Burkina Faso
[Original: francés]
En virtud del párrafo 11 de la resolución 65/283 de la Asamblea General,
Burkina Faso desea compartir su opinión acerca de las directrices para una
mediación eficaz, con arreglo a su experiencia en la mediación de conflictos en
algunos países de África.
1. Cualidades de un buen mediador
El éxito de la mediación depende en parte de las cualidades personales y las
competencias del mediador, que coordina el proceso, y cuyo éxito depende a su vez
del reconocimiento de su autoridad moral y de la confianza de las partes. La
credibilidad de los mediadores se deriva de la influencia positiva que pueden ejercer
en las partes y en el proceso en su conjunto.
Los mediadores deben mantener su objetividad, ser independientes e
imparciales, y deben conocer profundamente los problemas del conflicto,
particularmente los relacionados con los intereses de los principales agentes de la
crisis, así como las realidades sociológicas y económicas del país y la región de que
se trate.
2. Atributos clave para un proceso de mediación efectivo, incluidas
las etapas de diseño y ejecución
La mediación exige que haya siempre confianza y coordinación entre el
mediador, las partes en conflicto, los agentes locales y todas las terceras partes, lo
que reforzará la implicación en el proceso de negociación por parte de los
protagonistas, así como el regreso a la armonía, la reconciliación y la paz.
Burkina Faso, con su modesta experiencia en el área de la mediación, ha
aprendido el valor fundamental de que las partes atañidas sientan que se impliquen
en el proceso de recuperación de la crisis y se estimule la confianza entre ellas.
El diseño de la estrategia de mediación es fundamental para que el proceso de
mediación tenga éxito. Aunque cada crisis tiene sus propias características, los
aspectos siguientes son por lo general fundamentales para que la mediación tenga
éxito:
• Para el equipo de mediación
– Asignación de las responsabilidades en función de los perfiles y las
competencias;
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– Conocimiento del contexto de la crisis, incluidos todos los problemas en
cuestión;
– Análisis de la psicología y las reivindicaciones de los agentes.
• Para los agentes regionales e internacionales
– Definición clara de las funciones y los mandatos de los diferentes agentes;
– Afirmación de la función del mediador como coordinador del proceso;
– Armonización de las posiciones de los agentes regionales e internacionales
para mantener la integridad del proceso.
• Para las partes en conflicto
La mediación, por muy proactiva que sea, no puede tener éxito si no participan
plenamente en ella los protagonistas. Por lo tanto, el mediador debe:
– Iniciar el proceso de mediación mediante conversaciones directas o indirectas
con las partes desde el comienzo, para evitar que el conflicto quede en punto
muerto;
– Asegurar que el proceso de mediación sea tan inclusivo y abierto a todas las
partes como sea posible;
– Alentar a las partes a que alcancen un acuerdo en el que se describan sus
responsabilidades y compromisos respectivos en el proceso y se establezca un
calendario de ejecución;
– Establecer mecanismos de seguimiento y consulta en cooperación con las
partes.
3. Consideraciones importantes para que sea eficaz la cooperación
entre las diferentes terceras partes involucradas en los procesos
de mediación
Es importante armonizar y coordinar las muchas y muy diversas iniciativas de
mediación que se pueden adoptar en un conflicto determinado. Las principales
organizaciones y los agentes implicados deben procurar establecer mecanismos
comunes o coordinados para asegurar la sinergia de las medidas y evitar que se
dispersen las energías de manera contraproducente.
La función de Burkina Faso en la facilitación del diálogo directo entre las
partes en Côte d’Ivoire es reflejo de esa visión. La estrecha colaboración entre el
Representante Especial del Secretario General y el facilitador permitió que las
partes trabajaran con eficacia, lo que condujo a la firma y la aplicación del Acuerdo
Político de Uagadugú, a pesar de que se produjeron algunos actos violentos después
de las elecciones.
Además, Burkina Faso acoge con satisfacción que las Naciones Unidas y la
Unión Africana trabajaran con eficacia y utilizaran la estrategia de mediación
conjunta para resolver algunos conflictos. Debería reforzarse la cooperación entre
las Naciones Unidas y las organizaciones regionales y subregionales para contribuir
eficazmente a la solución de las crisis mediante una mediación cercana, ya que esas
organizaciones están más cerca de la realidad sobre el terreno y son las beneficiarias
principales de los acuerdos de paz. Además, ese es el espíritu de las resoluciones del
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Consejo de Seguridad 1809 (2008) y 1625 (2005), relativas a la cooperación entre
las Naciones Unidas y las organizaciones regionales y el fortalecimiento de la
eficacia del papel del Consejo de Seguridad en la prevención de conflictos, en
particular en África. La aplicación exhaustiva de las disposiciones pertinentes de
esas resoluciones estimularía los esfuerzos de mediación regional y subregional. No
obstante, no se debe pasar por alto la responsabilidad de la comunidad internacional.
Los asociados bilaterales o multilaterales deben participar proactivamente en todos
los procesos de mediación reafirmando la función de liderazgo del mediador y
apoyando oportuna y adecuadamente cada etapa del proceso.
4 y 5. Elementos vitales de un acuerdo de paz exitoso e importancia
de la mediación continua
El éxito de todo proceso de mediación depende del compromiso decidido de
las partes en conflicto a aplicar diligentemente los acuerdos debidamente firmados.
La viabilidad de un acuerdo de paz también está determinada por la manera en que
aborda las preocupaciones de los protagonistas. Además, el documento final debe
dar seguridad a todas las partes y abordar los problemas fundamentales que
originaron la crisis, y respetar plenamente los principios de equidad.
También es fundamental que en todos los acuerdos de paz se prevean
mecanismos de seguimiento adecuados que permitan que las partes superen
paulatinamente los muchos obstáculos que podrían menoscabar el proceso de paz.
La participación plena de los protagonistas en el proceso de mediación y la
aplicación de mecanismos de seguimiento harían que el mediador estuviera
plenamente implicado y ayudara a las partes no solo como orientador, sino también
como intermediario y representante neutral de la comunidad internacional. Además
de servir como instrumento de supervisión y coordinación, los mecanismos de
seguimiento son marcos legítimos para fortalecer el diálogo y la confianza entre los
agentes.
Por lo que respecta al diálogo entre las partes de Côte d’Ivoire, en el Acuerdo
Político de Uagadugú y sus cuatro acuerdos complementarios se disponía el
establecimiento de mecanismos de seguimiento, a saber, el Comité de Evaluación y
Apoyo y el Marco Consultivo Permanente, responsabilidad ambas del facilitador, y
se permitía la participación en el diálogo de las demás partes interesadas en el
conflicto y representantes de la comunidad internacional.
La supervisión y las orientaciones del mediador y de las demás partes
interesadas son importantes durante y después de la conclusión de un acuerdo de paz
para completar el proceso de recuperación de la crisis.
Burkina Faso, que ha aprendido de su experiencia en la solución de las crisis
de Côte d’Ivoire y Guinea, cree que los resultados positivos obtenidos tras la
aplicación del Acuerdo Político de Uagadugú y el memorando de entendimiento
para la celebración pacífica de elecciones en Guinea se debieron en gran medida al
compromiso decidido de los signatarios de dichos acuerdos, al apoyo firme del
Consejo de Seguridad y el Secretario General, y a la disposición de los países y las
instituciones que apoyaron las acciones del facilitador.
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Conclusiones
Para mantener y reforzar la paz y la seguridad internacionales, es
imprescindible que se adopten medidas de prevención, entre ellas de mediación, y se
les proporcione el apoyo político y los recursos necesarios.
Burkina Faso reafirma su apoyo a la resolución 65/283 de la Asamblea
General, aprobada en julio de 2011, que representa una continuación de las
iniciativas y las acciones que ya había adoptado en el Consejo de Seguridad en
apoyo a la mediación como vehículo preferido para prevenir las controversias y
solucionarlas por medios pacíficos. El informe del Secretario General sobre el
mejoramiento de la mediación y sus actividades de apoyo (S/2009/189), presentado
tras la celebración de un debate de alto nivel en el Consejo de Seguridad sobre la
mediación que organizó Burkina Faso en septiembre de 2008, durante su
Presidencia del Consejo, contiene recomendaciones pertinentes y útiles sobre el
valor de la mediación.
Burkina Faso está listo para contribuir a las acciones conjuntas de prevención
y solución de controversias. Burkina Faso cree que los esfuerzos realizados en el
seno de las Naciones Unidas y por algunos Estados Miembros en particular
ayudarán a que se conceda la importancia debida a las actividades de prevención de
conflictos y su solución por medios pacíficos, en particular las relativas a la
mediación.
Chipre
[Original: inglés]
1. ¿Cuáles son las cualidades de un buen mediador?
Un buen mediador debe ser un intermediario honrado, imparcial e íntegro.
Debe aplicar criterios profesionales y objetivos, seguir un enfoque realista y directo,
y mantener a todos los interesados plenamente informados acerca del proceso de
mediación. Es fundamental que el mediador consagre el tiempo y la energía
necesarios para comprender cabalmente el conflicto, mediante un planteamiento
global que abarque una perspectiva histórica, una honda comprensión de las raíces y
las causas subyacentes del conflicto y un profundo reconocimiento de las
sensibilidades de ambas partes. El mediador debe cumplir estrictamente el mandato
y la función que le incumben en virtud de las disposiciones de la Carta de las
Naciones Unidas, de conformidad con la letra y el espíritu de las resoluciones de la
Organización. Un buen mediador debe ser neutral e independiente, y ha de tener
aptitudes para generar consenso a fin de llegar a un acuerdo y capacidad para zanjar
las diferencias entre las partes en un conflicto. Con el fin de granjearse la plena
confianza de todas las partes, fundamental para el éxito del proceso, el único y
exclusivo objetivo del mediador debe ser solucionar el conflicto, sin motivos
ulteriores ni fines ocultos. Por último, el mediador debe estar firmemente resuelto y
dispuesto a dedicar el tiempo que sea necesario para culminar el proceso y estar en
condiciones para ello.
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2. ¿Cuáles son los atributos clave para un proceso de mediación
efectivo, incluidas las etapas de diseño y ejecución?
Una de las principales características de un proceso de mediación con éxito es
la participación sustancial de todos los interesados. A este respecto, el mediador
debe contribuir a que el proceso obtenga un amplio apoyo y que los interesados
compartan objetivos comunes. El mediador debe reaccionar con rapidez a los
acontecimientos y proponer soluciones viables que sean aceptables para todas las
partes. El mediador debe aprovechar las competencias técnicas y capacidades del
sistema de las Naciones Unidas. En la preparación del proceso de mediación,
deberán preverse disposiciones sobre las principales cuestiones que plantea la
transición y los principios de derechos humanos y justicia. Las tendencias y los
hechos que se produzcan sobre el terreno, incluida la investigación científica,
pueden ser de ayuda en la preparación de nuevos procesos de mediación y la mejora
de la eficacia y eficiencia de los existentes. Otros parámetros importantes son la
eficacia en función de los costos y los beneficios de los procesos de mediación, la
coherencia y la sostenibilidad. Por último, mantener la confidencialidad en todo
momento es crucial para la conclusión con éxito del proceso.
3. ¿Qué consideraciones son importantes para la cooperación efectiva
entre terceras partes involucradas en el proceso de mediación?
La selección de terceras partes en un proceso de mediación debe llevarse a
cabo en consulta con las partes en conflicto y con su consentimiento, a fin de contar
en todo momento con su confianza y apoyo. Las aportaciones y la participación de
terceras partes deben tener siempre lugar dentro del marco acordado para el proceso,
y ha de mantenerse siempre informadas a las partes afectadas. Por último, es
importante establecer un sistema y medios de comunicación eficaces entre todos los
agentes desde el principio del proceso.
4. ¿Cuáles son los elementos vitales de un acuerdo de paz exitoso?
Para que un acuerdo de paz tenga éxito debe, ante todo, estar plenamente en
consonancia con las resoluciones de las Naciones Unidas y los principios de
derechos humanos, e incorporar las cuestiones relativas a la justicia de transición.
Debe además abordar las causas profundas del conflicto y tener en cuenta la
necesidad de establecer de forma equilibrada los beneficios del acuerdo para cada
una de las partes. Además, debe prever la asignación de un nivel aceptable de
recursos. Cualquier posible peligro de reanudación del conflicto, como la existencia
de agentes predispuestos contra el acuerdo, debe identificarse lo antes posible y
tomarse disposiciones para eliminarlo. También debe prever la participación efectiva
de las mujeres en todos los niveles del proceso de paz. Otro aspecto que debe
incluirse en el tratado es la reforma del sector de la seguridad cuando proceda, tras
la desmilitarización y el desarme efectivos de cualesquiera grupos armados ilegales
y su posible evolución hacia agentes políticos. Por último, pero no menos
importante, el apoyo coordinado de la comunidad internacional y la supervisión
constante del acuerdo de paz son también elementos esenciales para una aplicación
con éxito.
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5. ¿Cómo pueden contribuir los esfuerzos de mediación continuos
a una efectiva ejecución de un acuerdo de paz?
El apoyo y la duración de la labor de mediación encaminada a aplicar
eficazmente un acuerdo de paz pueden facilitarse mediante el establecimiento de
una misión especial de las Naciones Unidas que tenga por mandato expreso vigilar y
garantizar la aplicación del acuerdo de paz. Vigilar la aplicación de un acuerdo de
paz puede ser un medio importante de asegurar la transición entre la labor de
mediación y un proceso de paz sostenible. Otros factores en la aplicación del
acuerdo pueden ser el fortalecimiento de las sinergias entre las Naciones Unidas y
las organizaciones regionales y la participación de organizaciones no
gubernamentales. La participación de la comunidad internacional y su apoyo
práctico a la labor de mediación es fundamental para la aplicación con éxito del
acuerdo de paz.
Cuba
[Original: español]
Cuba está firmemente comprometida con el principio de la solución pacífica
de controversias y la prevención de los conflictos
Nuestro país observa con preocupación la tendencia creciente del Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas a invocar excesiva y apresuradamente el Capítulo
VII de la Carta, en lugar de utilizar de manera cabal las disposiciones del Capítulo
VI para el arreglo pacífico de controversias. Se está recurriendo con demasiada
premura a las disposiciones de los Artículos 41 y 42, sin haber agotado totalmente
las demás opciones, incluidas las previstas en el Capítulo VI.
La mediación es uno de los diversos métodos para el arreglo pacífico de
controversias previstos en el Capítulo VI de la Carta de las Naciones Unidas. La
mediación puede y ha demostrado ser efectiva en determinadas situaciones. Sin
embargo, no puede haber recetas preconcebidas; cada situación debe ser manejada
de acuerdo a sus características específicas. De tal manera, la mediación no puede
ser considerada automáticamente como el método más apropiado para todas las
situaciones.
La neutralidad, equidad, imparcialidad y el pleno consentimiento de las partes
involucradas, son condiciones básicas para la efectividad de la mediación.
La mediación tiene que llevarse a cabo respetando plenamente al derecho
internacional y la Carta de las Naciones Unidas, incluyendo los principios de
soberanía, integridad territorial y no injerencia en los asuntos internos.
Para que un proceso de mediación sea efectivo, se debe contar con el
consentimiento de todas las partes involucradas en el conflicto. El mediador debe
tener una conducta imparcial, con estricto apego a los principios del derecho
internacional y pleno respeto a la soberanía de la nación.
No podrá ser efectivo ningún mecanismo de solución pacífica de
controversias, incluyendo la mediación, mientras algunos Estados continúen
utilizando o amenazando con utilizar la fuerza contra la integridad territorial o la
independencia política de otros.
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Las experiencias y precedentes creados a partir de casos recientes, en los que
se ha evidenciado la manipulación de la Carta de las Naciones Unidas, el doble
rasero y la violación flagrante del derecho internacional, demuestra que cuando no
hay buena fe, imparcialidad y respeto a la independencia, la soberanía y la
integridad territorial de una nación, no es posible iniciar un proceso de mediación
objetivo que obtenga una solución favorable a los intereses de los pueblos.
Eslovenia
[Original: inglés]
Introducción
Eslovenia está comprometida con la mediación como medio para el arreglo
pacífico de las controversias y la prevención y resolución de conflictos. Como
miembro del Grupo de Amigos de la Mediación, Eslovenia seguirá abogando por la
aplicación con éxito de la resolución 65/283 de la Asamblea General, relativa al
fortalecimiento de la función de mediación, aprobada el 22 de junio de 2011. En ese
contexto, Eslovenia quisiera destacar el papel fundamental de las Naciones Unidas y
todos los esfuerzos de mediación realizados por la Organización que han culminado
con éxito. En materia de mediación, Eslovenia desea prestar especial atención a la
importancia de la cooperación y el fomento de la capacidad por parte de las
organizaciones regionales y las comunidades locales y a la trascendencia del estado
de derecho como condición previa para el éxito de las negociaciones de paz.
También es importante tratar la cuestión de los derechos humanos de manera
oportuna y efectiva, como una de las mejores inversiones para lograr la paz y
prevenir y evitar conflictos. Las consideraciones de derechos humanos deben formar
parte de cualquier medida de mediación. La importancia de la mediación y la
prevención temprana de los conflictos se hizo patente, tristemente, muy cerca de
Eslovenia, en los Balcanes occidentales.
Cooperación regional
Al centrarnos en la prevención como uno de los aspectos de la mediación,
deseamos destacar la importancia de la dimensión regional. La prevención de
conflictos efectiva y oportuna gracias a la utilización de los conocimientos y las
capacidades de las organizaciones regionales y subregionales puede resultar muy
eficaz en el terreno. Esas organizaciones cuentan con ventajas comparativas para
asumir el liderazgo o desempeñar un papel complementario en la prevención de los
conflictos y la mediación en general.
La cooperación regional resulta fundamental a la hora de utilizar y desarrollar
las capacidades de mediación. Por encima de todo, las Naciones Unidas deben
promover una cooperación más estrecha con las organizaciones regionales y entre
ellas, con miras a aprovechar sus conocimientos especializados. Las organizaciones
regionales y subregionales y otros agentes regionales clave deben desempeñar una
función vital en el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, ya que su
cooperación con el Consejo de Seguridad puede tener un efecto considerable en la
aplicación de sus resoluciones. Por lo tanto, las disposiciones del Capítulo VIII de la
Carta de las Naciones Unidas se pueden beneficiar del reparto de la carga en el
marco de los procesos de prevención, resolución, y reconstrucción. Es crucial
prestar apoyo al fortalecimiento de las instituciones y el desarrollo de la capacidad
mediante la cooperación regional. En ese sentido, y a partir de la experiencia en
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nuestra región, Eslovenia tratará de promover una mejor coordinación entre esas
organizaciones.
Los Estados miembros de la Unión Europea se ocuparon de la cuestión de la
prevención de los conflictos en la reunión del Consejo de Asuntos Exteriores
celebrada en Luxemburgo el 20 de junio de 2011. Los debates sobre la acción
temprana tuvieron como resultado una conclusión fundamental, a saber, que una
forma de acción temprana es la mediación: la Unión Europea se basará en el
Concepto sobre el refuerzo de las capacidades de diálogo y mediación de la Unión
Europea de 2009 y fortalecerá las capacidades de mediación prestando apoyo y
formación a los mediadores y a su personal e incrementará su disponibilidad. Si
procede, la Unión Europea seguirá respaldando a los socios, organizaciones no
gubernamentales pertinentes e instituciones locales, regionales e internacionales
para la prevención y resolución de conflictos, así como los esfuerzos a favor de la
paz. Por lo tanto, nos hemos comprometido a prestar apoyo político y financiero a
las actividades de mediación. Nos congratula observar que otras regiones están
asumiendo compromisos similares.
Estado de derecho
Eslovenia cree firmemente que el arreglo pacífico de las controversias tal
como se consagra en el Artículo 2 del Capítulo VI de la Carta de las Naciones
Unidas es fundamental para mantener la paz y la seguridad internacionales. Si se
utiliza de forma adecuada, la mediación puede ser un instrumento muy eficaz; no
obstante, también existen varios ejemplos de fracaso de los esfuerzos de mediación.
Por tanto, la comunidad internacional debe aprender de las experiencias del pasado
y reunir las mejores prácticas. En los últimos años, se ha hecho mucho por ayudar a
las partes a tratar de resolver sus controversias gracias a la mediación, en concreto
en el marco del sistema de las Naciones Unidas. Resulta fundamental que el proceso
de mediación tenga como resultado un diálogo con todas las partes, a saber, los
Estados, las organizaciones y la sociedad civil. Los mediadores deben esforzarse por
reestablecer la paz sobre la base del estado de derecho. Estamos convencidos de que
el estado de derecho es una condición para la paz y el desarrollo sostenibles tanto a
nivel internacional como nacional. Contar con instituciones judiciales, de
cumplimiento de la ley, gubernamentales y legislativas que funcionen es sumamente
importante para lograr una paz duradera. Así pues, la seguridad y la justicia
constituyen importantes plataformas para alcanzar el estado de derecho.
Por último, la mediación no puede lograr la paz sin justicia. La rendición de
cuentas por atrocidades masivas debe formar parte del proceso de mediación, para
que pueda establecerse una paz duradera. La experiencia nos ha enseñado que la
inmunidad por violaciones graves de los derechos humanos casi siempre tiene como
resultado nuevos conflictos y un mayor número de víctimas. Nos complace observar
que la justicia penal internacional se ha convertido en un referente internacional y
apoyamos plenamente la labor de la Corte Penal Internacional.
Derechos humanos y organizaciones no gubernamentales
Durante su Presidencia del Consejo de la Unión Europea en 2008, Eslovenia
participó activamente en varias negociaciones y actividades de facilitación en el
marco del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra y la Tercera Comisión de la
Asamblea General en Nueva York. Además, cuando fue miembro del Consejo de
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Derechos Humanos (2008-2010), Eslovenia participó en negociaciones relativas a
varias situaciones de derechos humanos que figuraban en el programa del Consejo,
así como en otras cuestiones temáticas. En el Consejo de Derechos Humanos,
Eslovenia también tuvo la oportunidad de observar los esfuerzos de mediación
llevados a cabo por altos representantes de las Naciones Unidas en varias
situaciones de derechos humanos, como la interposición de buenos oficios, las
misiones de verificación de los hechos, la labor de los relatores especiales del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, etc. Por lo tanto,
el concepto de mediación se puede seguir desarrollando y destacando en distintos
foros que se ocupan de los derechos humanos, como la Asamblea General, incluida
la Tercera Comisión, el Consejo de Derechos Humanos, la OSCE y el Consejo de
Europa.
Desde el punto de vista de los derechos humanos, la mediación es una
actividad importante para gestionar e impedir situaciones que puedan ocasionar
tensiones, una escalada en el conflicto y, en consecuencia, violaciones masivas de
los derechos humanos. La mediación también se vincula estrechamente con el
concepto de responsabilidad de proteger, en concreto en el contexto de la acción
temprana.
La presencia y el papel de las organizaciones no gubernamentales en la
solución de los conflictos son igualmente importantes. Los mediadores se pueden
beneficiar de los conocimientos y la información proporcionados por las
organizaciones de derechos humanos que trabajan a nivel de base.
Eslovenia otorga gran importancia a la educación en materia de derechos
humanos, que puede ser otro aspecto preventivo importante de la mediación y
contribuir a fomentar la confianza y la tolerancia, la reconciliación, la paz y la
seguridad. Así, la educación en materia de derechos humanos resulta fundamental
tanto para la reconciliación como para la mediación. Por ese motivo abogamos por
la plena inclusión de un enfoque a la prevención que tenga en cuenta los derechos
humanos en la labor de mediación en curso y futura.
Cuando se recurre a la mediación, se deben tener en cuenta todos los aspectos
y consecuencias para el conjunto de la población y su vida cotidiana. La igualdad
entre los géneros también debe tenerse en cuenta, de conformidad con la resolución
1325 (2000) del Consejo de Seguridad y el Plan de acción nacional de Eslovenia
para la aplicación de las resoluciones del Consejo de Seguridad 1325 (2000) y 1820
(2008) sobre las mujeres y la paz y la seguridad para el período 2010-2015, que
destacan la participación de las mujeres en los procesos de paz.
La inclusión de una perspectiva de género en todas las actividades otorga una
nueva dimensión y resulta fundamental para alcanzar una solución verdaderamente
pacífica. En cualquier conflicto, siempre hay mujeres que son fuente de inspiración
y participan en los esfuerzos para poner fin al conflicto. Las mujeres participan
activamente en los esfuerzos necesarios de reconciliación y en el desarrollo del
estado de derecho en la sociedad. No obstante, cuando se trata de establecer la paz,
en demasiadas ocasiones sigue siendo un grupo compuesto en su totalidad por
hombres el que se sienta a la mesa de negociaciones y forma los nuevos gobiernos
de transición. Si bien es cierto que la situación ha mejorado a ese respecto y ahora
encontramos mujeres entre los enviados de paz, esperamos que esta tendencia
continúe y que las Naciones Unidas nombren a más mujeres mediadoras y enviadas
de paz.
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La experiencia de Eslovenia
Eslovenia ha adquirido una valiosa experiencia en materia de mediación, como
usuario y como micromediador en operaciones y misiones de paz, prestando
especial atención a las soluciones y los enfoques innovadores.
Proceso de Rehn
Eslovenia tiene una experiencia positiva de la mediación llevada a cabo por
la Unión Europea como organización regional en una controversia fronteriza entre
Eslovenia y Croacia muy delicada políticamente. Con Olli Rehn al frente, que por
entonces era el Comisario Europeo de Ampliación, el 21 de enero de 2009 se puso
en marcha la mediación entre Eslovenia y Croacia, conocida como proceso de
Rehn. Este proceso incluyó seis reuniones trilaterales con los ministros de
relaciones exteriores sobre tres propuestas distintas presentadas por el Comisario
Rehn relativas a la solución de la controversia fronteriza y dos versiones de su
propuesta definitiva: Rhen 1 y Rehn 2. El proceso de mediación concluyó el 18 de
junio de 2009.
Para Eslovenia la mediación del Comisario Rehn fue una experiencia positiva.
Gracias a ese proceso, se pudieron conciliar con éxito las posiciones de ambos
países y se sentaron las bases, en la propuesta Rehn 2, para el acuerdo de arbitraje
entre ambos Gobiernos, que se firmó el 7 de noviembre de 2009 en Estocolmo y
entró en vigor el 29 de noviembre de 2010. El acuerdo se concluyó bajo los
auspicios de la Presidencia sueca del Consejo de la Unión Europea.
Micromediación y participación en operaciones y misiones de paz
Eslovenia ha acumulado importantes experiencias en la micromediación
cotidiana en el contexto de las operaciones de paz lideradas por distintas
organizaciones internacionales y regionales. En estos casos de micromediación
intervienen principalmente miembros de las Fuerzas Armadas y la policía de
Eslovenia que participan en operaciones de paz y que recurren a la mediación para
resolver y prevenir la escalada de problemas locales.
Nuestra experiencia en operaciones de paz demuestra que el entendimiento de
la situación en el terreno, el conocimiento de las lenguas locales y la comprensión
de las costumbres y la cultura locales también son sumamente importantes para el
éxito de las actividades de mediación. Un micromediador también puede
desempeñar una función indirecta, especialmente en los casos en que las
negociaciones entre las partes de la controversia y los representantes de las
organizaciones regionales se celebran al más alto nivel. La micromediación se puede
seguir desarrollando gracias a una capacitación eficaz y el intercambio de buenas
prácticas.
España
[Original: español]
La Asamblea General de las Naciones Unidas, mediante su resolución 65/283
solicitó al Secretario General de las Naciones Unidas que, en consulta con los
Estados Miembros y otros protagonistas, elaborara unas directrices para hacer más
efectiva la mediación, teniendo en cuenta las experiencias adquiridas en la materia.
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España, en respuesta a la petición transmitida por la Secretaría general en
cumplimiento de dicha resolución, ha llevado a cabo un proceso de consulta
intergubernamental y con la sociedad civil para poder facilitar a la Secretaría su
visión e ideas sobre cómo lograr una mediación más efectiva.
España, Estado fundador del Grupo de Amigos de la Mediación en el año
2010, y copatrocinador de la resolución mencionada, desea recordar que el informe
del Secretario General del año 2009 (S/2009/189) señalaba la sorprendente escasa
atención y medios que los Estados Miembros de las Naciones Unidas y la propia
Organización habían dedicado a la mediación. Este fenómeno tiene lugar a pesar de
la importancia central que la solución pacífica de controversias tiene en la Carta de
San Francisco y pese a la superior eficacia económica y humana de la prevención de
conflictos frente a la resolución de los mismos. Tres años más tarde estamos dando
pasos en la buena dirección y España desea reiterar su compromiso con esta nueva
orientación. En primer lugar, compromiso financiero mediante contribuciones al
Fondo para la Mediación; también debemos destacar el compromiso político
mediante nuestra participación en el Grupo de Amigos y en los debates y reuniones
celebradas; y finalmente, destacar nuestro compromiso de participación en respuesta
a la solicitud de la Secretaría para coadyuvar en la redacción del informe solicitado
por la resolución 65/283.
Antes de entrar en la respuesta concreta a las preguntas planteadas, España
desea insistir en tres elementos. Por un lado, la necesidad de definir el momento
exacto para la mediación, identificar cuando la disputa o conflicto están maduros
para la intervención. En segundo lugar, la necesidad de que en el nombramiento de
los mediadores, tanto los líderes como sus equipos, se tengan siempre en cuenta,
junto a sus cualificaciones profesionales y cualidades personales, los
imprescindibles equilibrios de género y regionales. En tercer lugar, resaltar la
importancia del liderazgo del mediador jefe o de la cabeza visible del equipo de
mediación, al tiempo que se insiste en la necesidad de que estos cuenten con un
apoyo profesional, preparado, con experiencia suficiente en el tema y región, así
como un conocimiento extenso del contexto concreto.
Pasando ya a las cuestiones planteadas, y resaltando el papel que en la
redacción de las mismas ha tenido la sociedad civil española consultada:
Cuestionario de las Naciones Unidas
1. Cualidades de un buen mediador
Los mediadores deben contar con capacidad y formación adientes, así como
con las cualidades adecuadas tanto para el propio desarrollo del proceso como para
promover su viabilidad.
Dentro del marco de cualidades se distingue entre cualidades personales y
cualidades profesionales.
Cualidades personales
• Capacidad para escuchar activamente y para empatizar profundamente con las
partes.
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• Capacidad de analizar problemas, identificar y separar los temas involucrados,
y tomar una decisión o llegar a una resolución con respecto a los mismos.
• Capacidad de usar un lenguaje neutral y claro. Formular preguntas claras y
directas.
• Sensibilidad hacia los valores que las partes viven y defienden, incluyendo
cuestiones relacionadas con el grupo étnico, el género y con las diferencias
personales o culturales.
• Capacidad para tratar con objetivos e información insuficiente, compleja y a
veces confusa.
• Presencia y tenacidad. Capacidad para sostener un compromiso con
honestidad, respeto a las partes y capacidad para crear y mantener el control de
un grupo diverso de personas en disputa.
• Capacidad para identificar y separar los valores personales de la persona.
• Capacidad de permanecer neutral y objetivo bajo las presiones de las partes,
equilibrando las diferencias de poder entre las partes. Manifestar un
sentimiento honesto de ayuda.
• Capacidad para establecer una relación de interés por el discurso ajeno, de
conexión, respeto y empatía. No calificar ni criticar.
• Capacidad para comunicarse apropiadamente con las partes, intentar adaptarse
al nivel de las partes.
• Cualidades analíticas, reflexivas y abiertas, imaginación y atrevimiento, en el
sentido de poder ofrecer a las partes beneficios por participar en el proceso que
sean “compatibles” con sus expectativas.
• Capacidad para transmitir credibilidad.
• La imperturbabilidad es una cualidad necesaria, tanto como garantía del resto
de cualidades enumeradas, como para la viabilidad del propio proceso. La
creencia firme en una solución dialogada debe servir para que las personas que
guían los procesos de mediación adopten cierto distanciamiento ante la dureza
de muchas de las cuestiones que se susciten
• Discreción. Un exceso de protagonismo por parte del mediador puede
desvirtuar el proceso.
Cualidades profesionales
• Tener muy claros la naturaleza y los límites del mandato.
• Saber exactamente en qué fase del proceso nos encontramos: prenegociación
del proceso de paz, negociación del mismo o implementación.
• El conocimiento: conocer en profundidad el país donde se va a mediar, en
todas sus facetas: historia, cultura, economía, estructuras sociales.
• Entender las motivaciones, intereses, puntos fuertes y débiles de los actores
con quienes se va a trabajar, lo que se dice, el “mapa político” de la situación,
como por ejemplo:
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• Quiénes son los actores nacionales con capacidad para parar o reactivar una
guerra y quiénes les apoyan financieramente y logísticamente.
a) A quiénes representan realmente los actores visibles.
b) Qué fuerzas no visibles forman parte de la contienda.
c) Qué actores están por el momento fuera de la contienda pero a su
vez tienen poder suficiente para dinamitar el proceso.
d) Qué figuras de la comunidad internacional están interviniendo:
países vecinos, actores regionales, poderes fácticos.
e) Quiénes, en el ámbito doméstico o internacional, están indecisos, a
favor o en contra de la intervención del mediador.
• Humildad: si bien las lecciones aprendidas de otros conflictos son importantes,
no debe pensarse que todos los conflictos son idénticos. Acercarse a la gente
de a pie, entender sus necesidades y conocer sus opiniones, no quedarse en las
declaraciones oficiales e informes. Intentar acercarse a la realidad del país a
través de sus habitantes.
Junto con esas cualidades generales, el mediador en conflictos internacionales
(ya se trate de un individuo, una organización, un grupo o un Estado) debe, aunque
no haga gala de ello en el proceso de mediación, poseer un conocimiento exhaustivo
del marco político y jurídico internacional y, por supuesto, debe estar íntimamente
familiarizado con el mapa de cada conflicto en cuestión. En este sentido, más allá de
los datos objetivos, debe haber asimilado las percepciones subjetivas que cada una
de las partes tiene frente al conflicto, ya que dichas percepciones determinan no solo
sus posiciones frente a los problemas de fondo, sino también frente a detalles
críticos que (como es el caso de las disputas a nivel puramente terminológico o
semántico), por parecer triviales o indiferentes, pueden pasar inadvertidos al
mediador no experimentado y poner en peligro todo el proceso. El conocimiento que
el mediador ha de poseer de las relaciones internacionales debe incluir una sólida
sensibilidad cultural —o intercultural—, que le permita hacer la semiótica de los
códigos culturales con los que operan las partes para potenciar paralelismos y eludir
discrepancias. Por otra parte, el mediador debe contar además con recursos humanos
y materiales suficientes, y poseer unos contactos y apoyos exteriores que den al
proceso la necesaria proyección e impulso internacionales.
2. ¿Cuáles son los atributos clave para un proceso de mediación efectivo,
incluidas las etapas de diseño y ejecución?
Para que un proceso de mediación sea efectivo, y partiendo siempre de una
aceptación al menos formal por las partes de la mediación y del mediador, hay que
tener en cuenta dos elementos:
Construcción del diálogo
Las partes junto con el mediador deben establecer unas bases previas al inicio
de la mediación en las que se debe decidir:
• Confidencialidad o no del proceso de mediación: ¿debe ser la mediación algo
secreto? ¿Semisecreto? ¿Qué actitud adoptar cara a los medios y hacia
terceros?
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• Lugar de las mediaciones: en el propio país, fuera, en un lugar seguro, en el
campo, en un resort, etc.
• Formato: cómo deben negociar las partes entre ellas: de manera informal,
negociaciones en sesiones plenarias, negociaciones con grupos de trabajo, cara
a cara de los líderes, mediadores con cada parte por separado, etc.
• Establecimiento de las reglas del juego para las mediaciones: ¿las establece el
mediador? ¿Son negociadas por las partes en el marco de unos acuerdos antes
de empezar la mediación? ¿Se negocian en sesiones plenarias por las partes
con grupos de trabajo? ¿Se negocian por las partes en base a algunas
sugerencias de los mediadores? ¿No se marcan reglas de juego?
• Frecuencia de las mediaciones: existen varias posibilidades: una sola sesión,
establecimiento de unos espacios de tiempo entre cada mediación, espacios de
tiempo entre cada mediación que varían en función del proceso y del contexto.
• Agenda: ¿cómo se establece la agenda?: negociada por las partes, por el
mediador, no se establece agenda.
• Secuencia de las mediaciones: comienzo de la mediación con el cese de
hostilidades, negociación de todos los temas en las sesiones pero con grupos
de trabajo en paralelo, establecer primero un marco de trabajo y luego los
temas.
• Plazos: ¿deben fijarse plazos? ¿No deben fijarse plazos? ¿Quién los establece:
el mediador, las partes, los países contribuyentes?
• Toma de decisiones: ¿cómo llegan a acuerdos las partes? “Nada está acordado
hasta que todo esté acordado”. Negociar uno a uno los acuerdos. En el caso de
que haya muchos actores, los acuerdos se adoptarán: por consenso suficiente,
por mayoría, por unanimidad.
Es importante negociar y fijar cada punto de los enumerados antes de iniciar la
mediación con unas premisas claras para todos los actores, o bien optar por dejar el
proceso abierto. Lo importante es que en cada momento las partes tomen decisiones
informadas, es decir, que tengan claras las consecuencias de sus decisiones para
poder elegir el proceso de mediación que mejor les convenga.
El papel del mediador
El papel del mediador es fundamental en el proceso de mediación, por ello hay
ciertas determinaciones que tomar:
• Mandato y objetivos: ¿quién autoriza la implicación del mediador? ¿Cuáles
son los objetivos globales de la mediación? ¿Quién decide dichos objetivos?
• Equipo de mediación: estructura del equipo de mediación ¿Puede el mediador
escoger a su equipo? ¿Debe adaptarse al equipo propuesto por una institución?
¿Debe ser un equipo grande? ¿Pequeño? ¿Se debe contar con expertos externos
en función de las necesidades de la mediación?
• Relación con los medios de comunicación: ¿Qué tipo de relación deben tener
los mediadores y/o las partes con los medios de comunicación?
• ¿Cuándo debe el mediador abandonar el proceso?: cabe preguntarse hasta
dónde debe ser flexible el mediador, cuáles deben ser los límites de su función,
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si debe finalizar la mediación cuando perciba que se está manipulando el
proceso o cuando no exista ningún progreso.
• Confidencialidad: garantía de que lo que se “revela” durante el proceso no va a
tener repercusiones ni consecuencias públicas para ninguna de las partes.
• Respaldo económico: que se garantice la disposición de los recursos
necesarios.
• Legitimación del mediador a través del reconocimiento por las partes.
• Firmeza frente a los objetivos a conseguir, que deben ser satisfactorios para las
partes, y simultáneamente flexibilidad en las diferentes etapas.
3. ¿Qué consideraciones son importantes para la cooperación efectiva
entre terceras partes involucradas en el proceso de mediación?
La participación de terceras partes es una cuestión clave que puede moldear la
estructura del proceso. Esta debe ser una decisión que pertenezca únicamente a las
partes, sin embargo los mediadores deben y pueden sugerir algunas cuestiones al
respecto, como ahora la creación de foros paralelos, trabajar con los auspiciadores
de la mediación para fomentar una participación más amplia.
La pregunta que debemos plantearnos es ¿quién debe participar en las
negociaciones de paz que se tratan en una mediación? ¿Todas las partes
implicadas con capacidad de decisión? ¿Todas las partes implicadas pero sin tener
capacidad de decisión? ¿Solo las partes en conflicto pero con delegaciones extensas
en las que esté presente la sociedad civil? ¿Las partes en conflicto pero realizando
consultas a la sociedad civil? ¿Única y exclusivamente los líderes de las partes más
importantes? Decidirse por una hipótesis u otra puede ser primordial en el proceso
de mediación.
Otro tema importante son los países vecinos, grupos de presión,
organizaciones internacionales. ¿Cómo debe relacionarse el mediador con los
poderes regionales? ¿Debe también contar con los grupos internacionales que
también tienen intereses en el proceso? En el caso de tomarlos en cuenta existen
varias alternativas, se puede:
– Formar un grupo de amigos como observadores del proceso;
– Formar un grupo de amigos a los que se les informe regularmente pero que no
se sienten a la mesa de negociaciones.
El género es un tema muy importante que no debe olvidarse en una
negociación de paz y que el mediador deber hacer que sea tenido en cuenta por
todas las partes. Por ello ¿cómo debe tratarse el tema del género en una negociación
de paz? En estos casos el mediador puede:
– Utilizar sistemas de cuotas para animar la participación de mujeres como
miembros de las delegaciones;
– Recomendar discretamente la inclusión de mujeres en las delegaciones;
– No decir nada pero garantizar que los temas de género se tratarán durante las
negociaciones;
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– Organizar un formato en el que se puedan incluir mujeres cuando se trate el
tema del género.
Confidencialidad
La confidencialidad proporciona una base de trabajo estable que puede mejorar
la relación entre todas las partes que participan en la mediación. Debe tratarse con
intensidad al inicio del proceso para quede claro a todas las partes implicadas. Esta
confidencialidad y confianza deben ser recíprocas entre todas las partes y
fortalecerse a lo largo del proceso para que la mediación sea productiva. Esto es
particularmente importante en aquellos casos en los que el origen del conflicto se
encuentra en la falta de confianza.
Asimismo una cualidad fundamental cuando se media es la imparcialidad del
mediador. Este atributo se manifiesta en las actitudes y conductas del mediador
hacia las partes. Hay que indicar que casi siempre se espera una gran dosis de
imparcialidad por parte del mediador, es decir, que este no favorezca a nadie y que
sea neutro en relación a los resultados que puedan surgir. La identidad del mediador
debe suscitar confianza en las partes ya que a menudo este es el único depositario de
confianza entre antagonistas que inicialmente solo albergan sospechas mutuas.
4. ¿Cuáles son los elementos vitales de un acuerdo de paz exitoso?
La teoría establece que para que un acuerdo de paz sea exitoso tiene que ser
construido por las partes implicadas, con una identificación clara de qué es lo que
gana cada una con los acuerdos alcanzados y que produzca además:
– Sentimiento de propiedad (ownership) del acuerdo, que las partes lo sientan
como propio, lo hagan suyo.
– Conciencia del proceso.
– Reconocimiento y respeto entre las partes.
– Compromiso con el proceso.
– Comprensión de procesos de duelo.
– Racionalización y relativización de hechos.
En la práctica, y debido a la experiencia y las lecciones aprendidas de pasados
procesos de mediación, en los que no todos llegaron a acuerdos, sabemos que
considerar un acuerdo de paz 100% exitoso es difícil, debido muchas veces a la
posterior evolución de un conflicto aparentemente resuelto que luego se transforma
en otro. También ocurre con frecuencia que los acuerdos fijados por las partes
simplemente no llegan a cumplirse nunca por circunstancias posteriores al proceso
de mediación.
Por ello, de lo único que podemos hablar es de las lecciones aprendidas que
quizás nos enseñen a trabajar de una manera diferente en las próximas mediaciones,
lo que tampoco significa que el acuerdo sea exitoso al 100%.
Existen varios factores que pueden conducir a que un proceso de mediación
acabe en un acuerdo de paz exitoso:
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El contexto
– Los conflictos tienen que estar maduros para ser resueltos, es decir, que las
partes hayan llegado a un punto muerto donde no se vea ninguna victoria y
ambos crean que la negociación es una salida plausible.
– Que el equilibrio de poder entre las partes sea real es esencial. La mediación
entre las partes es más eficaz cuando estas están en igualdad de condiciones.
– Que la legitimidad de los líderes que intervienen en la mediación sea real y
que a su vez los partidos y/o facciones que representan estén unidos y
conformes con ese líder.
Los mediadores
Junto a las cualidades mencionadas en el punto 1, el mediador debe:
– Realizar un uso limitado del palo y la zanahoria, un exceso de acciones
coercitivas y punitivas por parte de un mediador compromete la capacidad del
mediador para construir un proceso creíble que discurra suavemente. El palo y
la zanahoria deben ser una herramienta de otras partes o de los “amigos” del
proceso.
– Ser capaz de realizar todo tipo de trabajos: liderar el proceso, aportar
conocimiento y experiencia, apoyar, hospedar, formar parte del grupo de
amigos, preparar presupuestos, etc.
– Estar preparado y dispuesto a retirarse si así fuera necesario.
Además la experiencia nos ha demostrado que, en el fondo, enfatizar o incidir
en la imparcialidad/neutralidad del mediador es un error, las partes aceptan a los
mediadores no tanto por su imparcialidad como por su habilidad en influenciar,
proteger o extender los intereses de las partes.
El proceso de mediación
– El trabajo principal de un mediador es definir y defender el proceso, no el
contenido.
– Estar preparados para una máxima complejidad; hoy en día se puede tratar en
un conflicto la “falta de una visión social” de las partes.
– La naturaleza de los procesos de mediación es desordenada, la mediación no es
una trayectoria lineal, unas veces se va hacia delante y otras se dan pasos atrás,
es un proceso muy flexible que hace que la mediación se adapte a la
complejidad y evolución de los conflictos.
– No querer resolver el conflicto rápidamente, los conflictos no se resuelven ni
fácil ni rápidamente.
– No dar demasiado énfasis a los acuerdos, la humildad y la discreción son
buenas compañeras en esos momentos.
Los acuerdos
– En los acuerdos deben evitarse las ambigüedades y vaguedades. La precisión y
claridad, redundan en su eficacia.
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– Las partes tienen que hacer suyos los acuerdos, sentirse responsables de su
aplicación y por supuesto, obligarse a ellos de buena fe.
– Los acuerdos deben ser posibles de aplicar, y para ello el sentido común debe
imperar en los acuerdos.
Apoyo a la mediación
– El nombramiento de un jefe de la misión de mediación es absolutamente
esencial.
– Coordinación entre mediadores: es esencial que los mediadores estén bien
coordinados entre ellos.
– Cada vez son más importantes los “grupos de amigos”, que van creciendo en
número (en el año 2006 existían 36 grupos de esta naturaleza). Estos grupos
deben ser pequeños en número, de 4 o 5 miembros por misión, y estar
compuestos por Estados con afinidades con el país que esté padeciendo el
conflicto.
– Estructuras de apoyo a la mediación de carácter profesional: desarrollo de
capacidades, formación, investigación, gestión del conocimiento, desarrollo de
redes de apoyo.
5. ¿Cómo pueden contribuir los esfuerzos de mediación continuos
a una efectiva ejecución de un acuerdo de paz?
Los esfuerzos de mediación implican procesos, compromisos y valores: como
procesos son eficaces y útiles para el “aprendizaje” de formas adecuadas de
gestionar conflictos, de “desmitificar” el conflicto como algo únicamente negativo y
en demasiadas ocasiones irresoluble y de facilitar que las partes quieran alcanzar
una solución negociada al contar con la garantía de que las personas que guían la
mediación son al mismo tiempo garantes del proceso y de que no hay manipulación.
Como compromisos incorporan mecanismos de construcción de procesos de paz y
desbloquean situaciones enquistadas. Los valores de respeto y aceptación inherentes
a los procesos de mediación fortalecen la asertividad, el reconocimiento y la
legitimidad.
Puede entenderse que la firma de un acuerdo de paz cierra un proceso pero
abre otro, centrado en la consolidación de la paz. Hay ocasiones en que esta
consolidación tiene perspectivas muy precarias, que por lo tanto exigen que los
esfuerzos de mediación, lejos de decaer, se renueven y refuercen. Para hacerlo
deben adaptarse a una nueva fase, en la que el objetivo fundamental de la mediación
es lograr que las partes coincidan en cómo interpretar y ejecutar los términos
pactados.
La ejecución de los acuerdos se puede realizar de forma programada en
diferentes fases de ejecución y estas fases ser sometidas a mediación, así se favorece
la confianza mutua entre las partes una vez resueltas las cuestiones básicas y
superados los primeros obstáculos que originaban el conflicto. La confianza no se
puede restaurar de la noche a la mañana, sin embargo se pueden ir dando pequeños
pasos encaminados a la resolución. Dejar algunos temas para más adelante puede
quitar determinadas tensiones en la negociación, además de dar más seguridad a las
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partes, que a su propio ritmo pueden caminar hacia la definitiva resolución del
conflicto.
Los esfuerzos de una mediación continua resultan evidentes cuando se evita
que conflictos sencillos de resolver deriven en conflictos mucho más graves por una
inadecuada interpretación de los acuerdos en los que los protagonistas llegan a
olvidar cuál es la fuente real del conflicto.
Por último, un elemento crítico en la fase de consolidación de la paz consiste
en que se disponga de un mecanismo forzoso, idealmente mediante arbitraje, para
resolver las disputas que surjan a la hora de interpretarlo y aplicarlo,
preferiblemente previsto en el propio acuerdo de paz.
Naciones Unidas. Fortalecimiento de la función de mediación en el arreglo pacífico de controversias, la prevención de conflictos y su solución (Cuarta parte)
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Naciones Unidas. Fortalecimiento de la función de mediación en el arreglo pacífico de controversias, la prevención de conflictos y su solución (Cuarta parte)