En varias semanas se dispondrá del análisis completo de los datos y un primer estudio se publicará durante el verano
ANA TERUEL – París – 16/05/2011
La Oficina de Investigación y Análisis francesa (BEA, en sus siglas en francés), encargada de la investigación del accidente del vuelo de Air France 447 que el 1 de junio de 2009 cayó misteriosamente al Atlántico en pleno vuelo entre Río y París con 228 personas a bordo, ha anunciado hoy que ha sido posible recuperar el conjunto de los datos de las cajas negras. Estas fueron rescatadas a principios de mes a unos 3.900 metros de profundidad, donde habían permanecido durante casi dos años, y han empezado a ser estudiadas este fin de semanas en las afueras de París. El análisis completo de los datos tardará varias semanas y un primer estudio se publicará durante el verano.
Primer plano de una de las cajas negras durante la rueda de prensa convocada por la Oficina de Investigación y Análisis francesa.- MEHDI FEDOUACH (AFP)
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“Tras las operaciones de apertura, de extracción, de limpieza y de secado de las cartas de memoria de los grabadores del vuelo, los datos han podido ser leídos durante el fin de semana”, ha anunciado el BEA en un comunicado. “Estas lecturas han permitido recoger el conjunto de los datos contenidos en el grabador de parámetros (…) así como la integralidad de las grabaciones fónicas (…) de las dos últimas horas del vuelo”. Ahora el BEA deberá tratar esta información, una labor que durará “varias semanas” y tras la cual la Oficina redactará un primer informa de etapa que se “hará público durante el verano”.
Las dos cajas, una con datos técnicos, como la altura, la velocidad y la trayectoria del vuelo, y la segunda con la grabación de los sonidos, como la conversaciones entre el piloto y su equipo y los demás ruidos registrados en cabina, llegaron la semana pasada a París donde están siendo examinadas. Fueron rescatadas cuando se había perdido ya casi toda esperanza de encontrarlas el pasado 3 de mayo, tras permanecer durante 23 meses en el fondo del océano. Por ello, los expertos del BEA han pasado todo el fin de semana trabajando para extraer las cartas de memoria de su envoltorio y eliminar cualquier resto de agua y de sal, sin certeza sobre la posibilidad de poder rescatar la información.
El análisis de estos datos debería arrojar algo de luz sobre las causas exactas del accidente, todavía desconocidas. La investigación, a falta de la información de las cajas negras, ya había desvelado problemas con las sondas de velocidad llamadas sondas Pitot pero los expertos consideraron que este era sólo uno de los elementos que habrían provocado el accidente. Las primeras conclusiones se publicarán este verano y un estudio más profundo debería estar listo para principios del año que viene.