Una vez más celebramos las Fiestas Patrias, conmemoración que gira en torno a la declaración oficial de la Independencia del Perú, el 28 de julio de 1821. Como es evidente, ésta no es una efeméride patria más, sino la más importante, porque evoca el hecho fundamental de nuestro nacimiento como comunidad política nacional, que en el caso peruano implicó la fundación de la República.
Es, por tanto, ocasión no solo de festejar sino, sobre todo, de reflexionar sobre nuestro ser como República. Y si de reflexionar sobre el ser nacional se trata, no podemos dejar de tener como referente fundamental a uno de nuestros más destacados Amautas del siglo XX, el intelectual e historiador tacneño Jorge Basadre.
El Amauta Basadre nos recuerda, en su imprescindible ensayo La Promesa de la Vida Peruana (1945), que la Independencia no se trataba simplemente de cortar la sujeción política a España, sino que fue hecha con una inmensa promesa (que se simbolizó en la idea de la República), de vida próspera, sana, fuerte y feliz; y que es precisamente para cumplir esa promesa que se fundó la República.