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27/12/11: La Hacienda Buena Vista: historia de una finca colonial en las alturas del Valle Lurín

Al verla asentada en la cima de un promontorio rocoso, dotada de una vista privilegiada del valle circundante y de una imponente presencia, se pensaría que no estamos frente a la Hacienda Buena Vista, sino en Grecia y ante la añeja Acrópolis. Sin embargo, tanto la historia que la rodea como la arquitectura que le es fiel rezuman memorias de una época que transcurrió en el Perú colonial y republicano.

La Hacienda Buena Vista es una de las fincas que se edificaron en el sur. Está ubicada en el camino a la Rinconada de Lurín y es propiedad de la Instituto de Hermanas Agustinas de Jesús. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Vista desde la Avenida Manuel del Valle, la Hacienda Buena Vista resalta por encima de los árboles y chacras del último valle verde de Lima: el del río Lurín, simulando la estampa de un castillo feudal o de la Acrópolis grecorromana. Esta casa-hacienda data del siglo XVIII y desarrolló, durante la colonia, una eficiente producción de pastos, algodón y cereales. Su posición estratégica y privilegiada en el valle, con vista incluida a la costa, le dan dado el nombre: el de Buena Vista.

Hacienda Buena Vista es un Monumento Integrante del Patrimonio Cultural de la Nación desde el 2003. Foto compartida por María Abril.

A la llegada de los españoles al valle de Lurín, las tierras agrícolas y los naturales residentes fueron dados en encomienda a los conquistadores. Esto produjo cambios significativos que, con el tiempo, hicieron necesaria la construcción de haciendas como las de San Pedro, Buena Vista, Villena y Las Palmas para el abastecimiento de alimentos y el aprovechamiento de la mano de obra. Los primeros españoles que propugnaron la existencia de las encomiendas en la zona para la evangelización de los naturales fueron Miguel de Estete, Juan Maldonado, Francisco Gonzáles, Juan de Villafuerte, entre otros.

Galerías de la Hacienda Buena Vista, Lurín. Foto: Marco Gamarra Galindo.

“Durante el siglo XVIII –época en que fue erigida-, la Hacienda Buena Vista fue propiedad de Diego de Chávez, Diego y Martín Chávez Calderón y Francisco Antonio Lastras. En el siglo XIX le perteneció a Josefa Jacot, Francisca Jacot, Pedro y Lauro Arciniegas. En el siglo XX a la familia Bazo y Arciniegas, Rosa y Manuel Valle, y finalmente a la familia Olcese. Se dice también que en esta hacienda habría vivido Micaela Villegas, la ‘Perricholi’, amante del Virrey Amat. Por esto se le conoce también a la finca como Casa del Virrey Amat”, señala el Inventario Turístico del Perú. Leer más »

21/12/11: “Que Lima deje de ser una incógnita para su gente”

Era una mañana de octubre. Me levanté como todos los días, descansado por una semana de arduo estudio universitario, listo para emprender las actividades del día. Era fin de semana y, atraido por leer las noticias, me acerqué a recoger El Comercio que todos los sábados y domingos llega a casa. Grande fue la sorprenda cuando, en la sección ‘Limeños de todas las cepas’ apareció “un joven alto, algo lánguido y de ojos almendrados”, comentando su pasión por Lima y su vocación por recuperar su memoria de gran ciudad milenaria. La entrevista iba adjunta de dos fotografías: de una grande, contrapicada, resaltando al entrevistado y, detrás de él, la fina estampa de una dieciochesca portada. La segunda fotografía mostraba la Lima prehispánica, oculta y llena de misterios. El entrevistado resaltaba la necesidad de que la historia de Lima fuese conocida por sus ciudadanos: “Conociendo Lima nos conocemos a nosotros mismos”, afirma. Por ello, a través de sus publicaciones, intenta cada día “que Lima deje de ser una incógnita para su gente”. Aquel personaje era yo, respondiendo las preguntas del periodista Javier Lizarzaburu, hace unos días atrás, en el Barrio Chino. Días que no olvidaré.

Horas después sería felicitado por muchos familiares y amigos. Les agradezco mucho a todos ellos y a aquellas personas que tienen el interés por conocer su ciudad. Yo seguiré como siempre, haciendo mi trabajo de hormiga.

Artículo del Diario El Comercio
PERFILES – LIMEÑOS DE TODAS LAS CEPAS

Por: Javier Lizarzaburu

Domingo 30 de Octubre del 2011

“QUE LIMA DEJE DE SER UNA INCOGNITA PARA SU GENTE”

Marco Gamarra Galindo, 18, lleva unos años conociendo a pie la ciudad y, casi sin proponérselo, ha ido recuperando memoria urbana. Usa las redes sociales e Internet para difundir sus hallazgos.

“Esta aquí cerca. Verás que te va a sorprender”. No es una línea de ‘Alicia en el País de las Maravillas’, pero bien podría serlo. La avenida Abancay se convierte en un espejo gigante y la atravesamos. Una vez del otro lado, las piezas de ajedrez que en el cuento de Lewis Carroll toman forma humana, aquí son ejércitos de vendedores que ofrecen juguetes, globos, disfraces, piñatas, máscaras, collares de perlas de colores. Sueños. Fiesta. Es una transición entretenida. El cuento y la realidad se mezclan, y avanzamos hasta el lugar que Marco ha elegido para hacer la foto de esta nota. Entramos.

Es una propiedad sobre el jirón Cusco, y después de pasar por unas tiendas interiores y dejar atrás la intensidad comercial del lugar, llegamos a un área tranquila, de cuartos con puertas de todo tipo y callejones interiores. Aquí, de pronto, detrás de una morera surge una pequeña joya del barroco colonial. Es un arco del año 1774 que fue parte del colegio mayor San Pedro Nolasco. Es todo lo que queda del claustro mayor que en el siglo XVII un hermano de la orden mercedaria, Francisco Bueno, describía como “lo mejor de Lima”.

“Escogí este lugar porque es un claro ejemplo de cómo está el patrimonio en el centro”, explica Marco, que es un joven alto, algo lánguido y de ojos almendrados. A sus 18 años, en Internet y en las redes sociales ya tiene fama de ser uno de los mejores conocedores de la ciudad. “Lima siempre me sorprende”, señala. “Tiene cosas escondidas que al conocerlas impactan”, e indica que este arco fue recientemente descubierto por un programa de televisión, y que es algo tan novedoso que no aparece en ningún libro sobre la ciudad ni en ningún folleto turístico. Leer más »

14/12/11: La Hacienda Caballero, historias de un potentado español y de un cura decapitado

Existió en la colonia, allá en el siglo XVII, un personaje que pudo poner en problemas a toda la Lima cuadrada. Juan Caballero de Tejada, regidor del cabildo limeño, era el mayor abastecedor de carne, leche y queso en la ciudad. Su finca y casa de campo –la hacienda Caballero- era una de las más importantes del valle del río Chillón por su producción agrícola y vacuna. Este hacendado, convertido en un potentado económico, adquirió tierras e inmuebles con las cuales fundó el Mayorazgo de Caballero. Estudiar la historia de la Casa Hacienda Caballero es conocer cómo estaban fundados los sistemas de producción, las élites sociales y la utilización de la tierra.

La Hacienda Caballero, patrimonio cultural de Lima Norte. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Rodeada de vastas áreas de cultivo, en el kilómetro 31 de la carretera a Canta, se encuentra erigida la Hacienda Caballero, en el actual distrito de Carabayllo (Lima). Su presencia evoca la imponencia y esplendor de aquellas haciendas que mantenían poblaciones numerosas, fincas que manejaban una fuerza productora de considerable proporción y latifundios que establecían la moda en sistemas de producción por la avanzada técnica que empleaban.

En la Hacienda Caballero se criaban toros de lidia. Caballero de Tejada los enviaba al ruedo de la Plaza de Acho del Rímac. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Han pasado más de tres siglos desde que Juan Caballero fue el propietario de esta gran hacienda. Unos años menos desde que el General José de San Martín, el libertador argentino, iniciara su recorrido de ingreso hacia la ‘Ciudad de los Reyes’ desde Lima Norte para romper cadenas y alcanzar la tan ansiada libertad. Las tropas patriotas, lideradas por San Martín, tomaron la Hacienda Caballero por considerarla un lugar estratégico de acceso a Lima y por ser una zona clave en la producción de alimentos, esto luego de una serie de enfrentamientos contra las tropas realistas por la posesión del valle.

Sala principal de la hacienda Caballero. El descuido es notorio. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Años después, con la invasión chilena en territorio nacional, la Hacienda Caballero sufre asaltos y destrozos de considerable magnitud. Luego de la ocupación chilena, se encarga de la hacienda la familia Calmet (en 1918), quien además era dueña de la hacienda Huarangal, que se encuentra frente a Caballero, cruzando el río Chillón.

En el camino a Canta, donde se ubica la hacienda Caballero, no es tan díficil cruzarce con un tractor. Foto: Marco Gamarra Galindo.

En el siglo XX muchas haciendas se convertirán en sociedades agroindustriales, que a su vez estaban relacionadas a actividades ligadas a la minería, la banca y la construcción, lo cual convirtió a sus propietarios en un importante grupo de poder económico del país y, a vez, en protagonistas de la vida política y militar del Perú. En 1965 existían veinte haciendas en el valle del Chillón, las cuales eran administradas por nueve propietarios, entre ellos destaca Ernesto Nicolini. La Hacienda Caballero perteneció, luego, a la Sociedad Agrícola Los Cedros. Para ese entonces el producto más sembrado era el algodón que era llevado después a la desmotadora de la hacienda Chocas y de ahí llevado al Callao para ser exportado.

Carabayllo posee vastas áreas dedicadas a la agricultura. El proceso de expansión urbana no ha llegado a las zonas de Punchauca, Caballero, Torreblanca, Yangas, Chocas, Trapiche, entre otros. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Uno de los ex-trabajadores de la hacienda, el Sr. Valverde, nos relata que en la época de los Nicolini, el trato era humano y había de dónde subsistir. Desde su modesta bodega, en el antiguo pueblo de los peones –al frente de Caballero- trae a la mente el recuerdo de su juventud, vinculada a la agricultura, al trabajo arduo y a las leyendas urbanas que se han tejido alrededor de la finca. “Cuando vinieron los españoles a esta parte del valle quisieron apoderarse de los terrenos de los que trabajaban la tierra; luego de preguntarse cómo hacerlo, solicitaron al cura del lugar que celebrara una misa para juntar a todos los ‘parceleros’ (estos trabajadores a quienes los españoles querían quitar sus tierras ya habían tenido contacto con los hispanos mucho antes, esto porque asistían a la misa y estaban familiarizados con una capilla). Los españoles que codiciaban esta zona pidieron al cura que los convocara para así poder capturarlos a todos y apoderarse de sus tierras. Para ello le acercaron al cura un documento que acreditaba que este iba a hacer una misa e invitar a todos los ‘parceleros’. El cura se rehusó y, en cambio de ello, dio su palabra de caballero. De ahí viene el nombre. Cuando vinieron los españoles a la misa, encontraron únicamente al cura, mas no a los trabajadores de las tierras: les había alertado del peligro y los había hecho huir. Los españoles mandaron a decapitarlo y por eso cuentan que por acá sale un curita sin cabeza”, narra espléndidamente.

El Sr. Valverde es una fuente viva. Desde su humilde bodega, atiende a los pobladores de Caballero, el pueblo que está al frente de la hacienda. Foto: Marco Gamarra Galindo.

El sistema económico basado en las haciendas terminó durante el gobierno de Juan Velasco Alvarado, quien promulgó la Reforma Agraria; así la propiedad de las tierras agrícolas, pasó a manos de los campesinos que trabajaban el campo. La hacienda Caballero, unida con la hacienda Chocas formó la Cooperativa María Parado de Bellido N° 64, con 560.33 hectáreas cultivables cuyos beneficiarios eran 106 socios. En poco tiempo las cooperativas se convirtieron en poblados rurales, tal es así que en 1984 la población de Caballero y Chocas sumaban 3,570 habitantes, quienes participaban en las actividades agrícolas de siembra y cosecha de productos agrícolas.

Richard Pereyra, arquitecto, y Enrique Mori, bibliotecario, observando el material con el que han sido hechas las paredes. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Para el historiador Edgar Quispe, a pesar de las ventajas comparativas que poseen las tierras agrícolas del valle del Chillón (cercanía al mercado limeño, fertilidad de las tierras, carreteras, y, sobre todo, abundante agua de riego tanto de río como de puquiales), los campesinos decidieron individualizarse y perder la cooperativización de la tierra, que tanto esfuerzo y sacrificio les costó obtener.

El pequeño pueblo donde descansaban los trabajadores de la hacienda tiene por nombre Caballero y hoy es habitado por varias familias. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Para ingresar a la casa hacienda se tenía que ascender por una amplia escalera –que sobrevive- y luego se llegaba a una terraza techada, desde donde se apreciaba los campos de cultivo, las rancherías de los esclavos, los galpones y los corrales. Asimismo, al costado de la escalera principal se encontraba un pozo construido para obtener agua. Existe, además, en sus paredes aledañas una capilla familiar, cuyas torres estaban adornadas de campanas. En sus interiores se contaba con un reluciente retablo y otros a los lados. Su techo fue abovedado de medio cañón y hasta 1998 se podía apreciar el alto coro que se encontraba ingresando a la capilla.

Capilla familiar de la Hacienda Caballero todavía en pie. A su costado, un muro de la finca que deja ver en su relieve la figura de un toro de lidia. Si no existen programas para su recuperación, quedarán en el recuerdo de aquellos que alguna vez la visitamos. Foto: Marco Gamarra Galindo.

La arquitectura de este inmueble, añade el catedrático de la PUCP, Juan Luis Orrego, presenta “tres niveles y paredes de adobe de casi medio metro de ancho, además de elementos traídos de Europa como sus baldosas, algunas de las cuales aún permanecen en su lugar original”. Unos detalles que dejan ver sus paredes exteriores son las pinturas murales que muestran el retrato del valle y los toros de lidia, criados en esta hacienda para la práctica de dicha costumbre hispana.

Hoy la hacienda Caballero permanece en el más triste olvido. Su historia es rica en pasajes importantes de nuestra identidad y pasado. Sin embargo, las autoridades parecen desconocer ello. Esperemos que sea pronta su recuperación. Leer más »

13/12/11: Celebración de Lima: 20 años Patrimonio Cultural de la Humanidad

Se cumplen 20 años, hoy 13 de diciembre, desde que el Centro Histórico de Lima fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad. La UNESCO aprobó la solicitud de inscripción del Centro de la capital en la sesión realizada en Cártago (Túnez), en 1991. Se reconoció, así, la importancia de una ciudad que durante los dos primeros siglos de la Colonia fue la capital de Sudamérica y propietaria por siempre de monumentos histórico-artísticos de relevancia internacional.

Cuando la situación económica ahogaba en 1990 a los peruanos, un grupo de amantes de Lima preparaba un documento que sería vital para la vieja capital.

Por este motivo se celebrarán conferencias y conservatorios que tendrán como tema central la recuperación del Centro Histórico de Lima, ya que, a pesar de ostentar el título merecido de Patrimonio Cultural de la Humanidad, nuestro querido Centro está en peligro latente de sufrir pérdidas de gran valor histórico-monumental.

CONVERSATORIOS
Del 12 al 16 de diciembre

1. “CENTRO HISTÓRICO DE LIMA, PATRIMONIO MUNDIAL: 20 AÑOS”,
Organizado por Perú Patrimonio y Sitios y PROLIMA, a realizarse los días 12 y 13 de diciembre de 3:00 a 8:00 p.m.
Salón de los Espejos del Teatro Municipal de Lima.

2. “OPORTUNIDADES DE INVERSIÓN EN EL CENTRO HISTÓRICO DE LIMA”, Organizado por: Lima la Única, Gerencia de Desarrollo Empresarial y PROLIMA. El día miércoles 14 de diciembre de 5.30 a 8.00 pm.
Salón de los Espejos del Teatro Municipal de Lima.

3. “CENTRO HISTÓRICO DE LIMA PATRIMONIO MUNDIAL: 20 AÑOS DE PATRIMONIO MUNDIAL DE LA HUMANIDAD – EVALUACIÓN Y PERSPECTIVAS” organizado por Municipalidad de Lima, La Fundación Descalzos del Rímac y SPATIUM empresa cultural.
Homenaje al arquitecto Juan Günther Doering.
Jueves 15 de diciembre 7.00 p.m.
Claustro de San Francisco del convento de los Descalzos del Rímac.

4. “ESPACIOS PÚBLICOS: ESPACIOS PARA EL DESARROLLO”
Reflexión sobre el uso de los espacios públicos y la importancia para la recuperación del tejido social como base para el desarrollo; además se realizara la entrega de premios del Concurso Internacional de Ideas “Tratamiento Integral de 5 Espacios Públicos en el eje Jr. Ancash – Centro Histórico de Lima”.
Viernes 16 de diciembre 6.00 p.m. Capilla Loreto del Centro Cultural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

LA NOCHE DE LIMA

17 diciembre
La celebración comprende una serie de actividades en el Centro Histórico, con la finalidad de recuperarlo como escenario de la diversidad cultural de Lima, estas actividades se van a realizar en simultaneo desde las 10.00 a.m. hasta las 12.00 .pm.

1. Caminata: “Paseando del Puente a la Alameda”
Plaza de Armas hasta el Museo de los Descalzos del Rímac; Llegada al Museo de los Descalzos y breve visita acompañados del Padre Mario Brown.
Salida 10.00 a.m.

2. Caminata: “Recorramos Lima Arqueológica”
De la Plaza San Martin hasta el Museo de Arqueologia “Josefina Ramos de Cox”, pasando por el Museo de Arqueologia y Antropología de San Marcos, culminando en el Parque de la Muralla y su Museo de Sitio.
Salida 3:00 p.m.

3. La Noche de los Museos en el Centro Histórico.
Organizado por la Red de Museos de Lima y la Gerencia de Cultura y Educación de la MML.
Desde las 6:00 p.m. hasta las 11:00 p.m.

4. Festival de Batucadas y Cajones
Dirigido por Lele – Malandra y Saskia Bernaola en la Plaza San Martin.
Inicio desde las 4.00 p.m.

5. Pasacalles
Jirón de la Unión
Inicio: 6:00 p.m.

6. Lima Camina
Eje Ica y Ucayali, desde la Iglesia San Pedro hasta el Teatro Municipal. Festival de arte cultura y diversión para toda la familia.
Desde las 6:00 p.m. a 11:00 p.m.

7. Plaza de Armas concierto de Gala
Concierto ejecutado por músicos sinfónicos: 775 Quinteto de Clarinetes, Concierto de Trombones para Lima, Orquesta de Jazz y Percusión, Ensamble PerúSax y Conjunto trompetas de Lima.
Desde las 8.30 p.m. a 12.00 p.m..

8. El Centro Histórico está de Moda
Desfile de Modas, frontis de Museo de la Literatura – Antigua Estación Desamparados-.
Organizado por Nino Peñaloza.
Desde las 7:00 p.m.

9. Lima noche Multimedia – Integro.
Performance contemporánea y noche multimedia dirigido por Oscar Naters del Grupo Integro.
Inicio 8.00 p.m. Plazuela del Convento de San Francisco. Leer más »

01/11/11: Casona de la Benemérita Sociedad Fundadores de la Independencia

El 6 de junio de 1920, el Presidente Augusto Bernardino Leguía otorgó a Andrés Avelino Cáceres -el héroe de la Breña- el bastón de Mariscal, en reconocimiento a su trayectoria en defensa del país. Este momento de la historia está retratado en el mosaico de la Casa de la ‘Benemérita Sociedad Fundadores de la Independencia, Vencedores del 2 de Mayo de 1866 y Defensores Calificados de la Patria’, ubicada en la Av. Arequipa 410.

La Casona que hoy alberga a la Sociedad Fundadores de la Independencia fue construida en 1922 en la antigua Avenida Leguía (hoy Avenida Arequipa). Foto: Marco Gamarra Galindo.

Esta suntuosa casona fue mandada a construir para ser residencia del expresidente Andrés Avelino Cáceres (1836 – 1923) y sede del ‘Museo de la Breña’. El historiador Jorge Guillermo Leguía, en sus apuntes biográficos sobre el ‘Brujo de los Andes’ señala que “el 7 de mayo de 1922 se puso la primera piedra del Museo de la Breña”, con el objetivo de guardar y exponer las reliquias del heroico soldado y de sus combates por la reconquista. Sin embargo, el fallecimiento del Mariscal, a semanas de inaugurarse la Casa como Museo y Residencia, determinó que este inmueble no fuese destinado como tal. El proyecto contaba con la aprobación del mismo Andrés A. Cáceres, quien había entregado al Estado valiosas reliquias de la Guerra del Pacífico para nutrir el Museo.

La hija del mártir ayacuchano, Zoila Aurora Cáceres, quien hizo numerosas y documentadas investigaciones, dijo en 1939 -sobre el Museo de la Breña- que no llegó a existir. Leer más »

21/10/11: Presentación I Workshop Barrios Altos

Hoy viernes 21 el programa de la Facultad de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) -el equipo de trabajo I Workshop de arquitectura patrimonial en Barrios Altos-, presentará sus hallazgos y propuestas urbanas sobre este barrio tradicional de la capital. La cita es en el Centro Cultural de la PUCP.

El I Workshop Barrios Altos: Arquitectura Patrimonial y Propuestas Urbanas buscó primero estudiar la situación actual de la zona, enfocándose en sus dos ejes principales, los jirones Ancash y Junín, para luego proponer intervenciones que conserven Barrios Altos y mejoren la calidad de vida de sus habitantes y visitantes.

Presentaremos nuestros hallazgos y propuestas el viernes 21 de octubre, a las 5:30 pm, en el Centro Cultural de la Pontificia Universidad Católica del Perú (Av. Camino Real 1075, San Isidro).

La entrada es libre

CRONOGRAMA:

5:30 pm – Inauguración, con las palabras del Arq. Reynaldo Ledgard Parró (Jefe del Departamento Académico de Arquitectura de la PUCP).

– Presentación, a cargo de la Arq. Adriana Scaletti, profesora del I Workshop de arquitectura patrimonial y propuestas urbanas en Barrios Altos (PUCP).

5:45 pm – Conferencia: La casa limeña del siglo XVIII, a cargo del Dr. San­dro Patrucco Núñez-Carvallo (PUCP).

6:15 pm – Conferencia: Lima y Centro Histórico: renovación urbana y futu­ro, a cargo del Dr. Wiley Ludeña Urquizo(PUCP).

6:45 pm Coffee Break

7:00 pm – Resumen de los trabajos, a cargo del Arq. Luis Martín Bogdano­vich, profesor del I Workshop de arquitectura patrimonial y pro­puestas urbanas en Barrios Altos (PUCP).

7:10 pm – Hallazgos y propuestas del equipo de trabajo I Workshop de arquitectura patrimonial y propuestas urbanas en Barrios Altos, a cargo de los representantes de los participantes en el taller.

8:00 pm – Clausura. Leer más »

15/10/11: El balcón más largo del Perú está en La Victoria

La Casona Calvetti, ubicada en el Jr. Hipólito Unanue, esquina con Iquitos y Canta (La Victoria, Lima), ostenta el balcón más largo del Perú y Latinoamérica. Este balcón republicano mide 99.22 metros y perteneció al ciudadano italiano Agustino Calvetti Nosiglia, primer propietario del inmueble. El famoso balcón ‘Calvetti’ permanece en buen estado, a diferencia de muchos otros de la gran Lima.

Hecho en madera, el Balcón Calvetti data del año 1924 y tiene estilo colonial, como las viejas casonas de Lima. Las familias que residen en dicha casona aseguran que fue comprada por un italiano cuyo apellido le da nombre al balcón.

En Lambayeque está ubicada la Casa de la Logia o Casa Montjoy, casona que alberga el segundo balcón más largo de nuestro país y América Latina (con 67m. frente a los 99.22m de Calvetti). Considerar sí, que este inmueble presenta el balcón colonial más largo (la casona Calvetti pertenece a la época de la República y no hay otra casa colonial que supere en metros la balconería de la Casa Logia). Independientemente de las fechas y sistema de balcones, estamos ante dos casas señoriales que merecen el cuidado de las autoridades y la ciudadanía organizada.

Hermosa Casona de la Logia (Lambayeque), con el balcón colonial más largo del Perú y América Latina. Foto: Municipalidad de Lambayeque.

Suntuosa Casona Calvetti, con el balcón más largo del Perú y América Latina. Foto: Municipalidad de La Victoria. Leer más »

12/10/11: Historia de la antigua iglesia Nuestra Señora de Guía

La iglesia Nuestra Señora de Guía o Iglesia de Guía es una recolección de los agustinos en Lima construida a inicios del XVII bajo la advocación de Nuestra Señora de Guía. Se ubicó a extramuros de la ciudad, en el actual distrito del Rímac o ‘Barrio de San Lázaro’. Esto fue así porque la Iglesia de Guía era una recolección -una tipologia dentro de la obra arquitectónica de los siglos XVII y XVIII compuesta por Conventos e Iglesias edificadas en las afueras de la ciudad, acorde con el régimen de vida recoleto que los religiosos debían profesar: pobreza, recogimiento, contemplación, estrechez y penitencia-. En relación con las otras recolecciones limeñas -que emprendieron tanto franciscanos, dominicos y mercedarios durante el Virreinato-, la perteneciente a esta orden era la que se encontraba mas alejada del Centro de la ciudad; específicamente cerca al puente que unía San Lázaro (Rímac) y el barrio de Monserrate (Cercado de Lima), el conocido puente de Palo.

Esta antigua construcción fue digna representante de un estilo arquitectónico que marco época en los siglos XVII y XVIII,. Otra iglesia de la misma tipología fue la Recolección Franciscana de Nuestra Señora de los Ángeles, conocida popularmente como el Convento de los Descalzos.

La orden agustina levantó su convento de recolección en la llamada Portada de Guía, una de las puertas de la antigua ciudad amurallada, situada en la actual Avenida Francisco Pizarro, cerca al cruce de las avenidas Túpac Amaru y Caquetá, en el Barrio de San Lázaro (Rímac). A partir de la construcción de la iglesia en 1619 fue conocido el lugar como el Santuario de Nuestra Señora de Guía, siendo, según Juan Günther, su primer prior el padre Juan Pecador. En 1625, el virrey Marqués de Guadalcázar ordenó su demolición al percatarse de que carecía de licencia real. Ante la falta, retira a los religiosos agustinos de la iglesia de Guía al convento de San Agustín, ubicado en el centro de la ciudad. Gracias al empeño del Prior mencionado, quien viajó hasta España en 1630 para lograr la autorización del rey Felipe IV, se inicia la reedificación de la recoleta de Guía. En 1634 los agustinos inauguran la nueva iglesia, en la que colocaron la imagen de Nuestra Señora de Copacabana y Guía, ejecutada por el indio Juan Agustín, que alcanzó gran devoción popular (Juan Luis Orrego, 2011).

Ruinas de la Iglesia Nuestra Señora de Guía. Foto: El Comercio, 1995. Arqueólogas María Esther Ríos Figueroa y Rosario Bisbal Cáceres denunciaron el estado de abandono en que se encontraba por ese año. Leer más »

12/10/11: Los interiores del Molino Santa Clara

El Molino Santa Clara (Barrios Altos), imponente casona republicana declarada Patrimonio Histórico de Lima (1973), tiene mucho que contar. Conocemos de ella su íntima relación con la colonia italiana asentada en nuestro país -la obra de Luis Josué Rainusso y la de sus hermanos ligures-, las dieciocho estatuas de marmol de carrara que estuvieron en su fachada, el empleo del extinto río Huatica por parte del molino para la elaboración de harina y su hermosa arquitectura de resaltante estilo italiano. Sin embargo, ¿qué conocemos de sus interiores?

Molino Santa Clara, ubicado a la izquierda de la iglesia Santa Clara, Barrios Altos. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Mañana de invierno. Barrios Altos a la vuelta de la esquina. Elevado el camino que emprendemos por el Jirón Áncash. Solos, en procesión, recorremos calles que son de otra época, de otro momento. El tramo que nos dirigía a la Quinta Heeren tendrá que esperar, pues, está sucediendo un hecho inédito. Una de las puertas del Molino Santa Clara se abre, sigilosamente, ante nuestros ojos. Al frente del portón central, una señora trata de ingresar: es nuestra oportunidad para conocer los interiores del molino. Cruzamos la pista desierta hacia el lado de la señora para, casi suplicándole, pedirle el ingreso a la centenaria casona. Con un gesto más de incredulidad que de afirmación, nos permite entrar. Un pequeña habitación nos recibe -oscura, rodeada de mueblería-; conduce al patio, acondicionado ahora a la vivienda de múltiples familias.

Vista desde la habitación oscura que conduce al patio interior. Urge la investigación y la documentación de los interiores del Molino Santa Clara. Foto: Marco Gamarra Galindo. Leer más »

02/10/11: La Casa de Abraham Valdelomar en Barranco

Barranco, villorrio limeño de carácter apacible, con suntuosas mansiones y casas veraniegas, ubicado en las afueras del Centro de Lima –considerado como ‘la Ciudad de los Molinos’, por los molinos de aire que albergaban muchas de sus residencias para abastecerse de agua, característica que le brindó un grato y pintoresco aspecto al distrito por muchos años-, también acogió entre sus callejuelas y plazas a destacados intelectuales y artistas del país. Con las siguientes palabras: “Vengo a Barranco a lavar mi espíritu en la diafanidad del cielo y a perfumarlo”, el poeta peruano Abraham Valdelomar evidenció su cariño por Barranco, catalogándolo como un lugar perfecto para desarrollar su producción literaria en tranquilidad y empaparse de creatividad.

El escritor peruano Abraham Valdelomar en su mansión de Barranco. Lima, 1916. Foto: Biblioteca Nacional del Perú.

El ‘Conde de Lemos’ -seudónimo con el que Pedro Abraham Valdelomar Pinto (1888 – 1919) firmaba muchos de sus escritos-, vivió en la calle del Padre Abregú (en honor al capellán de la ermita de Barranco en 1835, a quien Ricardo Palma dedica una pintoresca tradición y a quien Pancho Fierro dibuja en sus acuarelas). No solo el nombre de este pasaje evidencia su antigüedad, también el piso empedrado y el estilo de las casas-rancho que rodean el lugar demuestran que el tiempo en este lugar ha permanecido casi intacto.

Casa-rancho donde vivió Abraham Valdelomar, Barranco. Foto: Marco Gamarra Galindo.

La casona está ubicada en el pasaje Padre Abregú 103-105-107, en la esquina con el Pasaje Sucre, en el sector alto del Templo de la Ermita –al borde de los acantilados del funicular-. La arquitectura que presenta es muy distinta de aquellas casonas de aspecto monumental que existen en Barranco, construidas en su mayoría por familias de mucho poder adquisitivo y de alcurnia. Parece ser más bien esta casa hecha al fiel estilo de los primeros ranchos que existieron en el distrito, importante aspecto que hace obligatoria su conservación. Incluye, además, una huerta y una ubicación privilegiada para ver el mar –lamentablemente de esto último ya no goza el inmueble debido a que la calle ha sido cerrada por la construcción de la casa que queda al frente-.

Abraham Valdelomar vivió en la calle del Padre Abregú por el año 1916, aunque ya lo conocía desde mucho antes. Foto: Marco Gamarra Galindo.

El color de la casa era azul fuerte, añil; hoy, sin embargo, yace celeste, aunque parejo. Las dos ventanas explican la función de proveer de ventilación al ambiente interior de la casa. Una serie de columnas sostiene una superficie que brinda sombra a la entrada del rancho. No es descartable la presencia de mayor número de árboles en el lugar, más de los que ya hay.

Casa de Abraham Valdelomar cuando tenía vista al mar. Lima, 1970. Foto: Biblioteca Virtual de Sevilla.

El autor de ‘El caballero Carmelo’ y ‘El vuelo de los cóndores’ radicó en Barranco por el año 1916, aunque ya conocía y había visitado el distrito. Esta casa no solo debe mantenerse en pie, sino también tener todas las garantías municipales de que se cuidará su infraestructura física y se mantendrán las funciones que desempeñan los ambientes del inmueble, sea una institución cultural o un privado el que tenga el verdadero privilegio de ostentarla.

Estado actual de la casa del intelectual iqueño Abraham Valdelomar. Ya no se puede observar el mar desde la entrada. Lima, 2011. Foto: Marco Gamarra Galindo. Leer más »