Entrevista al experto en Derecho Electoral Carlo Magno Salcedo Cuadros, por Mónica Delta, en Capital (Radio y TV), el martes 10 de noviembre sobre los avances y los límites de la Reforma Electoral.
Carlo Magno Salcedo señala que hasta el momento la llamada “reforma electoral” solo ha consistido en hacer pequeños parches, pero que en su conjunto no llegan a constituir la reforma integral que se necesita. Una reforma integral, acota Salcedo, mínimamente debería comprender tres aspectos en miras a fortalecer a los partidos políticos: primero, cambiar la forma cómo los partidos eligen a sus candidatos, de modo que se garantice que esta elección sea verdaderamente democrática; segundo, solo una vez hecho lo primero, suprimir el voto preferencial; y, tercero, reformar la forma del financiamiento de los partidos y las campañas electorales, yendo hacia un sistema en que prevalezca el financiamiento público sobre el privado.
Sin embargo, nada de eso se ha hecho y es evidente que en el Congreso no existe la voluntad para realizar una reforma que fortalezca a los partidos. Por el contrario, lo poco que se ha aprobado, como elevar el porcentaje de candidatos que pueden ser designados por la cúpula sin pasar por elecciones internas, del 20% al 25%, va en un sentido opuesto a la reforma; es una contrarreforma.
Respecto de la posibilidad de seguir aprobando medidas en el marco de la Reforma Electoral, Salcedo considera que este Parlamento ya no está en condiciones de aprobar nada. Más bien, apuesta por que sea el próximo Parlamento el que, desde su primera legislatura, se dedique a trabajar una reforma integral.
Respecto del financiamiento de las campañas electorales, Salcedo propone que se debe pasar a un esquema en que sea el Estado el que compre todos los espacios de radio, televisión y prensa, y los distribuya equitativamente entre todos los partidos en competencia; prohibiéndose a los partidos que contraten directamente la publicidad electoral. Algo así como una franja electoral, pero mucho más amplia.
Respecto de la supresión del voto preferencial, Salcedo hace hincapié en que de ninguna manera se debería suprimir si antes no se garantiza la conformación democrática de las listas de candidatos, para lo cual apuesta por un modelo de elecciones primarias abiertas, organizadas por los organismos electorales: ONPE, JNE y RENIEC.