Si encontrar un trabajo ya es complicado para un joven en los tiempos que corren, lo es más para un joven con discapacidad. Y es que este colectivo también busca empleo. De hecho, 1.047 Millennials con discapacidad de la Comunidad Valenciana están justo en ese proceso, el de conseguir un trabajo. El director general de la Fundación Adecco -entidad comprometida con la inclusión laboral de personas con discapacidad, parados de larga duración, mujeres víctimas de violencia de género y personas que se encuentran en situación de riesgo de exclusión social-, Francisco Mesonero, lo tiene muy claro: «Nadie sobra en el mercado laboral: ni los mayores de 55 años ni los jóvenes con discapacidad, a los que todavía, sin embargo, se sigue discriminando».
«Los Millennials constituyen una generación clave para nuestro mercado laboral, en un contexto de récord de envejecimiento, en el que no se incorporan suficientes jóvenes al mercado para abastecer a la creciente masa de jubilados», apunta Mesonero sobre la necesidad de incorporar jóvenes, también con diversidad funcional, en los puestos de trabajo que van dejando los más mayores.
La Fundación Adecco, por ejemplo, según datos de la propia entidad, generó el año pasado 725 empleos para jóvenes con discapacidad. «Podemos constatar que la ratio de éxito en la incorporación es muy alto, reduciéndose la rotación y el absentismo, en contra de los prejuicios que siguen asentados en la sociedad y en las empresas. Las personas con discapacidad que deciden participar en el mercado laboral, lo hacen porque realmente desean hacerlo, duplicando su compromiso y rendimiento», asegura el director general de Adecco.
Actualmente, en España se contabilizan 9.477 jóvenes con discapacidad -hasta 25 años- inscritos como demandantes de empleo, de los cuales el 11% son de la Comunidad Valenciana. La mayor parte de estos residen en Valencia (59,8%), seguidos de Alicante (28,5%) y Castellón (11,7%).
El perfil medio de joven discapacitado que busca empleo es de un hombre (64%), con discapacidad física (41%) y que lleva más de un año en paro (35%). Aunque el 90% cree que su discapacidad le refuerza en valores como el esfuerzo, la constancia o la tolerancia a la frustración, esta confianza en sus habilidades se contrarresta con la percepción que tienen de la sociedad y del mundo empresarial. De hecho, el 76% cree que su discapacidad le perjudicará a la hora de encontrar un empleo. Según Mesonero, «la discapacidad conlleva, en muchos casos, la convivencia con el sacrificio y no es extraño que los jóvenes se vean reforzados en dichas competencias, sintiéndose capaces de llevarlas al ámbito de la empresa».