LOS DOS PERU DE SIEMPRE

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Sinesio López Jiménez

Jaime de Althaus confunde su biografía con la historia del Perú. Cree que la historia del capitalismo en el país comienza con él (y con Fujimori). Piensa que el modelo neoliberal es la única revolución capitalista y que las anteriores formas de desarrollo capitalista (el modelo oligárquico-exportador y la industrialización sustitutiva de importaciones) no eran tales sino que eran economías rentistas. De Althaus ve sólo las rupturas, pero es ciego ante las continuidades del pasado. Ciertamente hubo un cambio en la estructura de la propiedad, en el establecimiento de una economía de mercado y en el descentramiento del estado, pero hubo también continuidades importantes : “El nuevo modelo se construyó sobre la estructura estatal anterior, es decir, las inversiones vinieron principalmente atraídas por las privatizaciones de las empresas estatales que estaban ubicadas en los sectores primarios (minas, agricultura) y de servicios (energía bancos, telecomunicaciones, hoteles, etc.), este fue un cambio en la propiedad y la gestión y continuidad en los sectores” (Gonzales de Olarte, 2008).

Como el modelo oligárquico-exportador, el neoliberalismo peruano es también un capitalismo inducido por la demanda externa de materias primas de China, de Europa y de Estados Unidos. Sus impulsos vienen de afuera y su dinámica y su crisis dependen de afuera. Por esa razón Efraín Gonzales de Olarte caracteriza al neoliberalismo peruano como un modelo primario exportador y de servicios (Peser). Junto a las minas y a los servicios se ha desarrollado, es cierto, un sector industrial articulado a la agro-exportación y a los servicios. Salvo este último sector, el neoliberalismo despliega una producción basada en una alta intensidad de capital y en poca absorción de mano de obra. Su eslabonamiento a otros sectores de la economía es muy débil, lo que reduce su efecto multiplicador en la producción y en el mercado. Además, el neoliberalismo ha fragmentado el mundo del trabajo y ha destruido su capacidad de acción colectiva diferenciando a los trabajadores en planilla de los contratados, los services, etc. En el sector minero, por ejemplo, sólo el 30% está en planillas y el 70% es mano de obra volátil y sin derechos: no tienen seguro, ni vacaciones, ni jubilación.

El neoliberalismo es un modelo de desarrollo centrado en la costa, en Lima y en muy pocos oasis de otras regiones: “En 1940 Lima tenía 645 mil habitantes y representaba el 10% de la población del Perú. Hoy en día concentra unas 8 millones de personas, es decir, 30% de la población y alrededor de la mitad del PBI. El ingreso familiar per capita equivale a 3.7 veces el de Ayacucho. El problema es doble. Por un lado, estas brechas de ingreso son muy grandes y, por el otro, el diferencial no tiende a cerrarse” (Economía y Sociedad, 72, septiembre 2009). La costa crece, se desarrolla, se diversifica, distribuye empleos e ingresos, reduce la pobreza, pero la sierra y la selva permanecen estancadas. La costa está articulada por el mercado mientras la sierra y la selva buscan integrarse a través de la demanda de nación y de más Estado. Mientras la pobreza se ha reducido de 36.1% en 2004 a 25.7% en 2007 en la costa, ella sólo se ha reducido de 64.7% al 60.1% en la sierra en el mismo período (Francke, 2009). La desigualdad, en cambio, sigue victoriosa. Pese a que el Perú ha tenido en estos últimos 7 años altas tasas de crecimiento, el alto nivel de desigualdad casi no se ha movido.

El neoliberalismo es asimismo poco distributivo. Pese a que el crecimiento del PBI y la rentabilidad promedio de las empresas han crecido significativamente los sueldos y salarios no han mejorado. La participación del trabajo en el PBI ha bajado de 25% en el 2002 a 21.9% en el 2007. La distribución del ingreso presenta cifras de escándalo: El sueldo promedio del sector A es 20 veces más que el salario promedio del sector E. (Campodónico. 2009).

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2 pensamientos en “LOS DOS PERU DE SIEMPRE

  1. Luis Enrique

    Señor López:

    1. No solo Hernando de Soto sino muchos especialistas han descrito hasta el hartazgo la estructura económica del Perú. La conclusión a la que la mayoría de ellos llega es como usted lo dice: el Capitalismo en nuestro país no es real; es solo un pantomima para mantener las formas. Lo que hay es un aprovechamiento del Estado por parte de las grandes familias tradicionalmente poderosas.

    2. De Soto llama a esto Mercantilismo (en su famoso libro "El otro sendero") pero para muchos es una economía colonial (porque se caracteriza por la exportación de materia prima y la generación de riqueza no financiera, o sea, inmediata, como producto de las prebendas de los gobiernos de turno).

    3. Ello explica por qué ni el Capitalismo ni el Neoliberalismo ni la Democracia han llegado de manera auténtica al país (solo en su forma literal) porque tenemos una clase social que siempre ha procurado mantener el control del país ("su" país) pues tiene una conformación mental colonialista en la cabeza (un grupo de blancos explotando a la inmensa mayoría de nativos).

    4. Esto no es marxismo ni mucho menos sino un expresión producto de la realidad. La clase alta peruana necesita del Estado corrupto para obtener de él sus grandes negocios y ganancias, de ahí la desesperación por las privatizaciones para obtener sus beneficios, no con trabajo, sino con "decretos leyes" que les entreguen en bandeja todos los recursos (el grupo Romero es el más claro ejemplo de cómo se puede ser rico aquí gracias solamente al Estado).

    5. Pero ¿y qué pasa con el resto? ¿No existe? Sí existe, y ha creado una economía paralela que no es occidental sino de raíz andina, con sus leyes y sistemas provenientes de la tradición. Esto ha generado con el tiempo (desde 1970 aproximadamente) un nuevo estrato económico emergente (los llamados informales) que con justo derecho reclaman formar parte de la gran economía del país.

    6. Ello explica también la gran pugna que existe hoy en el Perú por el control del Estado: la CONFIEP versus los informales (o emergentes), estos últimos visibles a través de los movimientos provincianos y, en especial, por la insurgencia de Humala y quienes lo apoyan, que no son otros que los grandes capitales no tradicionales que ven con interés la subida de un "antisistema" que pueda cambiar ciertas leyes para que los favorezcan (no son humalistas, pero el humalismo puede provocar ciertos cambios que ellos necesitan).

    7. Estamos, entonces, a las puertas de una revolución entre dos fuertes sectores económicos. ¿Quién ganará? Los tiempos, y la mayoría, están con los nuevos, cosa que el grupo tradicional lo sabe y de ahí su desesperación por aferrarse a como dé lugar al poder. Pero la historia es inexorable y todo parece indicar que ha llegado la hora del cambio de manos.

    Muchas gracias.

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  2. David Huamán Sifuentes

    EL articulo refleja lo que Matos Mar llama el Perú real, que es la expreción concreta de nuestro pais y no las formas pintorescas que nos muestra el Perú oficial. Demuestra además el colapso de la teoria de Draker que sostiene estar en la sociedad del conocimiento, ya que en la sierra y la selva existen altos indices de analfabetismo,pobreza y desnutición.

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