A sus cuatro años de edad Amina figura entre los cuatro millones de personas en Tanzania con alguna discapacidad. La niña nació con un solo brazo y sin las extremidades inferiores. Sin embargo la semana pasada pudo dar sus primeros pasos.
Y todo se debe al uso de estas prótesis. La madre de Amina la acompañó en su viaje a un hospital que atiende a discapacitados en Dar es Salaam para su colocación.
Pese a que Amina se las ha ingeniado para desplazarse sobre los muñones de sus piernas, el proceso ha sido difícil para su madre Asha. “Mi esposo huyó después de ver a Amina por primera vez. No podía enfrentar eso”, dijo.
El especialista ghanés Koho Moses realiza una pasantía de seis meses en este hospital. Su tarea es averiguar la alineación de la prótesis para cerciorarse de que el peso esté bien distribuido.
Kofi le calza el revestimiento interno para que se sienta a gusto con la nueva prótesis. Se fabrican aproximadamente 2.500 piezas al año en ese hospital. Los pacientes de bajos ingresos son subsidiados. Asha sólo tuvo que pagar US$15 por las prótesis de Amina.
Con la ayuda de un colega Kofi revisa que cada prótesis calce bien con su correspondiente hueso de la cadera. Este fue el momento cuando Amina se paró por primera vez. El 90% de los pacientes de rehabilitación de este hospital son niños.
Esta niña se toma un descanso antes de iniciar su entrenamiento diario para aprender a caminar. Amina es una niña feliz. “Ella siempre me sube el ánimo”, señala su madre.
Asha observa a su hija: “Le doy las gracias a Dios por esto. Nunca pensé que sería posible ver a Amina caminar debidamente como otros niños”.
A Amina todavía le faltan muchas semanas por delante de entrenamiento para que aprenda a caminar sola. Al tener un solo brazo se le dificulta el equilibrio. Cuando aprenda a caminar recibirá un brazo protético.
La madre de Amina aguarda con ansiedad el momento en que su hija pueda empezar a estudiar en una escuela. (Imágenes de Centro de Rehabilitación Global Basada en la Comunidad en Tanzania/Dieter Telemans)
Fuente: BBC Mundo
ADMIRO A LA MUJER MADRE E HIJA, A LOS MEDICOS QUE LOS APOYAN, FUERZA Y MUCHO CORAJE. BENDICIONES.
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