Naciones Unidas. Fortalecimiento de la función de mediación en el arreglo pacífico de controversias, la prevención de conflictos y su solución (setima parte)
Malasia
1. ¿Cuáles son las cualidades de un buen mediador?
Los mediadores internacionales desempeñan una amplia gama de papeles y
funciones y adoptan variadas conductas, que pueden clasificarse con arreglo a tres
estrategias fundamentales:
• Estrategias de comunicación, que consisten en establecer contacto con las partes
y transmitir mensajes, fomentar la confianza y establecer una buena relación de
comunicación, aclarar cuestiones y facilitar información no disponible;
• Estrategias de formulación, que consisten en disponer el marco y los
protocolos de mediación, conformar el programa, llevar el control de plazos y
secuencias y mantener la atención de las partes y sugerir concesiones,
opciones y propuestas de acuerdo;
• Estrategias de manipulación, que consisten en mantener a las partes
enfrascadas en el proceso de negociación, modificar sus expectativas,
presionarlas para que sean flexibles, filtrar información, añadir incentivos o
amenazar con la imposición de sanciones o el retiro del mediador. La selección
de la estrategia y la conducta deben depender del carácter del conflicto.
Teniendo en cuenta las consideraciones anteriores, un buen mediador, a los
efectos de la prevención de los conflictos armados, debe tener una experiencia
diplomática apropiada y una buena formación y, sobre todo, debe ser imparcial. Los
mediadores también tienen que demostrar un espíritu de cooperación, no de
competencia, y deben entender que el papel del mediador consiste en facilitar la
solución del problema, no imponer la solución a las partes. Además de las
mencionadas, un buen mediador debe tener, entre otras, las cualidades siguientes:
• Madurez, que también debería implicar ser paciente, mostrar empatía y tener tacto;
• Imparcialidad y neutralidad, o ambas, así como la capacidad de mantener y
demostrar la neutralidad hacia todas las partes;
• Compromiso con el proceso de mediación (abogar por su resolución);
• Capacidad para mantener el control sobre las partes en la controversia sin
interferir demasiado en el proceso ni dirigirlo;
• Conocimiento de las diferencias y particularidades culturales, económicas,
sociales y de género (conocimientos interculturales);
• Capacidad para comunicarse y saber escuchar;
• Capacidad de discernimiento sobre cuestiones que no se prestan a esfuerzos de
mediación;
• Actitud positiva y optimista.
2. ¿Cuáles son los atributos clave para un proceso de mediación efectivo,
incluidas las etapas de diseño y ejecución?
En el proceso de una mediación eficaz se debería sacar partido a dos categorías
amplias de tácticas: las tácticas generales y las tácticas contingentes. Las tácticas
generales son intervenciones que los mediadores emplean en casi todos los
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conflictos. Entre ellas se cuentan las tácticas para intervenir en la controversia,
analizar el conflicto, planear la mediación, determinar los intereses de las partes,
facilitar las negociaciones entre ellas y ayudarlas a generar propuestas, redactar
acuerdos y elaborar planes de aplicación. Una actividad de mediación clave consiste
en determinar las causas del conflicto y elaborar hipótesis sobre las formas en que
se podría resolver. Esta es una característica fundamental de la etapa de diseño de la
mediación, que antecede al momento en que el mediador realmente interviene para
facilitar la comunicación entre las dos partes.
Otra categoría es la de las tácticas contingentes, que se emplean para encarar
problemas concretos o especiales que puedan surgir durante las negociaciones. Las
tácticas contingentes pueden utilizarse para tratar de resolver problemas como
conflictos de valores, desequilibrios de poder, pautas de interacción destructivas,
problemas de comunicación, reacciones emocionales fuertes, información errónea y
diferencias en los análisis. Así pues, durante el proceso de mediación, el mediador
tiene que mantener un ambiente emocional positivo, controlando o calmando las
emociones y neutralizando los ataques, haciendo cumplir las reglas de
comportamiento establecidas y manteniendo la atención de las partes centrada en los
problemas. Las partes deben dar su pleno consentimiento a la mediación, y el
control de los resultados de la mediación debe estar a cargo de las partes, no del
mediador, para que el resultado de la mediación pueda hacerse efectivo. La
mediación propiamente dicha debe promover el diálogo entre las partes para aclarar
cuestiones y examinar las posibles esferas de avenencia o las posibilidades de
solución. En la mediación también se tiene en cuenta la negociación de las opciones
de solución del conflicto. La solución lograda mediante mediación solo llega a ser
vinculante después de que haya sido acordada por las partes.
En la etapa de ejecución de un acuerdo logrado por mediación las partes tienen
que comprometerse a cumplir los mandatos convenidos y las disposiciones de
coordinación entre los distintos agentes. Las condiciones de la solución alcanzada
no son vinculantes hasta que sean acordadas por las partes. Por esa razón cabe
reiterar que, desde un principio, es indispensable que las partes den su
consentimiento a la mediación, pues ello garantiza su disposición a cumplir los
compromisos que contraigan en la solución de la controversia. Las partes, como
participantes en la mediación, deben sumarse a ese proceso de buena fe y respetarlo.
El respeto del derecho internacional y de la Carta de las Naciones Unidas es un
elemento destacado que está estrechamente vinculado con el arreglo pacífico, de las
controversias pues asegura que se respete y acate la solución alcanzada mediante
mediación. Si no se mantiene esa perspectiva, se corre el riesgo de que cualquiera de
las partes reniegue del resultado obtenido por mediación.
3. ¿Qué consideraciones son importantes para la cooperación efectiva
entre terceras partes involucradas en el proceso de mediación?
Toda tercera parte que intervenga en el proceso de mediación debe ser del
mismo parecer que el mediador, es decir, debe ser consciente de que su función es
facilitar la mediación para obtener un resultado que las dos partes consideren
satisfactorio o provechoso. Por consiguiente, las terceras partes deben tratar de
mantener una actitud de cooperación y no de competencia. También deben ser
neutrales e imparciales y estar convencidas de que su papel consiste en
complementar a los demás para lograr resultados positivos o una mediación
satisfactoria.
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4. ¿Cuáles son los elementos vitales de un acuerdo de paz exitoso?
Los acuerdos de paz son acuerdos oficiales dirigidos a poner fin a un conflicto
violento y crear condiciones para una paz duradera e incluyen acuerdos de alto el
fuego, acuerdos preliminares o provisionales, acuerdos generales o acuerdos marco
y acuerdos de aplicación. La forma en que termina un conflicto, ya sea mediante una
fórmula conciliatoria o con la victoria de una de las partes, por ejemplo, suele tener
implicaciones para las características de la paz que se ha alcanzado. Entre los
elementos vitales de un acuerdo de paz exitoso deben incluirse los siguientes:
• Participación en el poder. Esto se refiere a los acuerdos políticos que unen a
grupos rivales en gobiernos conjuntos y les ofrecen garantías de que estarán
representados en las instituciones políticas y de seguridad y participarán en la
distribución de la riqueza del país. La participación en el poder ha pasado a ser
cada vez más un componente de los acuerdos de paz, sobre todo en los
conflictos definidos como conflictos de identidad;
• Disposiciones concretas para diversos sectores. Los acuerdos de paz sirven de
guía para los procesos de recuperación y consolidación de la paz. Por tanto, es
importante asegurar que en ellos se aborden y tengan debidamente en cuenta
los sectores que son vitales para garantizar la paz y transformar la sociedad,
como los de la seguridad, el orden público, la justicia y la educación, y se
preste la atención necesaria a los distintos grupos de la sociedad, como los
hombres y las mujeres, los niños y los jóvenes y las minorías. La recuperación
en esos sectores también es una señal de renovación del contrato social;
• Implicación de las partes y participación de la sociedad civil. El grado de
implicación de las partes en los acuerdos de paz y la fijación de plazos
realistas pueden ser determinantes para el éxito de los acuerdos. Se considera,
por ejemplo, que el Acuerdo de Paz de Darfur de 2006 fracasó en gran medida
porque la comunidad internacional no dio a las partes tiempo suficiente para
superar su desconfianza mutua, resolver cuestiones prioritarias y consultar a
sus partidarios en Darfur. Por consiguiente, el contenido final del Acuerdo no
fue el producto de soluciones de avenencia y un acuerdo negociados a nivel
local.
5. ¿Cómo pueden contribuir los esfuerzos de mediación continuos
a una efectiva ejecución de un acuerdo de paz?
La continuidad de los esfuerzos de mediación es importante porque contribuye
a la aplicación efectiva de un acuerdo de paz. La mediación alienta la comunicación
entre las facciones en pugna para que puedan resolver sus problemas de forma
mutuamente aceptable. Al mantener las gestiones de mediación se puede aprovechar
la confianza que puede haberse creado durante el proceso de mediación y promover
así la aplicación del acuerdo de paz de manera efectiva. Además, la mediación
promueve la reconciliación y fomenta la estabilidad a largo plazo, lo cual mejora la
aplicación efectiva del acuerdo de paz. El mantenimiento de las gestiones de
mediación también permite hacer frente de forma concreta y sistemática a los
problemas que surjan durante la aplicación del acuerdo de paz, lo que a su vez
restará importancia a posibles situaciones de conflicto o las aplacará.
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Marruecos
[Original: francés]
1. ¿Cuáles son las cualidades de un buen mediador?
La elección del mediador es un factor crucial. Ciertas cualidades son
esenciales para poder llevar a cabo su cometido y para que pueda dominar los
intereses en juego en el conflicto o controversia y establecer un ambiente de
confianza, con miras a acompañar a las partes en la búsqueda de una solución
mutuamente aceptable basada en la negociación.
Las cualidades generales de todo mediador pueden resumirse en la confianza,
la imparcialidad, la credibilidad, el realismo, el respeto del mandato de las Naciones
Unidas, la confidencialidad, la paciencia y la prudencia.
También se podrían añadir otras cualidades variables en función del contexto
de la controversia y que precisan de un conocimiento en profundidad de sus causas
y diferentes aspectos.
La experiencia previa, la profesionalidad y la entidad del mediador son
factores importantes por el capital que aportan al proceso de mediación.
2. ¿Cuáles son los atributos clave para un proceso de mediación
efectivo, incluidas las etapas de diseño y ejecución?
Cabe señalar que la diversidad de las controversias y la especificidad de cada
situación impiden que exista un modelo único de mediación. En este proceso son
esenciales un compromiso a largo plazo, una coordinación eficaz y un examen
atento del contexto.
La eficacia de un proceso de mediación dependerá de los siguientes
parámetros:
• La sabia elección del mediador, puesto que su personalidad y antecedentes
pueden contribuir tanto al éxito como al fracaso del proceso de negociación;
• La preparación adecuada del proceso de negociación y el conocimiento de las
condiciones inadmisibles para las partes;
• La voluntad política sincera y palpable de las partes para resolver la
controversia o conflicto;
• El compromiso político al más alto nivel de la toma de decisiones;
• Las posturas de los Estados vecinos y su participación activa en el proceso de
negociaciones para facilitar la resolución;
• El respeto escrupuloso de los principios y disposiciones de la Carta de las
Naciones Unidas (incluidos el respeto de la integridad territorial y la soberanía
nacional y la imparcialidad y neutralidad de las Naciones Unidas);
• En los casos en que el Consejo de Seguridad se esté ocupando activamente de
una cuestión, su supervisión de las etapas y procesos de negociación, que
reflejará la voluntad de la comunidad internacional de resolver las
controversias;
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• Las cuestiones logísticas, son un condicionante destacado del éxito de la
mediación. Entre los factores logísticos que conviene tener en cuenta cabe
mencionar los lugares de reunión de las partes, las condiciones de las salas de
reunión, el marco de las negociaciones y la gestión adecuada de las relaciones
con los medios de comunicación.
3. ¿Qué consideraciones son importantes para la cooperación efectiva
entre terceras partes involucradas en el proceso de mediación?
Todo proceso de paz conjuga diversos intereses políticos externos y acapara en
mayor o menor medida la atención de organizaciones internacionales
intergubernamentales, organizaciones regionales, Estados y organizaciones no
gubernamentales. En este contexto, la mediación ha de ser irremediablemente
entendida como un esfuerzo basado siempre en la colaboración.
La participación de terceras partes en el proceso de negociación dependerá del
contexto, la naturaleza y la dimensión (regional o internacional) de la controversia o
conflicto. Entre ellas podrían encontrarse Estados vecinos, organizaciones
internacionales o regionales, grupos de amigos u organizaciones no
gubernamentales.
En el caso de controversias regionales o internacionales, los Estados vecinos
deben implicarse y cooperar con el mediador y con las partes para facilitar la
búsqueda de una solución negociada y mutuamente aceptable por las partes.
Los principales parámetros de esta participación serían: a) el conocimiento del
objeto de la controversia o conflicto; b) la buena fe; c) la voluntad de contribuir a
las actividades de mediación; y d) la participación activa en el proceso de
negociaciones.
Las Naciones Unidas son indispensables en la mediación dado su carácter de
organización universal con amplia experiencia en la solución pacífica de conflictos,
la diplomacia preventiva y el mantenimiento y la consolidación de la paz. Todos
estos activos la sitúan de manera irrefutable por delante de cualquier otro agente en
este ámbito.
4. ¿Cuáles son los elementos vitales de un acuerdo de paz exitoso?
La clave del éxito de los acuerdos de paz reside en su aplicación, que
dependerá del apoyo activo de las partes en conflicto, así como del compromiso de
la comunidad internacional de colaborar en los esfuerzos de las partes. Un acuerdo
no se concreta por sí mismo. Su puesta en práctica es colectiva, y el éxito de dicha
aplicación requiere de las partes una visión clara, mucha energía y una gran
tolerancia. La evaluación definitiva del éxito de un proceso de paz consiste en
realidad en un examen de su puesta en práctica.
El principal motivo de preocupación tras un conflicto es el garantizar la paz y
la estabilidad. Por tanto, ciertos elementos relativos a la concepción y la aplicación
de un acuerdo de paz pueden ser clave para responder a las cuestiones esenciales de
seguridad individual y colectiva, así como a los múltiples aspectos de la
consolidación de la paz, como la reconciliación, la promoción del estado de
derecho, la creación de mecanismos de buena gobernanza, la gestión del patrimonio
cultural, la distribución de la riqueza y el reconocimiento de las características
específicas de las minorías en el marco de una identidad nacional plural.
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En vista de todo lo anterior, el éxito de un acuerdo de paz vendrá determinado
en gran medida por los parámetros siguientes:
• La aplicabilidad: todo acuerdo de paz debe ser realista y viable;
• La apropiación: las partes deben estar implicadas activamente y percibir que el
acuerdo emana de sus voluntades;
• La sostenibilidad: el acuerdo debe lograr una solución que beneficie a todos y
debería contar con el apoyo de la comunidad internacional y los países de la
región, que habrían de ser garantes de su aplicación;
• El carácter global: el acuerdo de paz emanado de las negociaciones, sin ser
excesivamente prescriptivo, debe permitir la aplicación por las partes. La
puesta en práctica es una fase esencial puesto que constituye una verdadera
prueba de la voluntad de las partes de resolver definitivamente una
controversia o conflicto;
• Las garantías: las garantías de aplicación de un acuerdo de paz son un
elemento fundamental para su sostenibilidad.
5. ¿Cómo pueden contribuir los esfuerzos de mediación continuos
a una efectiva ejecución de un acuerdo de paz?
Todo proceso de mediación debe basarse en la convicción de que ninguna
solución duradera puede ser de carácter exclusivamente militar, y de que todas las
soluciones deben ser fruto del diálogo y la negociación.
El recurso a la mediación tiene la ventaja de mantener el proceso de
negociación activo, con el objetivo de encontrar una solución duradera, mutuamente
aceptable por las partes y que cuente con el apoyo de la comunidad internacional.
La mediación permite que las partes realicen evaluaciones conjuntas
periódicamente.
Las Naciones Unidas, en virtud de su universalidad y de su adhesión a la
resolución pacífica de controversias, constituyen el marco idóneo para promover la
práctica de la mediación y la búsqueda de soluciones para las controversias o
conflictos internacionales.
Montenegro
[Original: inglés]
1. ¿Cuáles son las cualidades de un buen mediador?
Un mediador es una tercera persona neutral que ayuda a las partes a
comunicarse y a encontrar una solución común y aceptable para su controversia. Los
mediadores pueden ser jueces, juristas, psicólogos, médicos, economistas,
ingenieros y otros expertos destacados de diversos ámbitos en función del tipo de
controversia en que intervengan. El mediador es independiente en la ejecución de
las labores de mediación y no debe rendir cuentas ante nadie si no se alcanza una
solución. Sin embargo, el mediador debe atenerse a unas normas de profesionalidad
y a un código ético. No existe motivo que justifique otorgar inmunidad a un
mediador que cometa un delito o cause daños en el proceso de mediación.
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A continuación se enumeran las características básicas y las cualidades que
todo mediador debería reunir.
Confidencialidad
Por confidencialidad se entiende que todo lo dicho o escrito durante el proceso
de mediación no se pueda utilizar en posibles procesos judiciales posteriores. Si las
partes confiaran la una en la otra, les sería posible resolver la controversia entre
ellas, o el conflicto ni siquiera existiría.
Imparcialidad y neutralidad
El mediador debe actuar de manera imparcial y neutral. No debe formular
observaciones ni juicios de valor, ni dar consejos o sugerir soluciones. El mediador
debe tener en cuenta que su conducta, su actitud y, a veces, sus técnicas de
mediación pueden suscitar un sentimiento de afinidad con una de las partes. El
mediador no puede desempeñar su función si se dan circunstancias que generen
dudas acerca de su imparcialidad y objetividad.
Integridad e imparcialidad
Es un principio general de derecho que la integridad y la imparcialidad deben
imperar en las labores de mediación. Resolver un conflicto de una manera
deshonesta o poco ética es inaceptable, puesto que dicha solución, además de no ser
subsanable, será motivo de nuevos conflictos entre las partes.
Competencia del mediador
Las recomendaciones del Consejo de Europa, los reglamentos de la Comisión
de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional y las opiniones de
expertos juristas señalan que los mediadores han de ser profesionales y respetuosos
y estar capacitados para la labor, al tiempo que deben poder obtener información y
comentarios sobre la evaluación de su tarea.
Asistencia a las partes no letradas
Todo mediador tiene la obligación de permitir que cada una de las partes en la
mediación ejerza sus derechos de conformidad con la ley. Por esta razón, si una
parte no puede hacer uso de sus derechos por razón de su desconocimiento o
ignorancia, el mediador deberá asesorarla sobre la manera de ejercerlos.
Privacidad
Todas las personas que intervienen en el proceso de mediación deben respetar
el principio de privacidad y mantener en secreto toda aquella información que
hubieran obtenido en su transcurso.
2. ¿Cuáles son los atributos clave para un proceso de mediación efectivo,
incluidas las etapas de diseño y ejecución?
Todo proceso de mediación se compone de cuatro etapas: la reunión inicial
conjunta, la investigación, la negociación y el acuerdo o la suspensión. En este
proceso es fundamental que el mediador obtenga un panorama completo de la
naturaleza de la controversia y que sea capaz de entender los diferentes antecedentes
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culturales, étnicos o sociales de las partes y otros aspectos pertinentes de la
controversia. Para que el proceso culmine con éxito, el mediador debe garantizar un
diálogo abierto y sin trabas y un ambiente propicio para una negociación pacífica.
3. ¿Qué consideraciones son importantes para la cooperación efectiva
entre terceras partes involucradas en el proceso de mediación?
A diferencia de lo que ocurre en los procesos judiciales, el mediador toma en
consideración diferentes aspectos a la hora de resolver una controversia.
Dependiendo de la naturaleza de cada conflicto, un mediador debe ser capaz de
comprender los antecedentes sociales, económicos, ambientales, culturales y de otro
tipo pertinentes en el propio conflicto. Por tanto, es importante que el mediador esté
al tanto de estos aspectos antes de comenzar el proceso, a fin de que pueda definir la
estrategia para alentar a las partes a que lleguen a un acuerdo.
4. ¿Cuáles son los elementos vitales de un acuerdo de paz exitoso?
Para alcanzar un acuerdo de paz exitoso, es vital que el mediador disponga de
información exhaustiva sobre la naturaleza del conflicto, examine los distintos
aspectos relacionados con él y promueva la igualdad entre las partes, al tiempo que
las alienta a llegar a un acuerdo mutuamente satisfactorio. Igualmente, deberá
establecer una atmósfera de diálogo abierto y sin trabas y mantener una actitud
imparcial y objetiva a lo largo del proceso.
Los elementos de todo acuerdo de paz exitoso al que se llegue deberían
responder a los intereses de todas las partes interesadas (a veces las partes pueden
elaborar un acuerdo entre sí de manera totalmente independiente). En todo caso, la
firma y la certificación por notario de un acuerdo debe ser obligatoria, dado que
dicho instrumento tiene el mismo valor que una decisión judicial.
5. ¿Cómo pueden contribuir los esfuerzos de mediación continuos
a una efectiva ejecución de un acuerdo de paz?
Como se ha mencionado anteriormente, una vez firmado el acuerdo, su
aplicación efectiva queda garantizada por la firma de todas las partes interesadas y
la certificación por notario, que lo convierten en un instrumento jurídicamente
vinculante. De no procederse de esta manera, el conflicto podría volver a surgir, y el
proceso se repetiría de modo igual o distinto. Por consiguiente, entre las acciones
necesarias se encuentra informar adecuadamente a las partes y al público en general,
antes del comienzo del proceso, acerca de las ventajas de los acuerdos de paz
alcanzados a través de la mediación. La concienciación pública y la adecuada
difusión de información sobre la solución pacífica de conflictos y sus ventajas
contribuyen en gran medida a sus resultados y, en última instancia, a la aplicación
del acuerdo de paz.
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Noruega
[Original: inglés]
La mediación como instrumento para el establecimiento de la paz:
conclusiones extraídas de las experiencias de Noruega
La política de Noruega en el ámbito de la mediación se basa en la idea de que
hacer participar es mejor que aislar. La participación se entiende como tratar de
comprender las dinámicas de los conflictos y los problemas políticos y —si las
condiciones lo permiten— propiciar un diálogo político. La exclusión de grupos
implicados en la dinámica de los conflictos rara vez es una opción viable para
avanzar en los esfuerzos de mediación y en pocas ocasiones conduce a una paz
sostenible.
La mediación requiere una gran cantidad de conocimientos específicos acerca
de un conflicto, pero también una base de conocimientos que un mediador pueda
utilizar en un entorno determinado. Noruega ha hecho un esfuerzo particular por
mejorar los conocimientos teóricos y empíricos mediante un amplio apoyo a la
investigación y la cooperación académica en el ámbito de la mediación. En términos
prácticos, el enfoque de la mediación de Noruega se basa en considerar la mediación
como un campo de operaciones específico de su política exterior. Esto ha dado
lugar, entre otras cosas, al establecimiento de una entidad separada en el Ministerio
de Relaciones Exteriores —la Sección para la Paz y la Reconciliación— que reúne a
expertos en diversos procesos de mediación con el objetivo de sentar una base
sólida de conocimientos.
La experiencia de Noruega también se basa en la voluntad de canalizar
recursos financieros hacia el ámbito de la consolidación de la paz y la mediación.
Dichos fondos se emplean para establecer y apoyar diversas redes y alianzas
estratégicas en todo el mundo. Además, Noruega presta apoyo a varias
organizaciones de la sociedad civil.
Cualidades de un buen mediador
El instrumento principal de un mediador es el diálogo basado en la confianza
entre las partes en un conflicto. No obstante, este debería basarse en el
reconocimiento esencial de que el control del proceso y de los resultados
corresponde a las propias partes.
El éxito de las actividades de mediación está supeditado a que todas las partes
muestren una voluntad genuina de negociar y a que acepten al facilitador. Lograr el
equilibrio adecuado como mediador es un factor clave para el éxito.
Un problema recurrente en la labor del mediador es lograr el equilibrio entre
transparencia y confidencialidad en relación con las partes. Es fundamental que las
partes cuenten con acceso libre y sin restricciones al facilitador. Al mismo tiempo,
es importante no dejar que las partes aprovechen la cuestión del acceso con miras a
retrasar los avances del proceso. El mediador debe permanecer imparcial.
El mediador debe esforzarse por llegar a un acuerdo con ambas partes respecto
a su propia función. Preferiblemente, este entendimiento debe plasmarse en un
documento que los mediadores puedan compartir con las partes. En la práctica, se
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trataría de un documento de trabajo, puesto que normalmente se somete a cambios a
medida que avanza el proceso.
En cuanto a las cualidades específicas de un mediador, estas dependerán del
contexto y de las dinámicas del conflicto. De acuerdo con la experiencia de
Noruega, el mediador suele proceder de un ambiente ajeno al conflicto y sin
conexiones históricas particulares. En otros casos, podría ser preferible disponer de
un mediador procedente de la región o subregión del conflicto. En ocasiones es
mejor tener un mediador de trayectoria destacada, como un exministro o jefe de
Estado, pero en otros casos es mejor contar con mediadores de perfil más discreto.
Atributos clave para un proceso de mediación efectivo
La primera fase de un proceso de mediación consiste en explorar las
posibilidades. El facilitador asume la tarea de fomentar la confianza de todas las
partes. La principal función del mediador es propiciar un ambiente seguro,
confidencial, práctico y que inspire confianza, con miras a la celebración de
negociaciones. La mediación se lleva a cabo en estrecha consulta con las partes
sobre el proceso y el contenido.
A medida que las conversaciones avanzan y se vuelven más específicas y
detalladas, en ocasiones las partes necesitan asesoramiento de expertos externos.
Esta asistencia puede versar acerca de los arreglos de seguridad, como el alto el
fuego, las actividades de desarme, desmovilización y reintegración o las cuestiones
relativas a los prisioneros, o acerca de asuntos más políticos y jurídicos, como las
cuestiones constitucionales, la distribución del poder, las elecciones, la gestión de
los recursos naturales y la forma de encarar el pasado. Existen recursos disponibles
que se pueden aprovechar, procedentes tanto de las estructuras del Estado o las
organizaciones internacionales, como las Naciones Unidas, la Unión Africana o la
Organización de los Estados Americanos, como de la sociedad civil nacional e
internacional y de personas con un historial acreditado.
El facilitador también debería estar abierto a recurrir directa o indirectamente a
otros agentes internacionales en los diálogos. Un agente de autoridad contrastada a
nivel regional o mundial, una organización internacional o un mecanismo judicial
pueden ejercer particular influencia sobre una de las partes o ambas, si bien dicha
influencia debería ser identificada y empleada prudentemente con arreglo al
mandato del mediador.
¿Qué consideraciones son importantes para la cooperación efectiva
entre terceras partes involucradas en el proceso de mediación?
En muchos casos, resulta una ventaja que el mediador cuente con un mandato
firme, emanado, por ejemplo, de las Naciones Unidas (provenga de una resolución
del Consejo de Seguridad o de otra instancia). El peso del mediador se verá
reforzado cuando sea un representante de la comunidad internacional.
En los casos en que son varios los agentes que participan en las actividades de
mediación, a menudo es útil contar con modalidades oficiales u oficiosas para el
intercambio de opiniones y experiencias. Las Naciones Unidas o, a menudo, los
equipos de las Naciones Unidas en los países o Departamento de Asuntos Políticos,
suelen representar opciones en este sentido.
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En los últimos años, la participación de los agentes regionales en la solución
de conflictos ha ido en aumento. Estos agentes a menudo están mejor preparados
para comprender la dinámica y los condicionantes políticos de los conflictos locales.
A veces pueden ejercer presiones directas sobre las partes para hacer avanzar las
negociaciones. Por tanto, existen razones de peso para fortalecer la capacidad de
mediación local y regional. La Unión Africana ha adoptado importantes medidas en
este sentido, al igual que están haciendo otras organizaciones regionales. Esto
representa un avance alentador.
Dado el número creciente de agentes en la esfera de la mediación, la
coordinación y la cooperación son cada vez más importantes. Sin embargo, se debe
garantizar que los esfuerzos para fortalecer la coordinación de la mediación a través
de las Naciones Unidas y las organizaciones regionales no resulten en una estructura
monolítica que anule la flexibilidad y el dinamismo de los procesos. De acuerdo con
nuestra experiencia, las instancias pequeñas o de poder blando —así como las
organizaciones no gubernamentales— a veces pueden ser más eficaces que las
organizaciones más grandes y los Estados. En algunos contextos, pueden ser un
agente menos intimidatorio a ojos de las partes y proporcionar la privacidad
necesaria para mantener negociaciones políticas delicadas. Si bien la coordinación
es importante, la experiencia de Noruega también demuestra que es preciso lograr
un equilibrio entre coordinación y flexibilidad.
¿Cuáles son los elementos vitales de un acuerdo de paz exitoso?
En general, un acuerdo de paz debe ser amplio a fin de tener éxito. También es
preciso que genere situaciones beneficiosas para todas las partes. Un acuerdo de paz
asimétrico cuyos términos y contenido vengan dictados por una parte del conflicto
podría fracasar como solución duradera. Dejar aspectos importantes del conflicto
fuera del acuerdo de paz aumenta las probabilidades de fracaso. Para que un acuerdo
de paz tenga éxito, deberá abordar los agravios firmemente enraizados, como la
representación política o los desequilibrios económicos, o al menos dar la impresión
de que los aborda.
Un acuerdo de paz exitoso debería incluir a todos los grupos importantes
relacionados con el conflicto. Esto conlleva incorporar las necesidades y opiniones
de grupos no beligerantes.
Considerando que la mediación debe ser un proceso inclusivo para tener éxito,
la participación de la mujer es uno de los elementos fundamentales para lograr un
acuerdo de paz satisfactorio. Si bien las mujeres representan el 50% o más de la
población en la mayoría de las sociedades, rara vez están representadas en las
negociaciones de paz. La resolución 65/283 de la Asamblea General, destaca la
importancia de la participación de la mujer en los procesos de paz, y alienta al
Secretario General a que nombre a mujeres mediadoras principales o jefas en los
procesos de paz patrocinados por las Naciones Unidas. Las organizaciones no
gubernamentales y de la sociedad civil también son importantes para garantizar que
la mayoría o la totalidad de los agravios se resuelvan cuando se hagan concesiones
difíciles. Lamentablemente, se han dado demasiados ejemplos de acuerdos de paz
que han fracasado por no incluir las necesidades y las reclamaciones de las mujeres,
así como prioridades y soluciones para ellas. Ahora existe una nueva oportunidad
para solucionar esta cuestión.
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¿Cómo pueden contribuir los esfuerzos de mediación continuos
a una efectiva ejecución de un acuerdo de paz?
La implicación a largo plazo es fundamental. Para que las actividades de
mediación puedan contribuir a la aplicación efectiva de un acuerdo de paz, el
facilitador debería poder coordinar el apoyo de la comunidad internacional a un
proceso de paz, si se diera el caso. Además, la comunidad internacional debería estar
dispuesta a participar a largo plazo a nivel político y económico, incluso después de
que se haya alcanzado un acuerdo de paz. Estos acuerdos suelen incluir mecanismos
para la demora en la aplicación de determinadas disposiciones, o incluso para
retrasar las decisiones sobre elementos especialmente controvertidos. El facilitador
debería permanecer accesible a lo largo de este período para contribuir a estabilizar
la situación después de un conflicto.
Nueva Zelandia
[Original: inglés]
Introducción
De conformidad con la resolución 65/283 de la Asamblea General, de 28 de julio
de 2011, relativa al fortalecimiento de la función de mediación en el arreglo pacífico
de controversias, la prevención de conflictos y su resolución, Nueva Zelandia desea
destacar la importancia general de la negociación pacífica y la conjugación de
intereses contrapuestos con arreglo a las normas y procedimientos convenidos tanto a
nivel nacional como internacional, de los que la mediación forma parte.
Esta respuesta se centra en las preguntas presentadas por la Secretaría en su
nota de fecha 5 de diciembre de 2011 relativa a las diferentes dimensiones de la
mediación de terceros como contribuciones con miras a que el Secretario General
elabore directrices para una mediación eficaz. Además, en el apéndice de la presente
respuesta se incluyen observaciones generales sobre el enfoque nacional e
internacional respecto a la mediación y sobre la experiencia de Nueva Zelandia en
este ámbito.
Respuestas
1. ¿Cuáles son las cualidades de un buen mediador?
Aunque la mediación sea emprendida por Estados, organizaciones
internacionales u organizaciones no gubernamentales, en última instancia son
personas individuales quienes desempeñan esta tarea en la mesa de negociaciones o
sobre el terreno. De acuerdo con la experiencia de Nueva Zelandia, estas personas, y
las organizaciones a las que representan, deberían reunir las siguientes cualidades.
Un mediador debería contar con las características y atributos personales
siguientes:
• Ser capaz de fomentar y mantener el respeto y la confianza entre todas las
partes y de ser percibido por todos los interesados como un agente objetivo e
imparcial
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• Estar comprometido con la búsqueda de procedimientos pacíficos de solución
de controversias y con el respeto de los valores subyacentes que reflejan la
dignidad humana
• Ser capaz de comunicar con claridad y de escuchar con atención, así como
contar con la sensatez para saber cuándo mantenerse en silencio y cuándo
participar e intervenir
• Mostrar empatía y ser al mismo tiempo capaz de mantener una actitud de
imparcialidad profesional e independencia respecto a personas y situaciones
concretas
• Adoptar un enfoque flexible y creativo cuando sea preciso y ser capaz de
adaptar sus estrategias de manera oportuna a fin de responder a las
circunstancias, dificultades y oportunidades que surjan
• Demostrar determinación y resolución, incluso para hacer avanzar a las partes
en los momentos adecuados, y ser capaz de juzgar cuáles son dichos momentos
• Comprender las dificultades de trabajar en condiciones de incertidumbre, así
como los límites de lo que un mediador puede conseguir
• Ser paciente y contar con capacidad de resistencia física y mental
Un mediador también debería reunir los conocimientos específicos y las
competencias técnicas siguientes:
• La capacidad de mantenerse centrado en las partes y las cuestiones que les
afectan, así como de asegurar que conserven la responsabilidad última de
llegar a un acuerdo y de aplicarlo con éxito
• Una comprensión adecuada de la historia y la dinámica pertinentes de las
cuestiones que se debaten, lo que incluye el estar al corriente de los
protagonistas e intereses principales
• Un conocimiento en profundidad de las causas, incluidos los factores que
suscitaron el conflicto entre las partes y aquellos que siguen motivándolas
• Una valoración sensata de los riesgos, incluido el hecho de que una o más de
las partes pueda participar en la mediación con la intención de promover sus
intereses en un conflicto
• La capacidad de analizar, negociar y materializar las posibilidades de invitar a
agentes o entidades fundamentales a fin de incorporarlos y mantenerlos en los
procesos de solución pacífica de conflictos
• Mantener buenas relaciones y contactos con los agentes nacionales e
internacionales pertinentes para dotar a las actividades de mediación de amplia
legitimidad y credibilidad y permitir la conexión entre procesos paralelos
mediante el apoyo de los agentes que procedan
• Un conocimiento avanzado de las aptitudes necesarias para la negociación y de
sus procesos, incluidas las técnicas para gestionar las diferentes fases de una
negociación
• Conocimiento de los diferentes valores y enfoques culturales, religiosos y de
género, en especial de aquellos pertinentes en función de los agentes
implicados y las cuestiones debatidas, y sensibilidad hacia ellos
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• Habilidad para facilitar el debate, incluidas técnicas para mantener el debate
centrado en los aspectos fundamentales, para aparcar temporalmente las
cuestiones complicadas y para ayudar a todas las partes a mantenerse activas
• Conocimiento adecuado de las cuestiones sustantivas pertinentes, a saber: el
logro y la aplicación de acuerdos de alto el fuego y de sus procesos conexos
(como los de desarme, desmovilización y reintegración); la gestión de arreglos
de transición; los procedimientos constitucionales y jurídicos del derecho
nacional e internacional; la gestión de emergencias; la celebración de
elecciones; y la aplicación gradual de arreglos
• Conocimiento comparativo adecuado de los procesos de paz, en especial de
aquello que resultó eficaz o ineficaz en el pasado y de los motivos
correspondientes
• Conocimiento adecuado de los costos y los riesgos de los conflictos y de los
procesos de paz fallidos, así como de los modos de transmitirlos,
minimizarlos, evitarlos o sobrellevarlos
• Conocimiento adecuado de las fases susceptibles de surgir durante cualquier
proceso de paz o de las cuestiones objeto de controversia
• Conocimientos sólidos de los principios de derecho internacional, así como de
los acuerdos nacionales y regionales pertinentes
2. ¿Cuáles son los atributos clave para un proceso de mediación efectivo,
incluidas las etapas de diseño y ejecución?
No existen dos situaciones de conflicto idénticas, por lo que cada proceso de
mediación debe adaptarse a las necesidades y circunstancias de cada caso. No hay
un proceso universalmente adaptable. Sin embargo, de acuerdo con la experiencia de
Nueva Zelandia, las siguientes actuaciones son comunes a la planificación, el diseño
de estrategias y la ejecución de todo proceso de mediación efectivo:
• Realizar un análisis inicial de las cuestiones, los factores de influencia y los
principales protagonistas de un conflicto
• Elaborar una estrategia de mediación basada en un sólido conocimiento de la
historia del conflicto y las principales cuestiones objeto de controversia, así
como realizar la pertinente gestión del riesgo y evaluación de las diversas
situaciones que puedan surgir
• Seleccionar un equipo de mediación que posea los conocimientos y la
experiencia adecuados, y que goce de suficiente legitimidad, respeto e
influencia entre los principales agentes; y, en la medida de lo posible,
mantener dicho equipo a lo largo de todo el proceso
• Conservar un enfoque constante en los objetivos principales y evitar el
distraerse en exceso con las metas secundarias
• Esforzarse por reunir y mantener en las negociaciones a todas las partes
interesadas fundamentales (o al menos a las más importantes)
• Apoyar y empoderar a los grupos de apoyo a la paz nacionales, incluso
aquellos de las partes en el conflicto y la sociedad civil (como las iglesias, los
grupos de mujeres, etc.)
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• Asegurar el suministro oportuno y sostenido de los recursos financieros y
técnicos necesarios para mantener el proceso
• Lograr la adhesión, la participación y el apoyo de todas las principales partes
en el conflicto y de otros agentes con intereses importantes en el proceso
• Asegurar que los procesos de mediación estén firmemente asentados en los
principios y valores fundamentales, incluidos los de la Carta de las Naciones
Unidas
• Diseñar y ejecutar el proceso de modo que fomente la implicación y la
responsabilidad de las propias partes respecto a su éxito o fracaso y que
garantice su participación directa en todo momento
• Mantener la paciencia, la perseverancia y una perspectiva a largo plazo, así
como cierta tolerancia frente a los riesgos y los reveses periódicos. La mayoría
de los esfuerzos de mediación que culminan con éxito solo llegan tras
numerosos intentos fallidos; se puede tardar décadas y sufrir varios reveses
antes de lograr ejecutar plenamente un acuerdo surgido de la mediación.
3. ¿Qué consideraciones son importantes para la cooperación efectiva
entre terceras partes involucradas en el proceso de mediación?
La presencia de múltiples terceras partes puede servir de apoyo para una
mediación eficaz cuando sus actuaciones sean complementarias y coordinadas. Sin
embargo, los enfoques contradictorios y los procesos paralelos también pueden
socavar la eficacia de las actividades de mediación. De hecho, en algunos casos, los
procesos externos pueden convertirse en una parte importante del problema. Por
tanto, es importante que los mediadores de terceras partes cooperen y trabajen
juntos. Si no es posible, las estrategias y procesos deben abordar estas situaciones
con carácter prioritario, para que al menos se garantice que los procesos de
mediación y las decisiones al respecto se basen en riesgos evaluados. Dependiendo
de las circunstancias, existe una serie de consideraciones casi infinita para
determinar la mejor manera de que las terceras partes cooperen y se coordinen entre
sí. Entre las actuaciones comunes se incluyen las siguientes:
• Establecer estrategias eficaces de comunicación y de toma de decisiones entre
los diversos mediadores de terceras partes partícipes en un proceso e
identificar con claridad, en la medida de lo posible, las funciones respectivas y
las responsabilidades principales
• Trabajar conjuntamente para fomentar la confianza entre los agentes
principales, lo que incluye lograr su compromiso con la solución pacífica de
las controversias y con la reducción de las tensiones
• Trabajar conjuntamente y con las partes principales para identificar los puntos
de acuerdo y de discordia y establecer procesos para cada uno de ellos
• Identificar las ventajas, los inconvenientes y los riesgos de incorporar a
numerosos agentes en el proceso de mediación, y adaptarse a ello de la manera
adecuada.
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4. ¿Cuáles son los elementos vitales de un acuerdo de paz exitoso?
La definición del éxito depende en gran medida de las perspectivas de quienes
lo buscan, así como de los criterios, las bases de comparación y los plazos que se
apliquen. Sin embargo, se puede recurrir a diversos parámetros establecidos, como
el número de muertos y heridos, la celebración de elecciones, el establecimiento del
estado de derecho o el logro del crecimiento económico, así como a otros relativos a
las causas subyacentes (como la resolución de los agravios de larga data, la
reducción del desempleo juvenil, la eficacia en la gestión de asuntos relativos a
tierras y recursos o el control del comercio ilícito de armas).
De acuerdo con la experiencia de Nueva Zelandia, los acuerdos de paz
exitosos suelen caracterizarse por la importancia de los factores siguientes:
• El firme compromiso de los dirigentes políticos y de la sociedad civil en su
conjunto con los procesos políticos de carácter pacífico iniciados con miras a
resolver las controversias
• La reducción o eliminación de la capacidad de las partes en conflicto de
recurrir a la violencia para perseguir objetivos políticos o en materia de
recursos
• La atención constante de los agentes nacionales y de los asociados externos,
así como su compromiso permanente, de aportar recursos y voluntad política
5. ¿Cómo pueden contribuir los esfuerzos de mediación continuos
a una efectiva ejecución de un acuerdo de paz?
Se puede tardar décadas en aplicar con éxito un acuerdo de paz, y los avances
raras veces son lineales. De hecho, la existencia de conflictos recientes en un
proceso de “reconstrucción” suele ser un indicador fiable de la futura recurrencia de
conflictos. Por tanto, cada vez se otorga más importancia a encontrar el modo de
mantener una participación adecuada en la fase de ejecución de un acuerdo de paz,
de conformidad con las responsabilidades de los Estados respecto a la libre
determinación y al principio de respeto de la soberanía nacional.
La sostenibilidad y el éxito de los procesos de mediación dependen de la
adhesión y la participación permanentes de las partes interesadas, incluido el
gobierno anfitrión y otros asociados, como los gobiernos terceros y las
organizaciones regionales e internacionales pertinentes. La adhesión permanente
suele ser más difícil de conseguir en los procesos de mediación continuada, ya que
la mediación de terceras partes se suele ver desde un enfoque a corto plazo y con el
deseo de lograr una estrategia de salida clara, debido a una serie de factores, entre
ellos los costos y los riesgos políticos. Sin embargo, debe distinguirse entre la
necesidad a más corto plazo (y mayor costo) del despliegue de contingentes y otros
garantes de la seguridad en el terreno, y la necesidad a más largo plazo (y menor
costo) de apoyo a la mediación para la solución pacífica de las cuestiones en curso y
para la reconstrucción de los procesos de gobierno.
En la actualidad, en Timor-Leste se reconoce de manera generalizada que, tras
la independencia en 2002, las Naciones Unidas retiraron demasiado apoyo de
manera prematura. Se podría aplicar el mismo razonamiento a otras zonas de
conflictos recientes. De acuerdo con la experiencia de Nueva Zelandia, se debe
aspirar continuamente a encontrar un mejor equilibrio entre las estrategias de salida
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y el apoyo permanente a la solución pacífica de controversias y la ejecución efectiva
de los arreglos alcanzados gracias a la mediación. Un buen ejemplo actual es la
Misión Regional de Asistencia a las Islas Salomón del Foro de las Islas del Pacífico.
Observaciones finales
La mediación siempre será de especial importancia cuando los sistemas
existentes de adopción de decisiones y de solución de conflictos se desmoronen al
no conseguir hacer frente a las dificultades emergentes, lo que conlleva crisis
económicas, políticas o de seguridad. Pero en el siglo XXI, las crisis y los desafíos
tienen cada vez más raíces, entre las que se encuentran el cambio climático, los
desastres naturales, los movimientos demográficos y la escasez de recursos. Para
Nueva Zelandia esos problemas serán de particular importancia en su propia región
del Pacífico, pero cada continente los experimentará de su propia manera. Por tanto,
es más que probable que aumente la demanda de mediadores altamente capacitados
y de procesos de mediación con los que responder eficazmente a los problemas
nuevos y conocidos.
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