Científicos estadounidenses lograron por primera vez una regeneración sustancial en las conexiones nerviosas que controlan el movimiento voluntario en ratones tras una lesión en la médula espinal.
Los investigadores fueron capaces de regenerar los nervios de la médula espinal en ratones al manipular una enzima relacionada con el crecimiento de la célula.
El trabajo, que aparece publicado en la revista Nature Neuroscience, sigue una línea similar a la utilizada para restaurar la vista en el nervio óptico.
Los expertos en el Reino Unido afirman que el gran reto consiste en trasladar estos resultados al ámbito humano.
Las lesiones de la médula espinal -que pueden dañar o cortar completamente los nervios que conectan los músculos al cerebro- son unas de las más difíciles de tratar, ya sea con cirugía o con fármacos.
El interruptor PTEN
El crecimiento de las células nerviosas se produce de manera natural en el nacimiento pero es una capacidad que disminuye con el paso del tiempo.
Implica que tras una lesión o enfermedad en la columna estas conexiones, conocidas como axones, no son capaces de regenerarse.
En su investigación, los científicos trataron de retroceder en el sendero de señales que promueve el crecimiento de las células en jóvenes mamíferos.
Para ello utilizaron una enzima, conocida como PTEN, que actúa como un interruptor.
El PTEN permanece inactivo en el desarrollo embrionario pero se activa – poniendo un alto al crecimiento de las nuevas conexiones nerviosas- cuando el crecimiento ya se ha completado.
Los científicos lograron bloquear la PTEN en ratones que, en circunstancias normales, pone un alto al crecimiento de las conexiones nerviosas
De esta forma el equipo investigador, de la Escuela Médica de Harvard y la Universidad de California, en Estados Unidos, logró un sustancioso crecimiento en conexiones nerviosas de médulas espinales amputadas en los animales.
Dudas en humanos
Y están tratando de comprobar si la técnica realmente restaura las funciones de la médula espinal.
El principal autor del estudio, Oswald Steward, afirmó: “Hasta ahora esta robusta regeneración de las conexiones nervios había sido imposible en la médula espinal”.
“La parálisis y la pérdida de funciones derivadas de las lesiones de médula espinal se había considerado intratable pero nuestro descubrimiento marca el camino hacia una posible terapia para inducir la regeneración de las conexiones nerviosas”, dijo Steward.
El profesor James Fawcett, jefe de la clinica de neurociencia en la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, afirmó que hay una gran cantidad de trabajos centrados en este área y que los resultados eran muy emocionantes.
Y afirmó “parece que funciona en ratones jóvenes pero tenemos que ver qué ocurre en aquellos que son más mayores. En cualquier caso hay que dejar claro que esto no está listo para pacientes humanos”.
En el mismo sentido se manifestó el doctor Michael Coleman, del Instituto Babraham en Cambridge, quien añadió que el gran desafío sería tomar los resultados y transformarlos en algo que pueda ser aplicado a humanos.
“Encontrar medicamentos para bloquear el mismo camino de señalización podría ser una opción, pero ni siquiera la terapia génica, que es muy experimental, puede extraer un sólo gen de la forma en que se ha hecho aquí”.