Ex convicto que era inocente recibirá $1,75 millones de indemnización
James Bain fue condenado a cadena perpetua por secuestro y violación de un niño y recién aceptaron hacerle pruebas de ADN 35 años después
Miércoles 27 de julio de 2011 – 04:51 pm 24 comentarios
James Bain
James Bain. (Foto: AP)
Miami (EFE). Un hombre de Florida que fue liberado en el 2009 después de estar 35 años en la cárcel por un delito que no cometió recibirá del estado 1,75 millones de dólares en compensación, informaron hoy medios locales.
James Bain, de 55 años, fue juzgado y condenado en 1974 a cadena perpetua por el secuestro y violación de un niño de nueve años, pese a que afirmó que el día en que se cometió el delito estaba con su hermana en su casa viendo la televisión, según la organización sin fines de lucro Proyecto Inocencia de Florida.
Las pruebas de ADN que le realizaron en el 2009 demostraron que era inocente, por lo que Florida, bajo las leyes del estado, tendrá que indemnizarle con 1,75 millones de dólares, 50.000 por cada año pasado en la cárcel por error.
Bain ha pasado su juventud entera en prisión, aunque explica que la libertad y la seguridad financiera que tiene ahora le hacen sentirse como si hubiera ganado la lotería, según el diario digital “Tampa Bay”.
Ha sido además el Proyecto Inocencia de Florida, la organización que luchó por la libertad de Bain, el que le ha ayudado a encontrar expertos para planificar el uso del dinero obtenido de manera que no tenga que preocuparse por su situación económica el resto de su vida.
Bain, que tenía 19 años cuando lo encarcelaron, fue condenado, principalmente, por el testimonio del menor, quien declaró que su agresor tenía un bigote y quemaduras en un lado de la cara.
“Nadie puede reemplazar los años que perdió”, se lamentó Seth Miller, un abogado de Proyecto Inocencia que ayudó a Bain a solicitar las pruebas de ADN y presentar los resultados ante un juez.
El ex reo solicitó en varias ocasiones que analizaran su ADN y lo compararan con las pruebas del caso, pero sus peticiones fueron desestimadas hasta que esa organización se involucró en el caso.
El Proyecto Inocencia, que tiene oficinas en EE.UU. y otros cuatro países más, ha ayudado desde el 2003 a que se libere a 272 presos, algunos de los cuales estaban en el corredor de la muerte, mediante la realización de pruebas de ADN.