LA ACUSADA DE COLGAR FOTOS DE LA NOVIA DE SU EX OFRECIENDO SEXO ALEGA QUE EL ORDENADOR LO USABA TODA SU FAMILIA
La víctima, una abogada, recibió en dos días en su cuenta 80 correos electrónicos requiriéndole servicios.
Fecha: 16/11/2010
(EP)-. La joven vallisoletana Rebeca G.L, acusada de colgar en marzo de 2007 en Internet varias fotografías de la novia de su ex pareja ofreciendo sexo ocasional se ha declarado este lunes inocente y ha alegado que el ordenador utilizado para supuestamente ‘robar’ esas fotos también lo utilizaban sus familiares.
La acusada, durante el juicio iniciado hoy en el Juzgado de lo Penal número 3 de Valladolid, ha rechazado ser la autora del delito informático y también ha rebatido las tesis del Ministerio Fiscal y de la acusación particular que aseguraban que lo hizo por despecho tras la ruptura de la relación que mantuvo durante dos años con Javier S.
Asimismo, ha negado que utilizara el buscador Loquo.com para colgar dicho material gráfico y desacreditar y menoscabar así el honor de la nueva pareja de su ex. De hecho, Rebeca G.L. ha precisado que la relación la rompieron ambos cuando Javier se mudó a Barcelona tras encontrar trabajo.
“Yo no estaba dispuesta a mantener una relación a distancia”, ha afirmado la imputada, quien, en declaraciones recogidas por Europa Press, ha recordado igualmente que por aquel entonces trabajaba como cajera en un ‘súper’ y que difícilmente pudo cometer el delito debido a sus escasos conocimientos informáticos.
Al respecto, la acusada ha sostenido que desconocía la contraseña de la cuenta de correo electrónico de su ex novio y de la pareja de éste, de las que, supuestamente, se extrajeron dos fotografías de la víctima para confeccionar el anuncio de contenido sexual, y ha reiterado que el ordenador existente en el domicilio de su padre era de uso comunitario para toda la familia, pese a que era su progenitor el titular de la línea.
“A ese ordenador tenía acceso mucha gente, no sólo mis padres y otros tres hermanos, sino también mi cuñada, otro novio que tuve y un vecino”, ha insistido.
Por su parte, la abogada catalana Marta C.F. ha explicado que a principios de 2006 inició una relación con Javier S., hoy su actual marido, y que no fue hasta enero de 2007 cuando recibió los primeros mensajes en su cuenta de correo electrónico, uno de ellos en los términos ‘no vales nada’ y ‘tu novio te engaña’ y otro, “el más inquietante”, en el que el emisor parecía estar al corriente del viaje que ella y su pareja tenían previsto realizar a Granada entre los días 11 y 12 de marzo de ese año.
“Me preocupó bastante, la verdad”, ha confesado la letrada, aunque lo peor estaba por llegar ya que de aquel viaje entró en su cuenta de correo electrónico y se encontró con 80 mensajes de gente que solicitaba sus favores sexuales e incluso adjuntaban fotos mostrando sus órganos genitales.
INDAGACIÓN DE LOS MOSSOS D’ ESCUADRA
Fue entonces cuando la víctima accedió a Internet y descubrió que en el buscador Loquo.com habían sido colgadas, sobre las 16.42 horas del día 10 de marzo, dos fotos suyas que tanto ella como su novio guardaban en sus respectivas cuentas de correo.
Una de las instantáneas correspondía a la boda de un amigo y había sido manipulada, ya que fueron borradas las personas que había a su alrededor, y la otra se la había hecho su novio en casa. Ambas fotos constituían el principal reclamo del mensaje que se adjuntaba en el anuncio ofreciendo sexo ocasional en Barcelona, de ahí que la afectada y su novio acudieran a interponer una denuncia ante los Mossos d’ Escuadra.
Las indagaciones de la brigada especialista en la materia de la policía autonómica catalana permitieron descubrir entonces, a través del IP del ordenador emisor, que el anuncio procedía de Valladolid y, en concreto, de la computadora conectada a la línea de ONO y que sufragaba el padre de la acusada, a quien, sin embargo, las acusaciones pública y particular colocan al margen de lo ocurrido.
En el juicio, que ha sido suspendido ante la incomparecencia de miembros de la policía catalana que llevaron la investigación, también ha declarado el ex novio de la imputada, Javier S., quien, a diferencia de su ex pareja, ha sostenido que la relación con Rebeca G.L. comenzó a deteriorarse a raíz de que él pasara dos meses de formación en Barcelona, periodo tras el cual tomó la decisión de romper con ella.
El testigo ha apuntado también que tras la ruptura, la acusada le confesó que había accedido a su cuenta de correo y se había enterado de que mantenía una relación con otra joven, de ahí que Javier S. optara por cambiar la contraseña de acceso.
El ex novio ha reconocido asimismo que antes de que modificara la clave de acceso no tenían aún en su cuenta de correo las dos fotos de su nueva pareja que aparecieron colgadas en Internet, afirmación esta última que beneficia a la defensa, ya que generan todavía más dudas sobre cómo Rebeca G.L. pudo acceder al material gráfico y hacer uso de él de forma ilícita.
Con carácter provisional, la acusada se expone a una pena de entre un año y ocho meses de prisión y al pago de una multa de 4.500 euros, tal y como solicita el Ministerio Fiscal, por un delito de descubrimiento y revelación de secretos (artículo 197.1 y 2 del Código Penal), y dos años de cárcel, que es lo que pide la acusación particular. Ambas acusaciones coinciden al solicitar el pago de indemnizaciones por importes de 12.000 euros, mientras que la defensa solicita un fallo absolutorio.