Si tiene deudas que no estén morosas puede ordenar sus cuentas personales y, además, generar ahorros
EL COMERCIO PERU
Sábado 16 de abril de 2011
RICARDO SERRA FUERTES
En la actual coyuntura, en la que prima el nerviosismo en los mercados y muchas empresas podrían postergar sus decisiones o proyectos hasta que se defina quién será el próximo presidente de la República, surgen dudas en las personas naturales sobre lo que podrá ocurrir con sus empleos, sus ingresos, los precios, ahorros y otras variables que afecten su economía personal.
Ante ello, una buena idea es disminuir los gastos de la vida diaria.
Una manera de hacerlo, si es que tiene deudas con entidades del sistema financiero y las has estado pagando puntualmente, es consolidarlas.
¿QUÉ ES?
Tal vez el término ‘consolidación de deudas’ suene extraño para algunos, pero no es otra cosa que juntar todas las deudas en una sola.
Por ejemplo, si una persona le debe S/.500 al banco A, S/.1.200 al banco B y S/.200 al banco C, y por cada una de ellas está pagando cuotas, una consolidación de deudas consiste en que una entidad financiera paga los montos que le debe a esos bancos.
Así, la persona le deberá S/.1.900 (S/.500 + S/.1.200 + S/.200) a un solo banco.
Además, generalmente ese banco que le compró las deudas le ofrecerá una tasa de interés menor, por lo que las cuotas que pagará por ese nuevo y único crédito deberían ser menores que la suma de las cuotas anteriores a la consolidación de sus deudas.
Así, sin desembolsar un solo sol o un solo dólar, el cliente financiero podrá deberle menos dinero a los bancos.
PROS Y CONTRAS
Una de las ventajas que ofrece una consolidación de deudas es la facilidad de realizar tan solo un pago mensual, con lo cual se eliminan los riesgos de movilizar su dinero a través de varias entidades financieras.
Además, la consolidación de las deudas le permite al usuario programar mejor sus fechas de pago de acuerdo con la entrada de sus ingresos.
Pero debe tener cuidado con lo que pacte con el banco que agrupará todas sus deudas en una sola, pues este trámite a veces conlleva cobros de comisiones, seguros y otros conceptos, que lo podrían llevar a tener una tasa de costo efectivo mayor que antes de la consolidación.
Una manera de hacer un buen cálculo es sumar todas sus cuotas actuales y compararlas con las nuevas cuotas de la deuda consolidada, y que esta incluya en sus flujos el financiamiento de todos los conceptos administrativos.
“Una consolidación de deudas conviene porque uno se ahorra gastos adicionales como comisiones. Por ejemplo, una persona se ahorrará tener que pagar varios seguros de desgravamen, varias comisiones y varios portes o mantenimientos. Uno puede ahorrarse todos estos gastos adicionales una vez que se consolide la deuda en una sola”, afirmó Anna Patricia Willstatter, jefa de la Plataforma de Atención al Usuario (PAU) de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP.
NO POR TELÉFONO
No es poco usual recibir una llamada telefónica, quizás mientras uno está en el auto, en el transporte público, en el trabajo o en medio de cualquier otra actividad, en que un banco le ofrece comprarle las deudas de sus otras tarjetas de crédito a tasas aparentemente bajas.
Un consejo que no debe pasar por alto es evitar este tipo de ofertas, señaló Willstatter.
“La compra de deuda no siempre conviene. Hay que ver si la tasa de costo efectivo anual (TCEA) que ofrecen es mejor que las de las deudas que uno tiene. Normalmente estas propuestas las hacen por teléfono y ofrecen tasas mensuales, que no se pueden comparar con la TCEA y menos por teléfono. Una recomendación que yo daría es que nunca contraten por teléfono una compra o compensación de deuda, pues no vas a tener las cosas claras. Por lo menos que te envíen un correo electrónico”, comentó la funcionaria de la SBS.
Otro aspecto con el que hay que tener cuidado es que a veces las compras de deuda son para una forma de pago revolvente (al estilo de las tarjetas de crédito) y no en cuotas. Cuando la modalidad es en cuotas, normalmente la TCEA es mayor que la modalidad revolvente.
CÓMO CONSOLIDAR
No cualquier persona puede consolidar sus deudas. Quienes pueden hacerlo son los que están al día en sus pagos y tienen un buen comportamiento crediticio, y que buscan evitar el desorden de sus finanzas.
Para hacerlo existen dos posibilidades. La primera es aprovechar alguna de las promociones o llamadas de los bancos para compra de deuda, pero siempre teniendo en cuenta los aspectos mencionados en el artículo.
La segunda alternativa es acudir a un banco y solicitar la consolidación.
Una buena idea es acudir al banco donde uno tiene la cuenta de pago de sus haberes o su compensación por tiempo de servicios. En aquella institución financiera, dado que ya tienen un registro de sus ingresos, podría obtener beneficios o tasas de interés menores.
Pero si quien busca consolidar sus deudas lo hace porque ha caído en el ‘carrusel’ o en la mora, difícilmente encontrará una entidad financiera que lo quiera aceptar.
“Si se trata de personas que ya han sido reportadas a centrales de riesgo con una calificación negativa, el banco pondrá más peros a comprarle la deuda o no se va a querer hacer de un crédito que es riesgoso”, manifestó Willstatter.
LAS CIFRAS
3,28%
Fue la morosidad bancaria, a febrero de este año, en tarjetas de crédito para créditos de consumo. La entidad con mayor morosidad en este rubro es el Banco Azteca, con 18,28%. El BIF registró la menor morosidad (0,86%).
2,87%
Fue la cartera crediticia con problemas de las microempresas, según datos de la SBS.
4,71%
Fue la morosidad de los créditos a pequeñas empresas. En medianas empresas, la tasa fue de 2,46%. En grandes empresas la cifra fue de 0,23% y en créditos corporativos llegó a 0,01%.