Científicos de Estados Unidos están a punto de iniciar un experimento clínico para tratar daños cerebrales con progesterona, la hormona femenina que alguna vez se utilizó en las píldoras anticonceptivas.
Investigadores que hablaron en la reunión anual de la Asociación Médica para el Avance de la Ciencia, en San Diego, California, dijeron que el tratamiento pudiera, eventualmente ser suministrado a los soldados con heridas en la cabeza, o a otros pacientes con traumas cerebrales.
La progesterona es una hormona esteroide que se produce en forma natural en las mujeres. Los científicos dicen que pequeñas cantidades de esa hormona existen en el cerebro de ambos sexos y es muy importante en el desarrollo de las nerunas.
Los investigadores explicaron, dijo el corresponsal de BBC, Matt McGrath, que la hormona tiene también un efecto protector en los tejidos dañados.
Ahora, científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad Emory, están listos para probar en un ambiente controlado dentro de varios laboratorios, la hormona a gran escala, en un experimento en el que tratarán a más de mil pacientes con daño cerebral.
Los investigadores piensan que la progesterona suministrada inmediatamente después de que alguien haya sufrido un daño cerebral, puede reducir el porcentaje de muertes en un 50%.
El doctor David Wright, jefe de la investigación, dice que simplemente tomar una píldora anticonceptiva no ayudaría en nada si se trata de un daño cerebral serio.
La nueva fase de este experimento, la Fase III, se realizará en 17 centros médicos en Estados Unidos y tratará a cerca 1.140 pacientes con daño cerebral durante un periodo de tres a seis años.
Fase III
Este tipo de experimentos, cuando llegan a la Fase III, es un indicador de que se está en la última etapa antes de que el tratamiento pueda estar disponible para el público.
Durante un experimento previo, con apenas 100 pacientes, se demostró que la hormona inyectada inmediatamente después de sufrir un daño cerebral resultó un procedimiento muy seguro que redujo el riesgo de muerte, y la secuela de incapacidades a largo plazo.
Según estadísticas oficiales, en Estados Unidos un daño cerebral grave ocurre cada 15 segundos, lo que causa unas 50.000 muertes cada año, y más de 80.000 casos de personas que quedan incapacitadas.
Ningún tratamiento médico para este tipo de heridas ha sido aprobado en EE.UU. en los últimos 30 años.
Fuente: bbc.co.uk