Publicado en El Comercio, edición impresa, sábado 28 de noviembre de 2015, p. A4.
Los candidatos de los partidos que encabezan las encuestas de intención de voto son elegidos por delegados y en lista única.
La mayoría de partidos políticos que están en la contienda electoral celebra sus comicios primarios con un solo candidato. Esto no es ilegal, pero revela deficiencias en el cumplimiento de los mecanismos de la democracia interna.
Por: Giovanna Castañeda Palomino
En menos de 25 días ya no habrá precandidatos. De acuerdo con el cronograma para las elecciones del 2016, las organizaciones políticas tienen hasta el 21 de diciembre para elegir oficialmente a sus candidatos presidenciales. Y así lo están haciendo. Sin embargo, la mayoría de estos comicios se realiza con un solo competidor y con los votos de delegados.
Este es el caso de Perú Posible (PP). Hoy, aproximadamente 150 dirigentes de la chacana elegirán al candidato que los representará en las elecciones del 2016. ¿Cuántas son las listas? Solo una: la del ex mandatario Alejandro Toledo. Mañana en el Colegio Médico, anunciarán formalmente su candidatura presidencial.
Pese a que lo habían anunciado previamente, el congresista Daniel Mora y el ex secretario general de PP Luis Thais no llegaron a inscribir sus precandidaturas. “El jueves venció el plazo y no lo hicieron”, explicaron en Perú Posible.
Otras agrupaciones optarán por la misma modalidad. En Peruanos por el Kambio, partido que lidera Pedro Pablo Kuczynski, los delegados de la agrupación elegirán al candidato presidencial para las elecciones del 2016. Ya han solicitado asistencia técnica a la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) para llevar a cabo este proceso interno. El ex ministro es también la única opción.
Desde hace meses, Kuczynski empezó la campaña electoral recorriendo el Perú como un candidato oficial. Así lo presenta su equipo de prensa. Incluso, el partido político Peruanos por el Kambio lleva sus iniciales: PPK.
Fuerza Popular, partido que preside Keiko Fujimori, también elegirá a los delegados que, a su vez, oficializarán posteriormente la candidatura de su lideresa. Hasta el momento, no hay más precandidatos naranjas. Como PPK, la hija de Alberto Fujimori, en la práctica, es la candidata presidencial de esta organización política que hasta tiene como logo la letra K, como la letra inicial del nombre de Keiko . Sus presentaciones en distintas actividades también lo confirman.
El mismo camino siguió el Partido Aprista Peruano (PAP) y Alianza para el Progreso (APP). Ambos eligieron sus candidaturas presidenciales entre una sola lista. Hace más de un mes, el PAP llevó a cabo sus elecciones abiertas. El único precandidato fue Alan García. Antes, este ya había sido presentado como el candidato oficial aprista para las elecciones del 2016.
Lo mismo ocurrió con el ex gobernador de La Libertad César Acuña. Con 21 votos a favor y ninguno en contra, los delegados del partido formalizaron su candidatura. Era la única lista y ya lo denominaban “candidato”. Es más, en la tarjeta de invitación a la presentación de los resultados de estas primarias en APP, se consignaron frases como “Acuña, presidente”.
Debido a estas prácticas comunes en los partidos, la posición de la ONPE apunta a que estos procesos de democracia interna se realicen bajo el mecanismo de un militante, un voto. Es decir, con la participación de todos los afiliados a un partido político.
Esta reforma electoral, que también plantea la participación de todos los organismos electorales, no llegó a votarse en la Comisión de Constitución del Congreso.
Para Carlo Magno Salcedo, experto en temas electorales, si bien no es ilegal que los principales partidos presenten un solo candidato, esto no cumple la finalidad de la ley actual.
“En realidad, no es una elección. No hay norma que lo prohíba, pero no es idóneo. El mensaje debería ser que exista una verdadera competencia al interior de los partidos. La ley actual no garantiza eso”, indicó a este Diario. Agregó que otros militantes “no se atreven” a competir con su líder porque los partidos son “aparatos electorales en torno a un caudillo”.