Bahrain announces it is cutting all ties with Qatar
Bahrain has announced it is cutting diplomatic ties with Qatar, according to a statement carried on Bahrain News Agency.
Eclectic: Temas, eventos, cosas graciosas, recuerdos, suspicacias y otros mangos
Bahrain has announced it is cutting diplomatic ties with Qatar, according to a statement carried on Bahrain News Agency.
Solo había dos países pertenecientes a Naciones Unidas que no apoyasen el pacto contra el calentamiento del planeta: Siria y Nicaragua. Ahora ya son tres.
Las consecuencias de que el presidente Donald Trump retire a Estados Unidos del Acuerdo de París contra el cambio climático son muchas y complejas, la mayoría negativas. No obstante, al margen de especulaciones, hay algunas cuestiones claras:
Lo primero es que EEUU deja un pacto que es apoyado por otras 193 naciones del planeta ( aquí está la lista), prácticamente todos los países de la Tierra. Solo hay dos pertenecientes a Naciones Unidas que no están: Siria y Nicaragua. Pero todos los demás lo firmaron, incluso la Corea del Norte de Kim Jong Un.
Tras aprobarse un acuerdo internacional de este tipo, luego hay que esperar un tiempo hasta que se suman las ratificaciones de países suficientes para que entre en vigor. El pacto de París es el acuerdo internacional que más rápido ha conseguido su ratificación en la historia de Naciones Unidas.
La salida de EEUU no va a gustar al resto del planeta y va a provocar reacciones. La expresidenta irlandesa Mary Robinson ya había adelantado que, si Estados Unidos decidía retirarse de los compromisos asumidos en el Acuerdo de París contra el cambio climático, se convertiría en “un estado paria”.
El Acuerdo de París supuso un hito justamente por unir a tantos países de la Tierra contra el cambio climático, aunque no todos tienen la misma responsabilidad en este problema. Dentro del pacto están los países más industrializados que históricamente son los más culpables de que el planeta se esté calentando a causa de los gases de efecto invernadero lanzados a la atmósfera desde la Revolución Industrial por la quema de carbón o petróleo(como la UE, EEUU, Japón, Canadá, Rusia…). También incluye a las naciones emergentes que sin haberlo causado sí que resultan ahora decisivas para resolver el problema (como China, India, Brasil…). Y cuenta además con el apoyo de las naciones petroleras (Arabia Saudita, Qatar…) o el conjunto de los países en desarrollo.
La salida de EEUU supone que el que es hoy el segundo mayor emisor de gases de CO2 en el mundo (el primero es China) y el mayor emisor histórico desde la Revolución Industrial deja a todos los demás que resuelvan el problema. Por un lado, esto hace mucho más difícil el esfuerzo colectivo para que el aumento de la temperatura media del planeta no suba más de 2 °C (3.7°F).
Pero además provoca una muy injusta paradoja: que otros países mucho más pobres y sin ninguna culpa (incluso naciones africanas como República Democrática del Congo, Burundi, Liberia…) contribuyan al esfuerzo internacional contra el cambio climático, mientras el principal responsable mira hacia otro lado.
Antes del Acuerdo de París, Naciones Unidas ya consiguió que se aprobase un tratado contra el cambio climático: el llamado Protocolo de Kioto (que obligaba a reducir emisiones solo a los países más ricos). Sin embargo, se quedó prácticamente en nada. En aquella ocasión el motivo fue… EEUU. Después de años de negociaciones, en 2001 el presidente George W. Bush decidió no ratificar el tratado.
Tras este revés, tuvieron que pasar 14 años hasta que se consiguió cerrar de nuevo un acuerdo, el de París, que por primera vez involucraba a todos los países en la lucha contra el cambio climático.
No cabe duda que la retirada de EEUU pone en peligro la mejor oportunidad que se tiene ahora mismo para luchar de forma colectiva contra el cambio climático antes de que sea ya demasiado tarde. Algunos países que se sumaron al pacto en 2015 por la presión de quedarse aislados podrían aprovechar ahora para seguir la senda de EEUU, lo que haría saltar por los aires el acuerdo. Aunque también puede pasar todo lo contrario: que todas las naciones consoliden más su unión como respuesta a EEUU. Ninguno de los dos escenarios parecen positivos para el país que preside Trump.
De momento, China y la UE ya han asegurado que continuarán con el Acuerdo de París aunque no esté EEUU.
Paradójicamente, no cambia tanto para EEUU abandonar o no el Acuerdo de París desde el punto de vista de sus acciones internas. Es de suponer que alguien se lo habrá explicado al presidente Trump, pero este pacto climático no fija obligaciones de reducción de gases para los países, sino que solo les compromete a cumplir sus propios planes nacionales ( aquí el texto del acuerdo). Se diseñó así para conseguir el apoyo de todos y para evitar el rechazo específico de EEUU.
Esto quiere decir que la política climática de EEUU no viene marcada por Naciones Unidas, sino por las normas que se pongan en marcha en el país. Hasta la llegada de Trump, estas políticas se basaban principalmente en el Plan de Energía Limpia de Obama. Pero este programa quedó bloqueado en la Corte Suprema y el nuevo presidente ya ha dado los primeros pasos para desmantelarlo.
Si el objetivo de EEUU con Obama era que EEUU redujera sus emisiones entre un 26% y un 28% para 2025 con respecto a los niveles de 2005, la consultora Rhodium Group estimó que si se cancelan las políticas energéticas del gobierno anterior entonces no se llegará a una disminución del 14%, aunque se hubiera seguido en el Acuerdo de París.
El pacto de Naciones Unidas tampoco incluye sanciones si no se cumplen los objetivos nacionales. Solo compromete a los países a presentar información transparente sobre sus emisiones para poder seguir sus progresos y, en caso de no alcanzar sus objetivos nacionales, prevé simplemente que entre en acción un comité de carácter facilitador.
Quizá Trump se planteó dejar el pacto de París para no tener que dar explicaciones sobre lo que emita o no EEUU. Pero es probable que su salida aumente todavía más la presión sobre lo que haga en materia climática. Si los otros países del mundo realizan esfuerzos para reducir sus emisiones, seguro que reclaman lo mismo a Trump, esté o no en el pacto.
¿La decisión de Trump hará que se dejen de realizar esfuerzos para reducir las emisiones o que salte por los aires el gran pacto internacional contra el cambio climático? Es muy difícil saber hasta qué punto puede perjudicar una decisión así la lucha contra el cambio climático. En gran medida dependerá de cómo reaccione el resto del mundo. Como hemos visto en el punto anterior, Trump puede desmantelar toda la política climática de EEUU esté dentro o no de París. Ahora bien, hay muchas empresas y estados en el país que van hace tiempo en una dirección muy distinta a la del presidente. Este miércoles, la ciudad de Nueva York mostró su compromiso con el pacto de París esté EEUU dentro o no.
No es muy creíble que Trump pueda acabar con la transformación del mundo hacia unas energías más limpias. Ahora bien, seguro que todo esto puede retrasarlo y también generar muchas tensiones entre los países.
En: univision
It’s been 24 years since a president fired the director of the Federal Bureau of Investigation.
In 1993, President Clinton ousted William Sessions as FBI director after Sessions refused to voluntarily step down amid ethical concerns. It was the first and only time to happen in U.S. history. That is, until Donald Trump fired James Comey.
Sessions, appointed by Ronald Reagan, had been under investigation by the Justice Department’s Office of Professional Responsibility during George H.W. Bush’s final year in office.
Here’s how The Times reported the findings at the time:
“The Justice Department report found, among other things, that Sessions had engaged in a sham transaction to avoid paying taxes on his use of an FBI limousine to take him to and from work, that he had billed the government for a security fence around his home that provided no security and that he had arranged business trips to places where he could meet with relatives.”
Sessions dismissed the findings and refused to resign.
Clinton, at the recommendation of his attorney general, Janet Reno, dismissed Sessions.
“We cannot have a leadership vacuum at an agency as important to the United States as the FBI,” Clinton said at a White House news conference. “It is time that this difficult chapter in the agency’s history is brought to a close.”
Sessions serves on the board of directors for non-profit think tank, The Constitution Project. According to the website, he is a partner at the Holland & Knight law firm Washington, D.C.
In: latimes
Abraham Lincoln’s name is frequently invoked as one the greatest — if not the greatest — leaders ever produced on American soil.
Adolf Hitler’s name is frequently invoked as one of the worst — if not the worst — human beings ever produced on Planet Earth, a man worthy of enough scorn that his name is a colloquial benchmark for what constitutes evil (i.e., “That guy sucks, but he’s no Adolf Hitler”).
Aside from being born in the same century, these two men would seem to have very little in common, unless you’re asking North Carolina lawmaker Larry Pittman.
The Republican General Assembly member from Cabarrus County this week called the 16th president “the same sort (of) tyrant” as Adolf Hitler,” according to the Charlotte Observer.
Pittman made the comparison on Facebook while responding to a commenter who was critical of legislation the lawmaker has introduced that seeks to bring an end to same-sex marriage in North Carolina, the Observer reported.
Pittman’s bill maintains that the “U.S. Supreme Court overstepped with its 2015 ruling that effectively voided an amendment to North Carolina’s constitution forbidding same-sex marriage,” according to the Associated Press.
Pittman appeared to be arguing that the definition of marriage should be left to the states, the Observer reported, when he wrote that North Carolina should ignore same-sex marriage “in spite of the opinion of a federal court.”
“And if Hitler had won, should the world just get over it?” he added. “Lincoln was the same sort if (sic) tyrant, and personally responsible for the deaths of over 800,000 Americans in a war that was unnecessary and unconstitutional.”
Pittman did not respond to requests for comment from The Post.
Now, as you may suspect, Pittman is not alone in his assessment of Lincoln in the Deep South, where the Civil War is often called the “War of Northern Aggression.”
And while his Lincoln/Hitler comparison may sound absurd, the argument that Pittman is trying to make is based on the 10th Amendment, which says the federal government possesses only those powers delegated to it by the Constitution and that all remaining powers are reserved for the states or the people.
It was the Southern states’ attempt to secede, based on the 10th Amendment argument — and Lincoln’s actions to prevent that — that resulted in the Civil War.
And the 10th Amendment argument has been used repeatedly against federal legislation and court actions, such as school desegregation and the Civil Rights Act. (Other amendments and clauses in the Constitution have been used as the basis of arguments made in support of federal laws and regulations, defeating those challenges based on the 10th Amendment.)
Pittman’s comments arrived a day after another prominent Republican dropped a widely criticized Hitler comparison.
While discussing Syrian President Bashar al-Assad’s alleged use of chemical weapons, White House press secretary Sean Spicer said that the weapons were so heinous that even Adolf Hitler did not even use them during World War II, according to The Washington Post’s Jenna Johnson and Ashley Parker.
White House press secretary Sean Spicer on April 11 said Adolf Hitler didn’t use chemical weapons during World War II. Hitler’s regime exterminated millions of Jews in gas chambers.(Reuters)
Hitler — as the media quickly pointed out — killed millions of Jews using gas chambers.
“We didn’t use chemical weapons in World War II. You know, you had a, you know, someone as despicable as Hitler who didn’t even sink to using chemical weapons,” Spicer said. “So you have to if you’re Russia, ask yourself: Is this a country that you, and a regime, that you want to align yourself with? You have previously signed onto international agreements, rightfully acknowledging that the use of chemical weapons should be out of bounds by every country.”
Johnson and Parker reported that, in an attempt to clarify his comments, Spicer then said Hitler took Jews “into the Holocaust center” but that Hitler “was not using the gas on his own people in the same way that Assad is doing.”
In: washingtonpost