Como ha puntualizado el papa Benedicto XVI, “Dios confía la naturaleza al hombre, no para que ejerza sobre ella un dominio arbitrario…
Lunes 13 de junio de 2011 – 07:00 am
Sabedora de los peligros que se ciernen sobre el planeta como producto del cambio climático, la Iglesia Católica acaba de sumarse a las voces responsables que han asumido como bandera la lucha por la preservación del medio ambiente.
Recordemos que en la Exhortación Apostólica Postsinodal Ecclesia in América, el papa Juan Pablo II hizo un llamado a la protección eficaz del ambiente y fue duro para sancionar los abusos y daños ecológicos en nuestra región, así como ciertos intereses exclusivamente económicos que esconde la explotación de los recursos naturales.
No podía esperarse otra cosa de la Iglesia, cuyo principal sustento es el respeto al prójimo, a sus derechos e inclusión social. Y es que, como ha puntualizado el papa Benedicto XVI, “Dios confía la naturaleza al hombre, no para que ejerza sobre ella un dominio arbitrario, sino para que la conserve y cuide como un hijo cuida de la herencia de su padre”.
Se trata de un enfoque oportuno a tener en cuenta sobre todo en países como el nuestro.
En el Perú no hemos sido capaces de hallar la llave que permita cerrar conflictos socioambientales que se han quintuplicado en este gobierno. Más aun cuando todas las fuerzas políticas han suscrito en el Acuerdo Nacional que garantiza la protección de diversidad biológica y el aprovechamiento sostenible de los recursos para una mejor calidad de vida, principalmente de la población más vulnerable.
Así, aún tenemos sobre la mesa la agenda incumplida con las comunidades amazónicas, como Bagua, o el tratamiento que se dará a la Amazonía, luego de los compromisos que suscribió el gobierno aprista con el Brasil para la instalación de la central hidroeléctrica de Inambari.
Conciencia medioambiental es lo que falta en ciertos congresistas que aún hoy comparan la Amazonía con el balneario de Asia.
fuente: EL COMERCIO PERU