Momento en el que los estudiantes despliegan una pancarta. | Efe
Gritos de ‘Fuera fascistas de la universidad’ o ‘homenajes a los de las cunetas’
Los manifestantes esperaban en el salón e impidieron el desarrollo del acto
Consistía en una mesa redonda de homenaje con miembros de sus gobiernos
Entre los convocantes estaba Galiza Nova, organización juvenil del BNG
Efe | Santiago de Compostela
Actualizado martes 14/02/2012 21:02 horas
Un grupo de un centenar de estudiantes de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) ha impedido este martes la celebración de un homenaje a Manuel Fraga en la facultad de Filosofía.
El acto académico suspendido consistía en una mesa redonda titulada ‘Cuatro legislaturas que cambiaron Galicia: Homenaje a D. Manuel Fraga Iribarne’, en la que iban a participar los ex conselleiros Manuela López Besteiro, Celso Currás y Xesús Palmou.
La conferencia, organizara por Galicia Milenio: Foro de Pensamiento y Opinión, se enmarcaba en el III Curso Xerardo Fernández Albor bajo el título ’30 años de autonomía’.
Al acto asistieron, entre otras personas, la hermana de Manuel Fraga, Rosario Fraga, acompañada por su marido, y el expresidente de la Xunta Gerardo Fernández Albor, que abandonó el salón de actos al irrumpir los manifestantes.
Cuando los intervinientes en la mesa redonda entraron en la facultad fueron recibidos por los manifestantes que corearon consignas contra la celebración de este acto, como “fuera fascistas de la universidad”, “los homenajes a los de las cunetas”, “homenajear a Anxel Casal” o “vuestra historia es una mentira”.
Posteriormente los manifestantes ocuparon el salón en el que estaba previsto celebrar la mesa redonda e impidieron que el acto se llevase a cabo, a pesar del intento de dialogo de uno de los organizadores.
Entre los convocantes de la protesta figuran las juventudes del BNG, Galiza Nova, y los Comités del Campus de Compostela, que portaban pancartas con los textos: “Ningún homenaje a Fraga. Galicia contra el fascismo” y “No a los homenajes fascistas en la USC”.
FUENTE: EL MUNDO ESPAÑA