IMPORTANTE:Una actualización necesaria sobre este tema se realiza en el post: “Congreso podría aprobar reforma a la democracia interna en los partidos políticos, conforme a la propuesta de la ONPE”
En el post anterior sobre este tema ―“Antes de eliminar el voto preferencial se debe afianzar la democracia interna en los partidos”―, insistí en la idea que la eliminación del voto preferencial debería tener como condición sine qua non una reforma legal destinada a garantizar una efectiva democracia interna en los partidos políticos, a través de una mayor participación de los organismos electorales en sus elecciones internas, para lo cual debería evaluarse la posibilidad que dichos comicios sean organizados por la ONPE y juzgados por el JNE. Sobre el particular, acoté que si se elimina el voto preferencial sin asegurar antes la pulcritud de las elecciones internas de los partidos, lo único que se fortalecerá será a las cúpulas partidarias, que podrán conformar las listas de candidatos a su antojo, quitándole a los ciudadanos el único elemento correctivo a su alcance: la posibilidad de modificar la conformación de esas listas a través del voto preferencial.
Asimismo, en la ampliación del referido post, realicé una reseña sobre las propuestas de diversos especialistas como Antonio Zapata, Carlos Reyna, Henry Pease y Sinesio López, que, en líneas generales, coinciden con la idea general de que la supresión del voto preferencial debe estar necesariamente precedida de un afianzamiento de la democracia interna en los partidos políticos. Pues bien, esa idea central sigue ganando adhesiones, como seguidamente paso a detallar.
El pasado 27 y 28 de octubre se realizó el Seminario “¿Qué Congreso Queremos?” (ver afiche al inicio de este post), organizado por el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral, IDEA Internacional. Entre los diversos temas abordados por los panelistas, se trató sobre la eliminación del voto preferencial y, al respecto, varios de ellos señalaron que dicha propuesta tendría que estar necesariamente relacionada con la reforma de las normas sobre democracia interna.
Rafael Roncagliolo, Jefe para los Países Andinos de IDEA Internacional, expositor del panel 3 sobre Congreso y sistema electoral, manifestó que en materia de reforma electoral hay temas que no generan mucha resistencia, mientras que hay otros que “pisan callos”. Entre estos últimos está el voto preferencial. Asimismo acotó que no hay fórmulas perfectas; que toda reforma tiene ventajas y desventajas, y lo que se debe hacer en cada caso es valorar si las ventajas son mayores que las desventajas. Dicha acotación, indicó, es también válida para el asunto del voto preferencial.
En tal sentido, Roncagliolo consideró que en el momento actual es conveniente sacrificar el voto preferencial, que es un derecho ciudadano, a cambio de una mayor democracia interna con supervisión de la ONPE. Sin embargo, también expresó sus dudas respecto a que el actual Congreso pueda aprobar este tipo de reformas, atendiendo a que los congresistas que la conforman han sido elegidos con las reglas de juego vigentes y es de suponer que la mayoría no esté interesada en cambiar las reglas con las cuales pudieron ser elegidos.
Comentando la exposición de Roncagliolo, el congresista Guido Lombardi se pronunció a favor de eliminar el voto preferencial siempre que haya una mayor democracia interna en los partidos políticos. Sin embargo, preguntado sobre la propuesta de que la ONPE no sólo asista o supervise las elecciones internas de los partidos,
sino que se encargue de su organización a través de elecciones primarias, el parlamentario señaló que no estaba seguro si con el presupuesto que actualmente maneja la ONPE, este organismo podría asumir esa responsabilidad.
De otro lado, la ex viceministra de la Mujer y Desarrollo Social, Violeta Bermúdez, expresó su preocupación por la eliminación del voto preferencial, ya que la misma podría tener un impacto negativo en la participación política de las mujeres. Al respecto, tras sustentar con ejemplos concretos la importancia que ha tenido el voto preferencial para incrementar la presencia de las mujeres en el parlamento, sostuvo que, en todo caso, antes de proceder a eliminar el voto preferencial es necesario modificar las normas sobre la cuota de género, estableciendo el mandato de posición o la alternancia, que permita que el género minoritario no sea relegado a los últimos lugares de las listas de candidatos. Cabe precisar sobre el particular que las disposiciones sobre la cuota de género son parte de las normas de democracia interna de los partidos políticos.
Finalmente, es menester informar que uno de los documentos entregados por IDEA Internacional durante el seminario se refiere al VOTO PREFERENCIAL Y DEMOCRACIA INTERNA. En dicho documento, se sostiene que, con el fin de lograr un consenso en torno al dictamen a favor de la eliminación del voto preferencial, deben atenderse los argumentos contrarios, lo que implica crear las condiciones para un mejor ejercicio democrático al interior de los partidos políticos. Según el mismo documento, esto implica:
– Garantizar mejores mecanismos de democracia interna. Al respecto, una opción es que los organismos electorales sean los encargados de supervisar las elecciones internas de los partidos políticos.
– Garantizar la aplicación efectiva de la cuota de género mediante fórmulas de mandato de posición o alternancia. Al respecto se señala que en países como Costa Rica, Argentina y México se aplica la fórmula de listas cerradas [sin voto preferencial] y mandato de posición. Asimismo, hay otros países donde rige la alternancia de género (paridad con mandato de posición uno a uno). Es el caso de Venezuela, Ecuador y Bolivia. Sobre este punto el documento concluye que fórmulas de mandato de posición son una condición necesaria frente a la eliminación del voto preferencial.
Como se ve, la idea de que la supresión del voto preferencial debe ir necesariamente acompañada o precedida de una reforma legal para lograr una efectiva democracia al interior de los partidos políticos, cada vez logra un mayor consenso. Sin embargo, parafraseando a Roncagliolo, esa es una reforma que pisa muchos callos, por lo cual lo más probable es que en el ámbito parlamentario encuentre muchos obstáculos.
el contexto actual en el que se encuen tra el paìs, en cuanto a la austeridad, dificultariA DE ALGUNA MANERA LA PRESENCIA Y SUPERVICION DE LA ONPE, DENTRO DE LOS PARTIDOS POLÌTICOS, PARA FISCALIZAR SU PROCESO DE ELCCION, DE MODO TAL QUE LA DEMOCRACIA EN LOS PARTIDOS POLITICOS SEA TRASPARENTE,Y NO PERSIGA PRINCIPIOS CLINETILESCOS, Y SE MANEJEN A SU OIBRE ALBEDRIO. ASI MISMO,EL PAIS NO SE ENCUENTRA PREPARADO PARA LA ELMINACION DEL VOTO PREFERENCIAL, YA QUE EL COINCEPTO DE DEMOCRACIA Y LEGITIMIDAD NO ESTA DEL TODO CLARA PARA LOS CIUDADANOS, QUIZAS LA ONPE DEBERIA PROPICIAR ESTOS TEMAS EN LOS CENTROS EDUCATIVOS, DE MODO QUE LA SIGUIENTE GENERACION TENGA LA SAPIENCIA PARA ENTENDER NOCIONES QUE HOY EN DIA LA CIUDADANIA DESCONOCE.
Tito,
No estoy tan seguro que el tema de los recursos económicos sea un verdadero impedimento para aprobar una reforma que permita una supervisión a todos los procesos de democracia interna de los partidos políticos y movimientos por parte de la Organización Electoral. Ciertamente, la democracia tiene un costo, pero ese costo más que un gasto es una inversión social sumamente necesaria.
Lo que más bien creo que está ocurriendo, es que no hay voluntad política en el Congreso para profundizar la democracia interna en los partidos. En ese contexto, la argumentación de que dicha reforma costaría mucho es sólo una excusa para no aprobarla.
Al respecto, te invito a leer las actualizaciones del post anterior sobre este tema:
http://blog.pucp.edu.pe/ite…
Yo estoy muy de acuerdo con el voto preferencial en el proceso de elecciones que debe de perdurar en la palestra ya que es el única forma que tienen los ciudadanos para escoger a los candidatos con los que mejor se sienten identificados. Esto debido a que los mecanismos de democracia interna de los partidos políticos peruanos son muy deficientes.
Además considero que el tipo de voto preferencial representa un derecho ganado por el elector y dudo mucho de que se retroceda en este tema ya que al hacer esto le traería grandes criticas al poder legislativo por parte de la opinión publica y de los grupos de presión.
Y por ultimo que los políticos al hacer esto, no seria nada más que una medida antidemocrática que limitaría la participación de la ciudadanía.
La anulación del voto preferencia y la Ley de Partidos Político: un andamiaje de manipulación e imposiciones
Celso Palacios Choque
Celpa07@yahoo. com
http://www.vanguardiaapris ta.com
Hace casi 30 años en las elecciones para la Asamblea Constituyente del año 1979 la dictadura saliente de Morales Bermúdez implemento por primera vez el sistema del voto preferencial, con el objeto de debilitar la llegada del APRA y diluir el arrastre y contundencia de la presencia de Víctor Raúl Haya de la Torre, a lo que la organización partidaria respondió con una sólida respuesta de unidad y la campaña del C-1 alcanzo así resultados históricos, sea dicho esto como antecedente de otras épocas en desmedro de quienes vayan argumentar la validez de la lista cerrada.
Las cúpulas mañosas de los partidos han impulsado un proyecto para la eliminación del voto preferencial encontrándose ahora a punto de ser ratificada por el pleno del parlamento, sus argumentos y preocupaciones radican en que el voto preferencial no contribuye al fortalecimiento de los partidos, propicia el transfuguismo y ocasiona guerras fratricidas de los candidatos en carrera del curul soñado.
Nuestros tiempos tiene para nosotros sus propios antecedentes, sea esto dicho en lo referente al cupo de invitados, ese nuevo atributo por el que se auto endosa el líder de toda lista partidaria y que cada agrupación a estas alturas del partido puede sacar sus propias conclusiones.
En cuanto al APRA nada enriquecedoras ha significado el uso de ese atributo o derecho; de saque tenemos las dos vicepresidencias, con Luis Alejandro Gianpietri Rojas, marino con vinculo y pasado fujmorista propuesto por Kouri, que se envalentona y se dispara, Zoila Lourdes Carmen Sandra Mendoza Del Solar (invitados con suerte pues ambos resultaron ser vicepresidentes y parlamentarios a la vez) ya con algunos pecadillos de orden personal saca lustre a su calidad de invitada de vez en cuando, Julio Herrera, que no ha logrado ser la voz de la clase trabajadora, no enriquece, ni desarrollado capacidad alguna, y la cereza de la torta Lucianita (que no sabemos si fue canje o invitada) que nos va dando cada día mas sorpresas, es decir quien eligió a los invitados de seguro no pensó en fortalecer la capacidad política e intelectual de la CPA, ni mucho menos, ¿fue entonces solo un calculo electoral?, ¿se sienten identificados los apristas con estos
invitados?.
La anulacion del voto preferencial II
Celso Palacios Choque
celpa07@yahoo.com
http://www.vanguardiaaprist…
El primero de los argumentos que fundamentan la eliminación del voto preferencial es que en primer lugar que no contribuye al fortalecimiento de los partidos políticos, errada premisa, ya que éste en realidad no es el objetivo de éste sistema de elección, pues, el voto preferencial es mas bien un instrumento de los electores que no quieren ver en el parlamento o en el ejecutivo a cada poli castro que se ve a diario en los medios defendiendo sus intereses y de los cuales la ciudadanía ya esta harta. Entonces nada tiene que ver con el fortalecimiento de los partidos políticos.
Si lo que persiguen los promotores de esta maniobra electoral es el fortalecimiento de los partidos, la modificación debe darse en el ámbito de la Ley de Partidos Políticos y no en la ley electoral. Actualmente nuestro sistema de partidos se desarrolla y enmarca en la Ley Nº 28094, Ley de Partidos políticos, cuyos 42 artículos y dos disposiciones transitorias reflejan la poca voluntad de realmente regular de manera eficiente y democrática la vida de los partidos políticos.
La Ley de partidos Políticos no desarrolla la amplitud del universo que abarca el activismo de los partidos, constituyendo realmente un texto de generalidades y que durante su vigencia ésta no ha sido en realidad un instrumento que garantice la democracia interna de los partidos políticos, siendo así que en realidad subsiste un sistema abiertamente a favor de las cúpulas y el manoseo de quien se pretenda el dueño de los partidos.
Una forma de fortalecer los partidos políticos sería el dotarla de una legislación que garantice la democracia interna de los mismos, con mecanismos de renovación periódica de sus cuadros, que penalice puntualmente con el cierre de su registro de evidenciarse casos que limiten o vulneren la democracia en los partidos, permitiendo que la ONPE y el JNE garanticen la democracia interna con procesos supervisados de manera obligatoria. Como no les importa en verdad el fortalecimiento de los partidos, entonces sufren un ataque de estrabismo y confunden la Ley de Partidos Políticos con la Ley Electoral.
Podemos en general afirmar que todos los partidos tienen su propia experiencia con los invitados; de la derecha a la izquierda, pasando por los aventureros del antisistema, que en un corto tiempo han pasado a asimilar los usos y costumbres del sistema al que en campaña combatieron, y así cada organización ha sufrido por igual su errada elección, quizá con mayor grado por el agregado del transfuguismo, consecuencia de la debilidad en compromisos y formación de sus invitados.
El transfuguismo, es un fenómeno aparecido en los tiempos del fujimorismo cuyo estimulo giro en los contundentes fajos de dólares entregados en los cuartitos del SIN y que hoy se pone en boga por una ubicación que entone a intereses lucrativos y personales, respondiendo el cambio de camiseta al mismo argumento metálico, dado la cada vez mas arraigada desideologizació n de los partidos.
Los promotores de tal decisión han sido los parlamentarios del APRA, Unidad Nacional y UPP, que ratificarán su eliminación en el Pleno, ellos no paran en afirmar al unísono que su eliminación ayudará a consolidar a los partidos, ante lo cual no cabe solo el rechazo.
Si se consultara a los partidos sobre el aporte que ha significado la Ley de Partidos la respuesta que se obtendría es que ésta no ha servido para nada, y si se consultara a la ciudadanía la anulación del voto preferencial, es decir la eliminación de su única herramienta de control ciudadano, la respuesta seria de total oposición a la inadecuada propuesta.