Aunque con un carácter provocador y beligerante, y un estilo irreverente y a veces furibundo, y quizá precisamente por ello, César Hildebrandt es, sin duda, el periodista político más respetado e influyente del Perú y el que goza de mayor credibilidad. Y así como se ha ganado el respeto de la mayoría de la gente, de sus lectores, oyentes y televidentes; se ha granjeado también no pocas enemistades y odios viscerales, sobre todo por parte de mucha “gentita” de la clase política, del gremio periodístico y de la argolla literaria limeña, a la que ha desnudado con su pluma o con su lengua.
Como botón de muestra de los odios pasionales que ha despertado este gran periodista, está el que le profesa impúdicamente Fernando Ampuero, quien se dio el trabajo de escribir el libelo «El Enano. Historia de una enemistad», pretendiendo descalificarlo apelando a un supuesto complejo de inferioridad, resentimiento, envidia y amargura que este tendría por ser “chato”, es decir, de baja estatura, frente a un “alto, guapo y exitoso narrador” (que vendría a ser el propio Ampuero). La verdad, en este asunto lo chato, y deleznable, fue el argumento de Ampuero, no obstante lo cual este no dejó de ser elogiado hasta el hartazgo por sus amigotes.
» Leer más