Se aprobarán normas entre las que destaca la ampliación de 10 a 20 años el tiempo para denunciar los abusos a menores
Lunes 16 de mayo de 2011
Foto referencial. (Reuters)
Ciudad del Vaticano (EFE). La atención a las víctimas, la cooperación con las autoridades civiles, los programas de prevención y la formación permanente de los seminaristas y del clero son los puntos prioritarios para luchar contra los abusos de menores por parte de clérigos, según expresó hoy el Vaticano.
En una circular, hecha pública hoy por la Santa Sede, enviada por la Congregación para la Doctrina de la Fe a todas las Conferencias episcopales, en la que les pide que para antes de mayo de 2012 envíen “líneas-guías” para tratar de manera “apropiada” la situación por la que atraviesa la Iglesia Católica a raíz de las denuncias de pedofilia.
“La atención prioritaria a las víctimas, los programas de prevención, la formación de los seminaristas y la formación permanente del clero, la cooperación con las autoridades civiles y la aplicación atenta y rigurosa de la normativa canónica más actualizada en esta materia son las orientaciones principales que deben constituir las directrices en todo el mundo”, señaló hoy el portavoz vaticano, Federico Lombardi, comentando el texto.
Asimismo, señala que el sacerdote acusado goza de la presunción de inocencia, hasta prueba contraria, pero que el Obispo en cualquier momento puede suspenderle de su ministerio, en espera de que las acusaciones sean clarificadas.
“EL ABUSO SEXUAL A MENORES NO ES SOLO UN DELITO CANÓNICO SINO UN CRIMEN”
Otro de los puntos más importantes es la cooperación con la autoridad civil. Levada afirma que el abuso sexual de menores “no es solo un delito canónico, sino también un crimen perseguido por la autoridad civil” y subraya a los obispos que tienen que cooperar con ellas, sin prejuicio del foro interno o sacramental.
Afirma que hay que remitir los delitos a las legítimas autoridades y para que no queden dudas agrega que esa colaboración se refiere no solo a los casos cometidos por clérigos, sino también a aquellos en los que estuviera implicado personal religioso o laico de la diócesis.
Con esa actualización, el Vaticano dio una vuelta de tuerca en su lucha contra los curas pederastas, aprobando normas entre las que destaca la ampliación de 10 a 20 años del tiempo para denunciar los abusos e introdujo el delito de adquisición, posesión y difusión de pornografía infantil.
El cardenal Levada destacó que la nueva normativa contempla que los procesos sean más rápidos y que en algunas ocasiones no sigan “el camino procesal” normal cuando se trate de un hecho muy grave y presentar directamente al Papa esos casos para que el sacerdote culpable sea reducido lo más pronto posible al estado clerical.
fuente: EL COMERCIO PERU