Uno de cada 3 mil 500 niños en el mundo sufre distrofia muscular, enfermedad que se manifiesta con la pérdida paulatina de masa corporal.
Se origina por la ausencia de un gen encargado de producir unas proteínas llamadas distrofinas, cuya función es vital para que se desarrollen los músculos.
Mayana Zatz, del Centro de Estudios del Genoma Humano del Instituto de Biociencias de la Universidad de Sao Paulo, dijo: “en las formas más graves como la distrofia de Duchene que afecta a niños, son normales hasta los 3, 4 años de edad y luego comienzan a enflaquecer y a los 10 o 12 años están confinados a una silla de ruedas”.
Para mejorar la condición de las personas con este padecimiento, científicos brasileños trabajan en el desarrollo de una terapia a partir de células madre que sea capaz de sustituir el tejido muscular perdido.
La investigación la realizan en ratones y perros a los cuales les inyectan en el torrente sanguíneo células programadas sólo para desarrollarse en los músculos, llamadas mesoangioblastos.
“Estas células tienen dos características fundamentales, la primera es una capacidad de auto-renovación, lo cual es que una vez que se divida va a formar nuevas células troncales y la segunda es que tienen una capacidad de diferenciación para generar distintos tipos celulares con una función ya asignada dentro del organismo”, manifestó Iván Velasco Velázquez, del Instituto de Fisiología Celular de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Estamos injertando células troncales de diferente origen para verificar cuál célula es la mejor para recuperar el músculo”, indicó Mayana Zatz.
Los expertos esperan tener una cura para la distrofia muscular al menos en 10 años.
Fuente: Once Noticias