente.
Un segundo criterio es el desempeño de los políticos que explica, en parte, los resultados electorales. Desde esta perspectiva, Castañeda y García son los generales de la derrota porque no lograron mantener el altísimo respaldo del SI a la revocatoria. Susana y las izquierdas y Lourdes y el PPC, en cambio, lograron organizar una buena campaña, revirtieron la desfavorable correlación de fuerzas de apoyo al NO y se jugaron por entero en los momentos decisivos para obtener el triunfo electoral.
Un tercer criterio es el tipo de respaldo obtenido por el SI y el NO. En este aspecto el dato básico es que la mayoría de los votos por el SI provienen de los sectores populares y pobres mientras los del NO provienen de las clases medias y altas. En algunos distritos populares, sin embargo, el NO gana, en otros muy populosos casi empata y en la mayoría pierde. Sospecho que los votos por el SI son más anti-Susana que pro-Castañeda y García y que los votos de las clases medias y altas por el NO expresan un apoyo a Lourdes al PPC y a la gobernabilidad más que a Villarán. Es probable que los votos pro-Villarán de los sectores populares provengan mayoritariamente de las izquierdas y sus bases sociales.