El programa desarrollado en Entre Ríos y La Plata reproduce movimientos mediante la estimulación visual. Beneficia a personas con parálisis.
La mirada dice más que mil palabras y, en algunos casos, más que cientos de músculos. Investigadores de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) diseñaron un programa informático que reproduce, en tiempo real, las ondas emitidas por el cerebro humano sin necesidad de utilizar músculos o nervios periféricos. Gracias a esto, las personas afectadas por enfermedades paralizantes podrán activar un objeto –una silla eléctrica por ejemplo- sin ayuda de un tercero.
“El objetivo es que las personas con esclerosis lateral amiotrófica, lesión medular o daño cerebral puedan controlar una prótesis o una silla de ruedas directamente desde modulaciones en su actividad cerebral”, dijo a la agencias de noticias Télam Gerardo Gentiletti, coordinador del proyecto.
Si bien la “interfase cerebro-computadora (ICC) basada en la electroencefalografía se estudia desde hace veinte años, es inédito en Argentina y el resto de Latinoamérica un simulador que actúe en tiempo real”, explicó Gentiletti.
Los técnicos desarrollaron un simulador de una silla de ruedas que realiza sus movimientos mediante la estimulación visual. El cerebro envía el mensaje a través de ondas llamadas P300 y el ordenador lo recibe, analiza, decodifica y traduce en los movimientos que el cerebro quiere ejecutar. El único requisito para los pacientes es que la capacidad cognitiva del cerebro no esté dañada.
El investigador manifestó que “el conocimiento para trasladar de un simulador a una silla de ruedas robótica lo tenemos, faltarían recursos para tener la tecnología final”. Por el momento, el siguiente paso “es dotar de practicidad al proyecto para lo cual tendremos entrevistas con neurólogos del Instituto Fleni de Buenos Aires”, dijo Gentiletti.
El descubrimiento surgió del trabajo conjunto de un grupo de bioingenieros del Laboratorio de Ingeniería en Rehabilitación e Investigaciones Neuromusculares y Sensoriales de la UNER y de los ingenieros en informática de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
ANTESALA DEL DESARROLLO. Las investigaciones con ondas P300 comenzaron en la década del 60 pero fue en los 80 cuando comenzaron aplicarse a una ICC y ahora “algunos países europeos como Suiza y Austria y los Estados Unidos también las aplican aunque trabajan con otras líneas de conocimiento”.
Argentina, en conjunto con especialistas de Chile, integran el grupo sudamericano que intercambia información con la Universidad de París para mejorar la detección de las ondas P300.
La Universidad de Entre Ríos trabaja desde el 2006 en este proyecto con la UNLP. “Somos un grupo multidisciplinario que presentamos una alternativa, pero no somos la solución directa al problema, hay que contar con una empresa para desarrollar esa tecnología”, dijo el coordinador.
Fuente: criticadigital.com