Sinesio López Jiménez
El poder está en el cerebro de las gentes y el que logre conquistar sus mentes ha ganado la batalla política. Esta es la tesis central que Manuel Castells desarrolla en un reciente libro (Comunicación y Poder, Alianza Editorial, 2009, 679 pp.) que tendrá, sin duda, un gran impacto en el campo de las ciencias sociales como han tenido algunos de los veintitrés libros que ha escrito hasta ahora. Este bien pudiera ser el IV tomo de su libro monumental The information age: Economy, Society and Culture (Vol. l. The Rise of the Network Society, Vol. II. The Power of Identity y Vol. III. End of Millenium) publicado por Blackwell Publishers en 1997. Castells analiza, en efecto, las características y el funcionamiento del poder, del Estado y la política en lo que él denomina la sociedad red global.
La naturaleza y las fuentes del poder no han cambiado: violencia y discurso, coacción y persuasión, dominación política y enmarcado cultural. Se ha modificado, en cambio, el contexto en el que operan las relaciones de poder: la relación entre lo global y lo local y su organización en redes. La revolución más importante se ha producido, sin embargo, en el campo de las comunicaciones en la era digital que (mediante el intercambio de información) incide decisivamente en uno de los componentes del poder: los significados. Estos ya no se reciben sólo en forma unidireccional (propia de la comunicación de masas tradicional de los diarios, la radio y la TV) sino también en forma interactiva en lo que Castells llama autocomunicación de masas (propia de la comunicación inalámbrica del internet y el celular). Estas formas de comunicación más la interpersonal coexisten, interactúan y se complementan entre sí “en un hipertexto digital, interactivo y complejo…” (p. 88).
Castells examina cuatro tendencias en la configuración organizativa e institucional de los medios: la concentración creciente de la propiedad, la oferta de diversos productos en una plataforma y de un solo producto en diversas plataformas, la segmentación de las audiencias y las economías de sinergia óptima de las redes internas de los medios. Muestra asimismo la red global de redes de medios de comunicación en gigantes multinacionales (NewsCorp, TimeWarner, etc) y analiza las políticas reguladores, los ámbitos de regulación (difusión, prensa escrita, Internet y redes de telecomunicación), las áreas de regulación (contenido, propiedad y servicios) que atraviesan los ámbitos y las diversas instituciones reguladoras. Estas gigantes redes de medios están articuladas a redes empresariales y a redes financieros constituyendo nodos que despliegan diverso tipo de relaciones con los Estados y con los partidos políticos.
La comunicación requiere códigos comunes que provienen de la cultura. Castells propone “dos grandes ejes bipolares: la oposición entre globalización e identificación y la brecha entre individualismo y comunalismo” (p.166) para organizar una tipología de los patrones culturales actuales: el consumismo de marca (producto de la globalización y el individualismo) el cosmopolitismo (resultado de la globalización y el comunalismo), el individualismo en red (producto de identificación e individualismo) y el multiculturalismo (cruce del comunalismo con la identificación). Para que estos diversos modelos culturales puedan comunicarse es necesario elaborar un conjunto de protocolos de comunicación que permiten la inteligibilidad y forman la nueva esfera pública en la sociedad red.
Pese a que “la caperucita Internet encuentra a los feroces lobos corporativos”, la comunicación inalámbrica ha logrado multiplicar y diversificar el proceso comunicativo y conquistar una enorme autonomía de los sujetos comunicadores en la producción e intercambio de significados. Gracias al internet y al celular se acabó el monopolio de la radio, la prensa y la TV y se ha formado un espacio alternativo de construcción política. Lo veremos el 2011.
LOS MEDIOS Y LA POLITICA
[Visto: 1408 veces]
Saludos Dr. Sinesio
La verdad es que este libro dice mucho. Desde mi punto de vista, lo más rescatable del libro es:
– El poder ya no es económico o político sino comunicacional (ojo no de medios, sino de una ecología comunicológica.)
– Castells propone un nuevo capítulo de su trilogía reticular (redes).
– El giro cognitivo al hablar de poder. Es importante cómo Castells se ayuda de los frames cognitivos (Lakoff) para explicar el proceso persuasivo de los medios.
Lo criticable.
– El poco interés que le da a la teoría de la comunicación en todo su ámbito. Por momentos Castells cae en una sociología no comunicológica.
-Su definición de "autocomunicación" y "masas" son muy vagas e imprecisas. Bien pudiera llamarla "comunicación directa". ¿En esta época podemos hablar de masas?. Posiblemente, pero ya no es lo único. Hoy en día el proceso reticular se basa en la formación de comunidades. Estamos de frente a fenómenos masivos por su cantidad, pero no por su calidad
– Castells, si bien nos habla de persuasión y de ciencias cognitivas, se olvida de algo muy importante: "el análisis del discurso".
– ¿Se está chomskiando Castells? Sin duda, este es uno de los pocos libros-o el primero- donde sostiene que los medios son manipuladores al 100%.
Saludos
Frank Casas