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31/07/13: La Quinta Carbone del Barrio del Chirimoyo

Una de las quintas emblema de los Barrios Altos es la Quinta Carbone. Edificada a inicios del siglo XX sobre los antiguos terrenos de la Huerta del Chirimoyo (Barrios Altos, Lima), fue una de las viviendas populares que la familia Carbone construyó en Lima para alojar a un gran número de personas de la clase media y popular bajo las condiciones y modas de vida moderna. La Quinta Carbone es uno de los inmuebles que surgen en Lima luego de que las antiguas Murallas Virreinales sucumbieran en el último tercio del siglo XIX. Es un referente de la presencia italiana en el Perú.

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Quinta Carbone, Barrio del Chirimoyo (Barrios Altos, Lima). Foto: Marco Gamarra Galindo.

En las últimas décadas del siglo XIX, el inmigrante italiano Juan Carbone Lastreto llega a Lima y  adquiere los terrenos de la Huerta del Chirimoyo, área agrícola que se encontró dentro de la Lima Amurallada hasta 1868. Chirimoyo, nombre que bautizaría años después al barrio que se asentaría entre el Hospital Dos de Mayo y el Jardín Botánico (sector que comprende hoy el Barrio del Chirimoyo), podría indicarnos el árbol que en dicha huerta se sembraba, y por lo tanto el fruto que producía dicha huerta –la chirimoya-.

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La Quinta Carbone en sus primeros años. Foto: ‘La Huella de Italia en el Perú’ de Manuel Zanutelli Rosas.

Carbone Lastreto se casa, según información proporcionada por el genealogista Francisco Carbone, en 1895 con Isabel Gardella Castagnola, inmigrante italiana. Años después la muerte se lo llevaría a Juan Carbone, quedándose María y el pequeño hijo del matrimonio, Juan Pablo, con las propiedades y terrenos del difunto patriarca de la familia.

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Doña Isabel Gardella Castagnola. Foto: ‘El Perú actual y sus colonias extranjeras’ de Enrique Centurión Herrera.

La familia Carbone –compuesta por Isabel y Juan Pablo- decide construir en un sector de la Huerta del Chirimoyo un inmueble que respondiese a la tipología de vivienda popular, que tuviera una estructura consistente y que estuviera dotada de todas las comodidades modernas indispensables. El intelectual Enrique Centurión Herrera, fuente imprescindible para comprender los diversos procesos sociales por las que atraviesa la Lima de las primeras décadas del siglo XX –como fue el periodo de proliferación de nuevos barrios y viviendas en la capital-, señala sobre la Quinta Carbone que “(…) es la más grande de su tipo en Lima y seguramente la primera que en sus condiciones se edificó en la capital como un ejemplo sugestivo de su rol, que es el de alojar en gran número a familias de la clase media y popular bajo las condiciones de vida moderna”.

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Capilla de la Quinta Carbone. Fue erigida en 1922 a pedido de la propia Isabel Gardella, para la veneración del Inmaculado Corazón de María, una tradición traída de Italia. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Sobre las características de la Quinta, Centurión Herrera apunta que “contiene en forma de calle una cantidad de departamentos acondicionados para alojar familias de todo número y posibilidad económica. Es una pequeña aldea moderna, de estructura compacta que vive con todas las comodidades modernas indispensables y que cuenta en propiedad con agua artesiana bacteriológicamente más saludable que la que consume la población de Lima”.

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Balconería de la Quinta Carbone. El inmueble ha sufrido muchas remodelaciones pero todavía hay elementos arquitectónicos que nos muestran cómo fue en sus orígenes. Foto: Marco Gamarra Galindo.

A diferencia de otras quintas y viviendas populares que se construyeron en la ciudad, la Quinta Carbone tuvo como espacio público principal la propia calle –y no un corredor o un patio como sucede en algunos otros inmuebles (como ocurre en la Quinta Baselli o Quinta Pinasco), donde el espacio compartido por los moradores estaba en el interior o estaba techado y por lo tanto era semiprivado (reservado para los moradores)-.

La urbanización de la Huerta del Chirimoyo se vio totalmente realizada con la venta directa de terrenos a particulares y con la donación de otros a la municipalidad (recordemos que la Quinta Carbone se construyó solo sobre un sector de la Huerta). Así, las viviendas –incluida la Quinta Carbone- y nuevas calles que se trazaron dieron rostro al Barrio del Chirimoyo (Barrios Altos).

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Barrio del Chirimoyo. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Con respecto a los artífices de la urbanización del Barrio del Chirimoyo, Isabel y su hijo Juan Pablo, la población limeña les reconoció su desprendimiento y amabilidad. Por ejemplo, sobre Isabel Gardella, quien llegó al Perú en 1892, Centurión Herrera sindica, en 1924, que “todavía en los albores otoñales de la vida y cuando como caso singular, en sus envidiables condiciones físicas y económicas cuenta con 18 años de viudedad (su esposo pereció en 1906) durante los cuales ha invertido su hacienda en construcciones para la vivienda popular de tipo ejemplar, se esfuerza por seguir contribuyendo a favor del ornato público y área de la capital”.

Guardando coherencia con esas cualidades, refieren artículos periodísticos de la época, que Isabel Gardella nunca trató de especular en los precios de arrendamiento de sus fincas aún pudiéndolo hacer en épocas de excesiva demanda.

La Quinta Carbone se ha convertido, desde su construcción a inicios del siglo XX, en un referente importante del Centro de Lima. Es ícono de uno los barrios con mayor tradición arquitectónica de la ciudad: el barrio del Chirimoyo. Su historia está estrechamente vinculada con la colonia italiana afincada en Lima –que sentó raíces en un país nuevo para ellos- y es un ejemplo ilustrativo de lo que ocurrió en la capital luego de que la gran muralla que la dividía del mundo cayó: la aparición de nuevos barrios y urbanizaciones, aunque no siempre debidamente ordenadas y planificadas, empezaron a surgir en una ciudad que extendía sus brazos. La Quinta Carbone se perfila como aquella vivienda popular que sí cumplía con los servicios mínimos y básicos para la vivienda humana.

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Interiores de la Quinta Carbone. Foto: Marco Gamarra Galindo.

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03/01/12: El rancho de Juan Antonio Pezet en Chorrillos

Juan Antonio Pezet y Rodríguez de la Piedra, Prócer de la Independencia, Vicepresidente del gobierno de Miguel de San Román y Presidente de la República entre 1863 y 1865, adquirió la propiedad de un apacible rancho en el balneario de Chorrillos. El conocido Palacio Pezet, dotado de una elegante terraza morisca y de un florido jardincillo, daba al conjunto aquel un aire encantador lleno de glamour y esplendor. En esta casona se celebraron los más grandes saraos de la época. Fue destruido durante la ocupación chilena de Lima.

El rancho del presidente Juan Antonio Pezet en Chorrillos. Foto: Eugenio Courret.

Según el historiador Juan Luis Orrego (2009), Chorrillos, durante el siglo XIX, era “en un verdadero jardín por la proliferación de árboles y flores de sus plazuelas, esmeradamente cultivadas y arregladas. No había rancho o mansión que no contara con plantas escogidas y finas de las que se sentía orgulloso el propietario”. El villorrio de Chorrillos era muy concurrido, sobre todo en estación de verano, por las familias más acaudaladas de Lima. Muchas de ellas habían establecido allí su residencia por su atractivo y por estar ubicado cerca a Lima, de donde se venía por ferrocarril. Entre los ranchos y palacios erigidos en el balneario –considerado, por cierto, uno de los más hermosos del Pacífico Sur- se encontraban el del artista italiano Ulderico Tenderini, el de la familia Derteano, y del que vamos a conocer hoy, el de la familia Pezet, entre otros.

El balnerario de Chorrillos a fines del siglo XIX.

El palacio Pezet, propiedad del presidente Juan Antonio Pezet, estaba ubicado en la calle Lima, cerca al Malecón, y “estaba provisto de preciosas explanadas, fuentes de mármol de Carrara, plantas ornamentales, enredaderas, glorietas, estatuas florentinas, a las que se agregaban salones de lujo donde tuvieron lugar los grandes ‘saraos’ de la época (Orrego, 2009)”. Construida al estilo morisco, adornada con lozas españolas y decoradas con arte andaluz, el rancho Pezet contaba, además, con tres niveles y una escalera de doble acceso ubicada en su fachada.

Rancho o Palacio Pezet en Chorrillos. A la muerte de Juan Antonio Pezet, asumió la propiedad su hijo Juan Francisco Pezet Tirado.

El balneario de Chorrillos, catalogado por los viajeros extranjeros, como uno de los lugares más elegantes y vistosos de América del Sur, sufrió su devastación en 1881, año en el que fue saqueado e incendiado por el Ejército chileno. El destino del famoso Palacio Pezet estuvo vinculado a la destrucción del pueblo chorrillano. A pesar de respetarse la integridad del rancho del General Pezet (que había ya fallecido en 1879) para su uso como cuartel general de las tropas de Manuel Baquedano, se optó finalmente por que las llamas consumieran la lujosa mansión al igual que casi todo el balneario en los horrorosos días del 13 y 14 de enero de 1881. Algunos inmuebles pudieron salvarse al ser utilizados como almacenes de municiones o víveres, pero fueron muy pocos.

Propiedad de la familia Pezet luego de la invasión chilena a Chorrillos. Lo único que quedó en pie fue la escalera de doble acceso.

Si bien Juan Antonio Pezet no pudo presenciar la destrucción de su rancho de Chorrillos, puesto que falleció en 1879 –antes de que estallara la guerra-, sí lo hizo su hijo Juan Federico Pezet Tirado (1832-1926) que se enroló en las tropas peruanas para hacer frente a la incursión chilena por Lima. Participó así en la Batalla de Miraflores.

Interiores del morisco Palacio Pezet, en la Calle Lima, Chorrillos.

El recuerdo de la casona Pezet de Chorrillos queda impreso en algunas fotografías que nos permiten apreciar el gusto arquitectónico y artístico de una época histórica del Perú. A pesar de sufrir cuantiosas pérdidas, el balneario de Chorrillos pudo sobresalir de los escombros y retomar su rumbo. Hoy podemos continuar degustando de sus plazuelas, glorietas, ranchos y malecones. Cuidemos nuestra ciudad.

Presidente Juan Antonio Pezet en una fotografía tomada en Palacio de Gobierno. Leer más »

19/12/11: ‘El Buque’ de Barrios Altos gana concurso fotográfico en la PUCP

Participé en el Concurso Juegos Florales PUCP 2011 auspiciado por OPROSAC (Oficina de Promoción Social y Actividades Culturales) y la de la Facultad de Estudios Generales Letras (EE.GG.LL.) de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) con una fotografía de la conocida casona colonial ‘El Buque’, ubicado en los Barrios Altos de Lima. A mediados de noviembre -hace unas semanas- se celebró la premiación, y por veredicto del jurado, me encontraron ganador.

La fotografía llevó por título ‘Los Inocentes’ en referencia a la obra del reconocido escritor Oswaldo Reynoso. La tomé en un domingo caluroso. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Sobre la foto, mi buen amigo, el Dr. Fernando Poblete hizo el siguiente comentario: “¡Felicidades, Marco! Premio muy bien merecido. Deduzco que se debe a esta magnífica toma del Callejón del Buque, que tiene un tratamiento nostálgico (gracias al sepia de la tonalidad) que contrasta armónicamente (aunque parezca un contrasentido) con los ‘vestigios’ de una modernidad expresada en el grafiti que asoma desde los barandales del tercer piso”.

Este premio es una motivación para seguir conociendo la historia de nuestro país, pero también para sensibilizarnos aún más de los graves problemas que aquejan a sus monumentos y testimonios de su cultura. Leer más »

13/12/11: Celebración de Lima: 20 años Patrimonio Cultural de la Humanidad

Se cumplen 20 años, hoy 13 de diciembre, desde que el Centro Histórico de Lima fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad. La UNESCO aprobó la solicitud de inscripción del Centro de la capital en la sesión realizada en Cártago (Túnez), en 1991. Se reconoció, así, la importancia de una ciudad que durante los dos primeros siglos de la Colonia fue la capital de Sudamérica y propietaria por siempre de monumentos histórico-artísticos de relevancia internacional.

Cuando la situación económica ahogaba en 1990 a los peruanos, un grupo de amantes de Lima preparaba un documento que sería vital para la vieja capital.

Por este motivo se celebrarán conferencias y conservatorios que tendrán como tema central la recuperación del Centro Histórico de Lima, ya que, a pesar de ostentar el título merecido de Patrimonio Cultural de la Humanidad, nuestro querido Centro está en peligro latente de sufrir pérdidas de gran valor histórico-monumental.

CONVERSATORIOS
Del 12 al 16 de diciembre

1. “CENTRO HISTÓRICO DE LIMA, PATRIMONIO MUNDIAL: 20 AÑOS”,
Organizado por Perú Patrimonio y Sitios y PROLIMA, a realizarse los días 12 y 13 de diciembre de 3:00 a 8:00 p.m.
Salón de los Espejos del Teatro Municipal de Lima.

2. “OPORTUNIDADES DE INVERSIÓN EN EL CENTRO HISTÓRICO DE LIMA”, Organizado por: Lima la Única, Gerencia de Desarrollo Empresarial y PROLIMA. El día miércoles 14 de diciembre de 5.30 a 8.00 pm.
Salón de los Espejos del Teatro Municipal de Lima.

3. “CENTRO HISTÓRICO DE LIMA PATRIMONIO MUNDIAL: 20 AÑOS DE PATRIMONIO MUNDIAL DE LA HUMANIDAD – EVALUACIÓN Y PERSPECTIVAS” organizado por Municipalidad de Lima, La Fundación Descalzos del Rímac y SPATIUM empresa cultural.
Homenaje al arquitecto Juan Günther Doering.
Jueves 15 de diciembre 7.00 p.m.
Claustro de San Francisco del convento de los Descalzos del Rímac.

4. “ESPACIOS PÚBLICOS: ESPACIOS PARA EL DESARROLLO”
Reflexión sobre el uso de los espacios públicos y la importancia para la recuperación del tejido social como base para el desarrollo; además se realizara la entrega de premios del Concurso Internacional de Ideas “Tratamiento Integral de 5 Espacios Públicos en el eje Jr. Ancash – Centro Histórico de Lima”.
Viernes 16 de diciembre 6.00 p.m. Capilla Loreto del Centro Cultural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

LA NOCHE DE LIMA

17 diciembre
La celebración comprende una serie de actividades en el Centro Histórico, con la finalidad de recuperarlo como escenario de la diversidad cultural de Lima, estas actividades se van a realizar en simultaneo desde las 10.00 a.m. hasta las 12.00 .pm.

1. Caminata: “Paseando del Puente a la Alameda”
Plaza de Armas hasta el Museo de los Descalzos del Rímac; Llegada al Museo de los Descalzos y breve visita acompañados del Padre Mario Brown.
Salida 10.00 a.m.

2. Caminata: “Recorramos Lima Arqueológica”
De la Plaza San Martin hasta el Museo de Arqueologia “Josefina Ramos de Cox”, pasando por el Museo de Arqueologia y Antropología de San Marcos, culminando en el Parque de la Muralla y su Museo de Sitio.
Salida 3:00 p.m.

3. La Noche de los Museos en el Centro Histórico.
Organizado por la Red de Museos de Lima y la Gerencia de Cultura y Educación de la MML.
Desde las 6:00 p.m. hasta las 11:00 p.m.

4. Festival de Batucadas y Cajones
Dirigido por Lele – Malandra y Saskia Bernaola en la Plaza San Martin.
Inicio desde las 4.00 p.m.

5. Pasacalles
Jirón de la Unión
Inicio: 6:00 p.m.

6. Lima Camina
Eje Ica y Ucayali, desde la Iglesia San Pedro hasta el Teatro Municipal. Festival de arte cultura y diversión para toda la familia.
Desde las 6:00 p.m. a 11:00 p.m.

7. Plaza de Armas concierto de Gala
Concierto ejecutado por músicos sinfónicos: 775 Quinteto de Clarinetes, Concierto de Trombones para Lima, Orquesta de Jazz y Percusión, Ensamble PerúSax y Conjunto trompetas de Lima.
Desde las 8.30 p.m. a 12.00 p.m..

8. El Centro Histórico está de Moda
Desfile de Modas, frontis de Museo de la Literatura – Antigua Estación Desamparados-.
Organizado por Nino Peñaloza.
Desde las 7:00 p.m.

9. Lima noche Multimedia – Integro.
Performance contemporánea y noche multimedia dirigido por Oscar Naters del Grupo Integro.
Inicio 8.00 p.m. Plazuela del Convento de San Francisco. Leer más »

21/10/11: Presentación I Workshop Barrios Altos

Hoy viernes 21 el programa de la Facultad de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) -el equipo de trabajo I Workshop de arquitectura patrimonial en Barrios Altos-, presentará sus hallazgos y propuestas urbanas sobre este barrio tradicional de la capital. La cita es en el Centro Cultural de la PUCP.

El I Workshop Barrios Altos: Arquitectura Patrimonial y Propuestas Urbanas buscó primero estudiar la situación actual de la zona, enfocándose en sus dos ejes principales, los jirones Ancash y Junín, para luego proponer intervenciones que conserven Barrios Altos y mejoren la calidad de vida de sus habitantes y visitantes.

Presentaremos nuestros hallazgos y propuestas el viernes 21 de octubre, a las 5:30 pm, en el Centro Cultural de la Pontificia Universidad Católica del Perú (Av. Camino Real 1075, San Isidro).

La entrada es libre

CRONOGRAMA:

5:30 pm – Inauguración, con las palabras del Arq. Reynaldo Ledgard Parró (Jefe del Departamento Académico de Arquitectura de la PUCP).

– Presentación, a cargo de la Arq. Adriana Scaletti, profesora del I Workshop de arquitectura patrimonial y propuestas urbanas en Barrios Altos (PUCP).

5:45 pm – Conferencia: La casa limeña del siglo XVIII, a cargo del Dr. San­dro Patrucco Núñez-Carvallo (PUCP).

6:15 pm – Conferencia: Lima y Centro Histórico: renovación urbana y futu­ro, a cargo del Dr. Wiley Ludeña Urquizo(PUCP).

6:45 pm Coffee Break

7:00 pm – Resumen de los trabajos, a cargo del Arq. Luis Martín Bogdano­vich, profesor del I Workshop de arquitectura patrimonial y pro­puestas urbanas en Barrios Altos (PUCP).

7:10 pm – Hallazgos y propuestas del equipo de trabajo I Workshop de arquitectura patrimonial y propuestas urbanas en Barrios Altos, a cargo de los representantes de los participantes en el taller.

8:00 pm – Clausura. Leer más »

15/10/11: El balcón más largo del Perú está en La Victoria

La Casona Calvetti, ubicada en el Jr. Hipólito Unanue, esquina con Iquitos y Canta (La Victoria, Lima), ostenta el balcón más largo del Perú y Latinoamérica. Este balcón republicano mide 99.22 metros y perteneció al ciudadano italiano Agustino Calvetti Nosiglia, primer propietario del inmueble. El famoso balcón ‘Calvetti’ permanece en buen estado, a diferencia de muchos otros de la gran Lima.

Hecho en madera, el Balcón Calvetti data del año 1924 y tiene estilo colonial, como las viejas casonas de Lima. Las familias que residen en dicha casona aseguran que fue comprada por un italiano cuyo apellido le da nombre al balcón.

En Lambayeque está ubicada la Casa de la Logia o Casa Montjoy, casona que alberga el segundo balcón más largo de nuestro país y América Latina (con 67m. frente a los 99.22m de Calvetti). Considerar sí, que este inmueble presenta el balcón colonial más largo (la casona Calvetti pertenece a la época de la República y no hay otra casa colonial que supere en metros la balconería de la Casa Logia). Independientemente de las fechas y sistema de balcones, estamos ante dos casas señoriales que merecen el cuidado de las autoridades y la ciudadanía organizada.

Hermosa Casona de la Logia (Lambayeque), con el balcón colonial más largo del Perú y América Latina. Foto: Municipalidad de Lambayeque.

Suntuosa Casona Calvetti, con el balcón más largo del Perú y América Latina. Foto: Municipalidad de La Victoria. Leer más »

12/10/11: Los interiores del Molino Santa Clara

El Molino Santa Clara (Barrios Altos), imponente casona republicana declarada Patrimonio Histórico de Lima (1973), tiene mucho que contar. Conocemos de ella su íntima relación con la colonia italiana asentada en nuestro país -la obra de Luis Josué Rainusso y la de sus hermanos ligures-, las dieciocho estatuas de marmol de carrara que estuvieron en su fachada, el empleo del extinto río Huatica por parte del molino para la elaboración de harina y su hermosa arquitectura de resaltante estilo italiano. Sin embargo, ¿qué conocemos de sus interiores?

Molino Santa Clara, ubicado a la izquierda de la iglesia Santa Clara, Barrios Altos. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Mañana de invierno. Barrios Altos a la vuelta de la esquina. Elevado el camino que emprendemos por el Jirón Áncash. Solos, en procesión, recorremos calles que son de otra época, de otro momento. El tramo que nos dirigía a la Quinta Heeren tendrá que esperar, pues, está sucediendo un hecho inédito. Una de las puertas del Molino Santa Clara se abre, sigilosamente, ante nuestros ojos. Al frente del portón central, una señora trata de ingresar: es nuestra oportunidad para conocer los interiores del molino. Cruzamos la pista desierta hacia el lado de la señora para, casi suplicándole, pedirle el ingreso a la centenaria casona. Con un gesto más de incredulidad que de afirmación, nos permite entrar. Un pequeña habitación nos recibe -oscura, rodeada de mueblería-; conduce al patio, acondicionado ahora a la vivienda de múltiples familias.

Vista desde la habitación oscura que conduce al patio interior. Urge la investigación y la documentación de los interiores del Molino Santa Clara. Foto: Marco Gamarra Galindo. Leer más »

28/08/11: El antiguo Palacio Municipal del Callao

Palacio Municipal del Callao en 1946.

El actual Palacio Municipal del Callao –ubicado entre las avenidas Paz Soldán y Alberto Secada, una construcción que tiene poco tiempo de ser inaugurada- no es la primera sede que ha tenido la Municipalidad del Callao a lo largo de su historia. Su anterior ubicación estuvo en lo que hoy es el Parque Andrés de Urdaneta, a unos pasos de la Plaza Independencia, frente a la entrada al Real Felipe.

Palacio Municipal del Callao en 1955. Se aprecia las murallas del Real Felipe detrás del mismo.

¿Por qué habrá sido demolido? Es una respuesta que todos nos hacemos. Al parecer es una muestra más del escaso interés de nuestras autoridades por el patrimonio histórico de nuestra ciudad.

Lo único que queda del antiguo Palacio Municipal del Callao es esta columna. Foto: Marco Gamarra Galindo.

El parque que se ha construido sobre el antiguo Palacio no es despreciable pero pudo haberse planeado en otro lugar del Callao. No hay justificación para haberse aprobado su destrucción.

El Palacio Municipal contaba con varias columnas romanas. Leer más »

09/07/11: Rímac: recorriendo el tradicional Barrio de ‘Abajo el Puente’

La última vez que estuve allí, había recorrido sus calles con mucho sigilo, con cuidado, casi en silencio. Tal vez no en la mejor situación. Quizás sin el debido tiempo. Aquella vez, si bien pude obtener información valiosa -traducida en fotografías y testimonios-, no dispuse de mucho tiempo para el detalle, la mirada paciente o la contemplación fija (y poner aprueba los conocimientos arquitectónicos pertinentes). Aquel día, por azares del destino -o porque ya era un poco tarde-, la calle estaba tomada. Haber continuado el recorrido por los jirones siguientes hubiera significado asumir un riesgo innecesario. El tiempo me depararía una nueva oportunidad para conocer el Rímac que no desaprovecharía.

El Rímac, tradicional barrio limeño, nos enseñó los secretos que ocultan sus calles. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Es una mañana fría, limeña. Unas cuantas personas observan la corriente del río Rímac, que continua, incesante, su tramo por debajo del Puente Trujillo. Los bodegueros de la Alameda Chabuca Granda alistan lo que hoy será otro día de comercio. Son pocas las personas que se ven reunidas a puertas del también llamado ‘Puente de Piedra’, punto de partida de nuestro recorrido al Rímac, un paseo que podría considerar de expedicionario: era, pues, la primera vez que David Pino, David Segura, Wilfredo Ardito, Antonio Poloylaborda –grandes amigos, interesados en la historia y la puesta en valor de Lima- y yo ‘asaltábamos’ las calles del Rímac con nuestras cámaras y nuestro peculiar caminar –similar al de un grupo de turistas japoneses en Lima, sin embargo, había que disimularlo y parecer lo más estoico posible-, con el único fin de conocer y difundir el valor histórico y patrimonial del distrito del Rímac, la imponente y vistosa arquitectura de las casonas y el quehacer cotidiano de los rimenses.

Una de las casonas que más nos trajo la atención. Sin embargo, existe poca información sobre la misma. Foto: Marco Gamarra Galindo.

La avenida Loreto fue testigo de nuestro ingreso al Rímac, la primera calle que recorrimos a nuestras anchas, luego de haber esquivado buses de todas las líneas imaginables y las miradas de sus somnolientos pasajeros. Para ese entonces las primeras construcciones coloniales y republicanas empezaban a sobresalir en el paisaje urbano: quintas y casonas de quincha y abobe, pintorescas –con refinado estilo arquitectónico- pero también cochambrosas y decadentes, surgían en ambos extremos del pavimento. Aprovechábamos los breves instantes que teníamos para poder fotografiar el momento, la serie de balcones de cajón que observábamos mientras caminábamos, las tradicionales calles del Rímac. Caminábamos ahora por la avenida Chiclayo.

Jirón Chiclayo a la vista. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Fue en esta última calle donde apreciamos una de las casonas más documentadas y antiguas de la capital. Como bien diría Antonio Poloylaborda: Si bien Lima no ha sufrido ni tifones ni huracanes devastadores a lo largo de su historia, sí ha sufrido el implacable dolor de la indiferencia y el olvido. David Segura dijo sobre la misma edificación: “y pensar que esta vivienda es una de la más antiguas de Lima. Su construcción está fechada en el siglo XVI. Aunque quizás en apariencia no sea la misma de ese entonces, algo de esa fecha debe perdurar hasta el día de hoy. El balcón es republicano, pero crea una composición simpática con la fachada asimétrica y la ventana repisa del primer piso“.

Antigua casona del Jirón Chiclayo y tema de nuestros comentarios. Foto: Antonio Poloylaborda.

Al doblar hacia la Avenida Marañón, no pudimos dejar de sorprendernos por el increíble número de zaguanes de aires coloniales –muchos de ellos ahora convertidos en pujantes comercios-, que merecen la mejora de sus condiciones y servicios por el bien de los inquilinos y del propio inmueble. El Rímac, a la vuelta de la esquina, nos deleitaba en cada calle, jirón o esquina (con el apoyo de alguna simpática señora que nos invitaba a caminar en los interiores de su residencia centenaria). Observábamos, asombrados y con detenimiento, los grabados artísticos en el techo, los arcos o los detalles de algún ventanal.

Una mimosa vecina del Rímac nos da la bienvenida a su quinta. Foto: Marco Gamarra Galindo.

-No, no somos de la Municipalidad- respondimos ante la interrogante de un vecino, al vernos ingresar a los interiores de una hermosa casona, cuyo portón de entrada estaba abierto –una de los metas consiste, pues, en ingresar a estas grandes casonas y poder conversar con los habitantes de la misma-. ¿Qué pasará con la Municipalidad del Rímac, en especial, por estos lares? Maravillados con esta casona en particular, de la cual lastimosamente no pudimos obtener mayor información, y luego de haber tomado las respectivas fotos para el recuerdo, partimos a la avenida Lambayeque, no sin antes conocer la Quinta Virgen del Carmen –que indica, en una de sus cuatro entradas de ingreso, en peculiares letras, el nombre de la quinta-. Estábamos ante uno de los inmuebles multifamiliares más tradicionales del Rímac –que junto al ‘Sagrado Corazón’, ‘Señor de la Justicia’ y la misma ‘Presa’- constituyen los sitios donde han surgido más de una anécdota curiosa y de donde se han criado más de un conocido deportista, político o cantante. Por ser valor fundamental de la identidad rimense, la quinta recibe el cariño incondicional de sus fieles hogareños y de sus generaciones de moradores; de todos de los habitantes de este barrio.

Quinta Virgen del Carmen, ubicada en el Rímac, es una de las más tradicionales de este sector del Centro de Lima. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Dejamos atrás, en cada paso, en cada mirada al zaguán de una gran casona, en el profundo diálogo sobre temas de arquitectura e historia –en el amable trato de los vecinos-, en la aspiración de un sueño, todo temor natural de explorar barrios desconocidos. Quizás hasta nos hubiéramos animado a dar unos movimientos al son de una música: Néctar no está en el cielo y suena a todo volumen en una radio de los alrededores de la Plaza de Acho.

Caminando por las calles históricas y bohemias del Rímac. Foto: Marco Gamarra Galindo.

De pronto, al parecer la zona más solitaria del Rímac, nos dio la bienvenida. En la Avenida Cajamarca solo se respiraba silencio, la nostalgia de una época añorada y pudiente, que si bien nosotros no la vivimos, la pudimos presentir, latentes por siempre en la pasividad de las últimas calles del Centro Histórico de Lima. Atraída quizás por el entorno surgido, nuestra efusividad se vio reducida al zigzagueante paso de nuestros pies. Avanzando y viendo los interiores de las quintas contemporáneas formamos parte de esa vida en secreto, y asimismo, dura, impenetrable, hasta que una señora nos alertó del riesgo que corríamos. -Tengan cuidado, jóvenes, por aquí hay mucha delincuencia- logró decir, preocupada. Quizás fue una advertencia que también nos presentó el ambiente en que nos hallábamos: pocos vehículos y poco tránsito peatonal, sumado al gran número de casas cuyas puertas de ingreso permanecían clausuradas con concreto enladrillado, quien sabe hasta por cuántos años. Calles desiertas hay soledad.

Son muchas las casonas que hoy se ven en estado ruinoso y decadente. La indiferencia de las autoridades juega a favor de ello. Foto: Marco Gamarra Galindo.

La iglesia San Lorenzo, ubicada en el cruce de Pataz y Libertad, se convertiría en un punto que acabaría con ese estado, dudoso. Con su intenso color rojo, ostentosa de un peculiar espacio esquinero y de unos relucientes interiores que nos deslumbraron, San Lorenzo nos cautivó. Sin duda un sector más que debe formar parte de los principales atractivos turísticos del Rímac, así como muchas de las casonas que, por haber brindado a la capital un tipo identidad e imagen diferente al de otras ciudades del mundo, merecen darse a conocer pues son la ciudad en su esencia misma.

Entre los atractivos de la iglesia San Lorenzo están sus dos torreones. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Seguimos por Libertad, y si bien no nos jugábamos la libertad, sí quizás la integridad. Una serie de pintorescas casas en hilera, de un solo piso y una puerta rústica de madera en cada una -el color era la única diferencia entre ellas- era el entorno que prevalecía en la calle hasta la Plaza de Toros de Acho. Inseparable, a su derecha, el mirador Ingunza. Unas rejas nos separaban de esa historia de Lima. El cielo gris, de invierno, brindaba a la ciudad una vista más entristecida, desolada.

Viviendas rimenses de peculiar aspecto en el Jirón Libertad. Foto: Marco Gamarra Galindo. Leer más »