Publicado en Diario16, viernes 22 de marzo de 2013
Por: Luis García Rojas
La consulta de revocatoria en Lima ha evidenciado las serias deficiencias con las que ha venido funcionando hasta el momento. El miércoles, el gobierno incluso expresó su disconformidad con esa figura porque en algunas zonas del país ha representado un factor de desestabilización democrática. ¿Sigue siendo viable la revocatoria en una democracia como la peruana?
Si bien nadie ha planteado seriamente su eliminación de la Constitución –hacerlo, además, sería complicado–, diversas entidades democráticas ya han señalado la necesidad de reformarla profundamente. El mismo presidente del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), Francisco Távara, dijo ayer que ya prepara una propuesta que será alcanzada al Congreso.
Según fuentes cercanas a los organismos electorales, el JNE ya coordina con el RENIEC y la ONPE para alcanzar una reforma a la revocatoria dentro de una nueva propuesta de código electoral. Este nuevo documento reemplazará al que alcanzó el anterior jefe del JNE, Hugo Sivina, a la Comisión de Constitución del Congreso, el cual, por cierto, nunca fue consensuado con los otros organismos electorales.
Estas coordinaciones empezarían a concretarse la próxima semana y se espera que la nueva propuesta esté lista en un tiempo bastante corto.
En Ideeleradio, Távara incluso dijo que las coordinaciones alcanzarán a la Defensoría del Pueblo, a Transparencia y a los partidos políticos.
REFORMAS URGENTES
Pero, ¿cuáles son algunas de las reformas urgentes que requiere esta figura? Carlo Magno Salcedo, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad San Marcos, dijo que una primera reforma debería ser la corrección de la desigualdad que existe entre el caso de Lima y el resto del país, pues en Lima solo se exige el 6% de firmas del total de electores, mientras que en el resto se exige el 25%.
“Esto vulnera el principio de igualdad. Pedir 400 mil firmas puede parecer bastante, pero si decimos que es sobre un total de seis millones de electores, como es Lima, ese requisito se convierte en una valla muy baja”, declaró a diario16.
Otra reforma que debería darse es la estandarización de todas las consultas de revocatoria, pues estas no tienen un cronograma fijo, como sí lo tienen las demás elecciones. “Esto ha permitido que en algunos casos se haya tenido autoridades para seis, cuatro meses. Por ejemplo, en julio habrá un nuevo proceso de revocatoria, y quizá haya otro en noviembre para Lima”, indicó.
También se tendría que reformar la forma en la que se elige a una autoridad, pues no hay relación entre este sistema y la forma en la que se la revoca. Mientras que cuando se elijen alcaldes y regidores se hace con una lista única, la revocatoria se realiza de forma individual. “Esto hace que se originen complicaciones”, remarcó.
Salcedo añadió que la idea de la reforma es que se trate de poner más alta la valla para que procedan las consultas de revocatoria en jurisdicciones grandes como Lima o las grandes ciudades.
El miércoles, el premier Juan Jiménez criticó esta figura al señalar que él hubiera preferido invertir esos más del S/.100 millones gastados en la consulta del domingo en Lima, en obras de saneamiento o programas sociales. Dijo que debe iniciarse un debate sobre “cuánto aporta la revocatoria a la democracia”.