Publicado en EL COMERCIO, miércoles 11 de enero de 2012, pág. a11
► Este mecanismo democrático ayuda a solucionar conflictos.
► En Lima se ha destituido a tres alcaldes distritales desde 1997.
El inicio del proceso de revocación de autoridades locales el pasado lunes 2, con la venta de kits electorales, causa revuelo en Lima porque es la primera vez que se plantea para la capital como provincia. Sin embargo, desde la implementación de este mecanismo de la democracia directa, que permite retirarle la confianza al gobernante, consejeros y regidores, en cinco distritos de Lima se realizaron seis procesos de consulta al pueblo, entre 1997 y el 2009, que terminaron con tres alcaldes y 8 regidores destituidos.
La historia comenzó en el distrito de Santa Rosa y terminó en Ancón (ver cuadro La Consulta en la Capital). Se trató en todos los casos de balnearios que se caracterizan por el bajo número de electores. En Santa Rosa votaron, en 1997, 725 personas. El 2009, en Ancón, lo hicieron 13.750 ciudadanos.
La figura en Lima como provincia es distinta, porque la capital del país tiene una población electoral que bordea los 6 millones. Sin embargo, la ley que permite la revocación es benigna con los promotores de la consulta, ya que el tope de firmas para llevarla a cabo debe ser del 25% con un máximo de 400 mil del padrón electoral. No será muy difícil conseguirlas en un universo que bordea los 6 millones de electores.
La revocación cuando es bien usada puede ser saludable, aseguran expertos como Virgilio Hurtado Cruz, director de la Escuela Electoral y de Gobernabilidad del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), y Carlo Magno Salcedo, subgerente de Actividades Electorales del Registro Nacional de Identidad [Identificación] y Estado Civil (Reniec).
Hurtado y Salcedo coinciden en que la revocación puede evitar o solucionar conflictos que sin la existencia de esa figura en la ley , y ante la falta de diálogo, podrían desencadenar en estallido social y hasta actos delictuosos, como ocurrió en Puno, donde los pobladores mataron, el 26 de abril del 2004, a Cirilo Robles Callomamani, alcalde de Ilave, a quien acusaban,al parecer falsamente, de malos manejos.
ES POSITIVA
Salcedo opina que la figura de la revocación es positiva porque las autoridades cuestionadas tienen la oportunidad de corregir los desaciertos en su gobierno, si los tienen, antes de la consulta. “Incluso, si la consulta les resulta favorable y son confirmadas en el cargo, las autoridades salen fortalecidas de la contienda”, añade.
Salcedo y Hurtado vuelven a coincidir en otro punto. No debe ser motivo de preocupación que los promotores de la consulta de revocación solo tengan que señalar, más no probar, las causales para promoverla. Se trata, dicen, de un asunto de equilibrio, del mismo modo que para elegir a la autoridad no es necesario justificar nada.
Hurtado invoca al electorado a sopesar los pros y los contras de las gestiones cuestionadas para, de llegar el caso, emitir un voto informado, no uno simplemente emocional.
Salcedo aclara que la revocación funciona más allá de los países caudillistas. “La figura existe en muchos países, independientemente de su ideología, y, ciertamente, de todos los mecanismos de participación ciudadana que existen en el país es uno de los que más se ha consolidado”.
EL DATO
Menos de un tercio
Del 100% de pedidos de revocación, solo un 8% se convierte en consulta popular. De este 8%, menos de un tercio de las autoridades es revocado, informa Piero Corvetto Salinas, gerente de Comunicaciones e Imagen Institucional de la ONPE.
