Sinesio López Jiménez
Las plegarias del ministro del capital han sido vanas. Todo parece indicar que el Perú y AL, unos países más que otros, serán tocados por la crisis que vive actualmente el capitalismo. Ella comenzó en USA hace cinco años, se ha extendido hace dos años a Europa y ya llegó a los países emergentes (los BRICs). El Perú sintió el golpe en el 2009: el crecimiento bajó de 10 a 0.9, las exportaciones bajaron, los capitales fugaron, el empleo disminuyó, la presión tributaria descendió, etc. La recuperación fue rápida, gracias a los BRICS, pero ahora, cuando éstos disminuyen la velocidad de su crecimiento, la situación se pone color de hormiga. La crisis muestra los límites del modelo neoliberal. El alto crecimiento que hemos tenido desde 2002 hasta ahora se debe, no a las bondades del modelo como afirman los creyentes neoliberales, sino a la gran demanda internacional y los altos precios de las commodities.
Las crisis capitalistas, cuando alcanzan un nivel significativo, tienen serias incidencias en la sociedad y en la política. Los clivajes se tensan, las tensiones se transforman en contradicciones, la conciencia de la gente se torna más perspicaz, los conflictos sociales y políticos se intensifican y se masifican, emergen nuevos alineamientos de fuerzas políticas y electorales, se generan agudas polarizaciones sociales y políticas, las autoridades pierden eficacia y legitimidad, se producen crisis de los gobiernos y de los regímenes políticos y, cuando la crisis es muy profunda, también el Estado es cuestionado, los tiempos sociales y políticos se aceleran y se producen grandes cambios en las diversas dimensiones de la vida social. Este es el terreno adecuado en el que emergen los partidos políticos. No son las leyes, sino los conflictos sociales y políticos los que producen los partidos y los sistemas de partidos (Lipset y Rokkan, 1967).
De las crisis y las luchas sociales y políticas nacen los partidos para representar y para gobernar. Aquí surge un problema que la izquierda tiene que resolver. Sin perder el horizonte socialista, ella tiene que prepararse para gobernar el capitalismo. No bastan el planteo de las estatizaciones o las nacionalizaciones (o Conga va o Conga no va) y la demanda de aumento de salarios. Se requieren políticas públicas y un equipo tecno-político que las formule y gestione. Gobernar el capitalismo no significa, sin embargo, gobernar para el capitalismo ni para los empresarios. De hecho se puede gobernar para los trabajadores y para las clases medias sin echar al mar a los empresarios.
Eso depende desde qué lado se formulan las políticas económicas. El lado de la oferta es el reino de la burguesía mientras el control del nivel de desempleo y la redistribución de la renta son las condiciones que hacen posible el capitalismo democrático. Los intereses económicos objetivos y las preferencias subjetivas de las clases medias y populares son mejor atendidos por una configuración macroeconómica de bajo desempleo y alta inflación, mientras una configuración de alto desempleo y baja inflación es compatible con los intereses y preferencias de las clases altas (Hibbs, 1977).
SOCIALISTAS PARA GOBERNAR EL CAPITALISMO
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Ese es el punto que paso, ya no queremos nacionalizaciones donde el privado se ha sacado la mugre,pero el Estado tiene que chequear al privado,fiscalizarlo para que no se desbande. La crisis nos va a tocar segun el economista Oscar Ugarteche