El lunes 30 de mayo pasado, me entrevistaron en el programa Latinoamérica En Vivo (VivoPlay), desde Caracas, sobre la segunda vuelta de las elecciones presidenciales peruanas, en mi condición de profesor de la Escuela de Ciencia Política de San Marcos y comentarista político.
Preguntado sobre el rompimiento del empate técnico entre Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski (PPK), a favor de la primera, que registraron todas las encuestas hasta el domingo pasado (fecha última en que oficialmente se podía publicarlas), señalé que, no obstante, precisamente ese domingo se realizó el segundo debate entre los candidatos, que podría tener incidencia en los resultados, debate en el cual, conforme ha considerado la mayoría de analistas, el desempeño del candidato PPK fue superior al de su contendora, a diferencia del primer debate en Piura, en que a PPK no le fue muy bien.
A ese mejor desempeño, se suma la toma de posición a favor de su candidatura por parte de la mayoría de fuerzas políticas, las que le han expresado un apoyo crítico, que no implica alianzas o acuerdos políticos, porque, frente a Keiko Fujimori, lo consideran el mal menor. Estas recientes definiciones y las que podrían seguir ocurriendo en esta semana podrían ser decisivas para darle un giro a la campaña.
Preguntado sobre las estrategias de campaña de ambos candidatos, señalé que la estrategia de PPK inicialmente ha tenido inconvenientes, tropiezos y no ha estado muy clara, aunque recién en los últimos días se ha alineado con el discurso antifujimorista, cuestionándole a Keiko Fujimori no solo no haber roto con el legado del régimen autoritario y corrupto de su padre, sino de que su actual entorno es muy cuestionable, con gente como el secretario general del fujimorismo, Joaquín Ramírez, investigado por la DEA por sus vinculaciones con el narcotráfico, y su candidato a vicepresidente, José Chlimper, comprometido en un escándalo de manipulación de audios para tratar de encubrir a Ramírez.
Por su parte, la estrategia de Keiko Fujimori se ha enfocado en tratar de presentar a su oponente como el candidato de los ricos o de los empresarios, especialmente frente a los electores de los niveles socioeconómicos más pobres, lo que podría darle buenos réditos.
Dicho esto, concluí que a pesar que aparentemente, según los resultados de las últimas encuestas publicadas hasta el domingo pasado, la favorita sería la candidata Keiko Fujimori, podrían haber sorpresas y que no necesariamente esta candidata iba a ganar las elecciones.
Hoy 03 de junio que publico este post, conforme a los resultados de las encuestas que se han seguido haciendo y se pueden publicar libremente en el extranjero, el giro previsto se está produciendo, y el candidato PPK nuevamente ha empatado a Keiko Fujimori, con la ventaja que su tendencia es al alza, mientras que su contendora o está estancada o está a la baja.