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Artículos de opinión

08/12/10: Los profesores de mi segundo ciclo en la PUCP

Segundo ciclo querido, atrás quedaron los días de cachimbo y empezaron las horas de exigente estudio. Las noches tardías son cada vez más familiares. Los libros se convierten en nuestros más íntimos confidentes, los vemos muy a diario, inclusive, mucho más que a nuestros amigos de siempre. El tontódromo, vía tan cotidiana para llegar a clases, se perfila como testigo de nuestro andar por la Biblioteca Central y el ‘Comedor’ donde preferimos almorzar. La vida universitaria se ajusta cada vez más al estilo de vida que llevamos. Hay más responsabilidad y existe más compromiso por estudiar, y es que ya conocemos cómo es la universidad y qué importante es esforzarnos. Por otro lado, el tormento de ser cachimbo desaparece. “Cachimbo ya no soy más”, pronunciará tan célebre frase más de un alegre estudiante. Sin embargo, debo admitir, uno mantiene cierta inocencia característica del cachimbo. A pesar de los ciclos, el cachimbo que alguna vez fuimos y que, admitámoslo, gozámos siéndolo, se conserva en nuestro más profundo interior. Este ciclo 2010-II me abrió las puertas a nuevos conceptos, experiencias, amistades, reflexiones filosóficas, etc. Como ya se está volviendo una costumbre, quisiese brindar por los profesores que hicieron posible incrementar mi interés por conocer más de lo que un estudiante ordinario aspira. Sus cursos fueron el inicio para que me involucre más con las diversas áreas académicas.

En el segundo ciclo también conocí las campañas de política universitaria. La meta era el Centro Federado. Dos amigos míos: Lucas Ghersi (En Mayúsculas) y Adriana Fosca (Coherencia) crearon un ambiente de debate que Estudios Generales Letras nunca había visto antes.

José Agustín De la Puente Candamo, El Perú en Tiempos Modernos
Posee una gran voluntad por enseñar los temas más trascendentales y cotidianos de la historia del Perú, desde complejidad de la Independencia hasta la construcción de la identidad peruana, entre otros, de manera muy entretenida y atrayente. Era comun en sus clases observar al doctor José Agustín, al momento de tomar lista, fruncir el ceño como afinando la vista, para distinguir entre el estudiantado al alumno que acababa de llamar. Su pasión por la historia, como me comentó en una entrevista, nació en su infancia. Los libros que su familia conservaba en casa (Hacienda Orbea, Pueblo Libre) permitieron que el pequeño Agustín se sienta involucrado desde muy temprano con los pasajes más anecdóticos de nuestra historia.

El doctor José Agustín tiene una visión positiva de lo que significa ser peruano. Se identifica con el proceso de mestizaje de la Colonia y respalda la idea de que para conocer cómo se hizo el Perú, una de las fuentes importantes es el estudio de lo cotidiano: “No solo hay que comprender al personaje del monumento, sino también al hombre que camina junto a nosotros por la calle”. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Como olvidaremos, cuando a puertas del salón L214, algunos alumnos eramos testigos de su caminar lento pero imponente, paciente pero firme. Lucía un elegante saco y era propietario de una amable presencia. Junto a él siempre iban un par de libros. Para nosotros la escena advertía el momento de ingresar y escoger, muchas veces intempestivamente, las carpetas mejor posicionadas, para cual privilegiados espectadores de la historia, escuchar atentamente el tema que el profesor ahora introducía y que pronto causaba interés y curiosidad en el alumnado. Su entrada a clase, por cierto, era esperada por todos, y cuando estaba ya dentro, no había ninguno que no estuviera atento a sus palabras.

“Para la historia”, sonriente, dijo nuestro profesor de Historia del Perú en Tiempos Contemporáneos, el Dr. José Agustín De la Puente Candamo, después de habernos tomado esta foto. Aparecen el Dr. de la Puente, Marco Gamarra, Diana la Riva, Eduardo Ordoñez y Edson Huamaní. Foto: Patricio Alvarado.

El doctor José Agustín de la Puente Candamo tiene el orgullo de afirmar que es el docente con más años de dictado en la Universidad Católica del Perú. Inició en 1947. Su constante trabajo sobre lo peruano y su disposición por enseñar a las generaciones nuevas los temas más resaltantes de nuestra patria le ha permitido asignarse con el Premio Nacional de Historia “Inca Garcilaso” (1946), con la Medalla de Honor R.P. Jorge Dintilhac (2008) y con la condecoración de la Orden ‘El Sol del Perú’ en el grado de Gran Cruz, otorgada por el Estado peruano (2010). Estos son algunos reconocimientos de los muchos que ha recibido a lo largo de su carrera como historiador y conocedor de la historia peruana. Le debemos mucho por su labor, por su amistad y por su entusiasmo diario. Su contribución directa con el conocimiento de nuestra historia ha sido realmente valiosa.

Javier Muñoz Díaz, Narrativa
El profesor Javier Muñoz nos introdujo al mundo de la literatura peruana: en lo más profundo de la problemática indígena (literatura sobre el indígenismo), en lo más marginal de los sin lugares (literatura sobre el realismo urbano) y en lo más polémico del paradigma de la nación cercada (literatura sobre violencia política). Como comentó alguna vez, inicialmente iba a ser jefe de práctica, y ante la ausencia de uno de los profesores del curso, asumió el cargo de docente. El profesor se convirtió, así, en un ejemplo de cómo se debe aprovechar verdaderamente una oportunidad. Y lo hizo muy bien, por cierto. Supo recalcar lo más resaltante de cada cuento. Supo despertar, con una narración acertada y con una sonrisa juguetona, la pasión por seguir cada relato. Sus clases propiciaron el buen debate e incentivaron la diversidad de interpretaciones sobre un mismo cuento o tema. Le preocupó mucho si entendíamos. Recuerdo el último día de clases, cuando el profesor, atento, quería saber si les había gustado el curso. Se le notaba a todas luces su entusiasmo por conocer la opinión de cada uno de sus alumnos.

Profesor Javier Muñóz, de Narrativa, con el gran grupo nuestro. Sus clases también incluyeron, en parte, temas sociales y políticos. En el 2006 fue uno de los comentaristas ganadores del I Concurso Online de Poesía y Comentario Javier Heraud. En la foto: Diana la Riva, Alejandro Campana, Javier Muñoz, Marco Gamarra y Mónica Lizana.

Daniella Wurst Cavassa, Jefa de Práctica de Narrativa
El gran otro, el uno, el superyó, el deseo, fueron conceptos del desentrañable filósofo Lacan que Daniella Wurst nos permitió digerir fácilmente. En clase, analizamos incontables cuentos sobre el indigenismo como Calixto Garmendia, sobre el realismo urbano como Los Inocentes, sobre la violencia política como Rosa Cuchillo. Su ánimo por presentar cada cuento como una historia distinta, importante por la estructura narrativa e interesante por la diversidad de interpretaciones sobre un mismo aspecto del cuento, demostraron que es una escritora con proyección.

Daniella Wurst se declara fan de Aimee Bender, novelista estadounidense y de su primera obra “Girl in the Flammable Skirt” (1998). En el 2010 Daniella fue ponente del XV Coloquio de Estudiantes de Literatura de la PUCP con el tema: La construcción del sujeto nacional en Woody Guthrie, Walt Whitman y Jose Hernandez. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Pedro Cornejo Guinassi, Ética
Filósofo y crítico de rock, además de literato, es el profesor Pedro Cornejo Guinassi. Es dueño de un fehaciente espíritu crítico sobre la sociedad contemporánea: la idea de que la posmodernindad ha traido como consecuencia el fin de los valores absolutos para dar paso a una ética de valores permisivos y flexivos, es su postura, la cual está basada en el pensamiento de los filósofos y sociólogos Zygmunt Bauman, Hans Jonas, Gianni Vattimo, Gilles Lipovetsky, Hannah Arendt, etc.

Pedro Cornejo, conocido como el “Chamán del rock peruano”, ha escrito en diarios como El Comercio (asumió en este medio la sección Página Jóven, y en Somos, la sección “Síganme los buenos”) y La República, además de El Mundo. No dudaba en saludarme cuando por casualidad me cruzaba con él. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Su presencia a clase se hacía esperar, pues aparecía normalmente veinte minutos después de iniciada (en realidad no se había iniciado porque no había llegado todavía). Supongo que los profesores realmente bohemios, descontentos, preocupados por una cuestión filosófica desentrañable pueden darse ese lujo. Sin embargo, aún así empezacen unos minutos después, sus clases fomentaban ilimitadamente el debate y la polémica constructivas. Nuestro asombro ante cada cuestión filosófica que dejaba en el ambiente era increíble. Su habitual chaqueta, polo, pantalon y botas negras daban la impresión de ser un personaje misterioso, como si ocultase algo detrás de su historia como otroro vocalista del grupo hardcore punk ‘Guerrilla Urbana’ (uno de los primeros grupos subterráneos aparecidos en Lima), de su época como mánager de Mar de Copas, de su conducción del programa ‘Distorsión’ (videoclips y entrevistas a exponentes del rock nacional) en TNP y de su labor como docente. Hasta Leucemia le dedicó una canción: “Don pedrito navaja”. Presiento que detrás de la música estruendosa que dejaba oir su walkman existía un Pedro Cornejo profundo, desconocido. Espero conocerlo algún día.

Pedro Cornejo ambienta su nuevo libro Sin pena ni gloria (2010). Ubicado en un cementerio, confirma su faceta de escritor. Ilustración: Somos, El Comercio. Visitar su página web. Unos días después se afeitaría. Su nueva imagen recordaba al pequeño Pedro que cantaba en ‘Guerrilla Urbana’, en los suburbios de la capital.

Carla Gamberini Coz, Jefa de Práctica de Ética
Conocimos el pensamiento filosófico de Aristóteles, San Agustín, Kant y Nietzsche junto a Carla Gamberini. Por momentos, pensábamos que la moral profesada por Aristóteles era la correcta, luego aparecía San Agustín y corregíamos nuestra postura, intervenía ahora Kant y entonces pensamos que toda ética anterior era errónea, finalmente, aparecía Nietzsche y sucedía lo mismo. Curioso, ¿verdad?. Nuestras ideas filosóficas dieron un giro 360 en esos días. Sin embargo, se nutrieron de cada pensamiento y postura. Carla Gamberini, siempre amable y dispuesta a responder nuestras preguntas, daba su mayor esfuerzo para que pudiésemos entender. Hasta me prestó un lapicero en un examen (mi lapicero estaba muerto).

Carla Gamberini con nosotros clases de seis a ocho. El ambiente era familiar. Foto: Marco Gamarra Galindo.

César Escajadillo Saldías, Argumentación
Habíamos conocido a muchos amigos nuestros que en el primer ciclo habían llevado Argumentación. Nosotros, en cambio, tomábamos el curso recien en el segundo ciclo. El profesor César Escajadillo permitió que aprendieramos cómo argumentar eficazmente a través de diversas estrategias: grupo-miembro,persona-acto,por definición, etc. Ello logró que pudiéramos ver al curso con buenos ojos. César pertenece al grupo interdisciplinario de investigación Mente y Lenguaje de la PUCP. Entre sus trabajos figura resaltante entrevista al filósofo Richard Bernstein en El Comercio, entre otros.

El profesor César Escajadillo es también periodista y filósofo. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Sus breves y concisas explicaciones, al igual que sus vistosos ojos azules, llamaban la atención de los alumnos. César Escajadillo no podía, sin embargo, sacar del trance a más de una fémina que lo miraba fijamente. Un día, antes de que llegara a clase, abrí mi blog en el ocram para ver si sentía curiosidad por observarlo. Había puesto una foto del artículo: “La otra historia del distrito de San Miguel”, se trataba de una escena callejera, un muchacho hacía malabares en la calle mientras un perro pasaba por su lado. El profesor pareció mirarlo por unos segundos, para mí fueron una eternidad.

César Escajadillo y Jaime Alfaro en el I Coloquio Peruano de Filosofía Analítica “Mente, Lenguaje y Realidad” (2008). Foto: Cesfia

Eunice Ruiz Leveau, Jefa de Práctica de Argumentación
Creó un ambiente grato de amistad. Cuando era el momento de limitarla, pues algunos alumnos no saben distinguir muchas veces la confianza con la amistad respetuosa, no dudaba en hacerlo. Sus explicaciones, por ratos, tenían como escenario la sonrisa innata del estudiantado, por otros instantes, tenían como contexto la seriedad que desprendía un análisis de postura a determinado texto, que casi siempre se centraba en el tema de los nuevos medios de comunicación (la internet, redes sociales, etc.). Eunice Ruiz nos propició los instrumentos para poder trabajar correctamente, las sugerencias para mejorar nuestros avances de un ensayo que teníamos que presentar y, finalmente, la posibilidad de contar con su apoyo incondicionalmente.

Eunice Ruiz me hizo recordar la relación de amigo-amigo que tuve con Lisset Córdova (encargada del programa de los Corresponsales Escolares de El Comercio) y Diana Burga, también Jefa de Práctica (de Introducción a la Lengua y Literatura). Muchas veces le resultó difícil descrifrar lo que quería manifestar en mis escritos. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Elizabeth Tavera Peña, Teoría General del Lenguaje
La adquisición del lenguaje y la situación lingüística del Perú fueron los temas principales de su curso. Cada uno desprendía cuestiones complejas, puntos de vista y posturas distintas. Aprendimos que la adquisición de una lengua es innata (desde niños desarrollamos más de lo que aprendemos de nuestros padres) y que la situación lingüística nacional es crítica (desde el punto conservacionista): el 90% de nuestras lenguas oriundas están en peligro de extinción (tienen menos de 100,000 hablantes).

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Elizabeth Tavera está también a cargo de cursos de redacción para asistentes de Gerencia y Secretarias. Foto: Marco Gamarra Galindo. Leer más »

30/10/10: Recuerdos del Señor de los Milagros y de un periodista

Ha transcurrido un año desde que vi al Señor de los Milagros muy cerca, sereno, como nunca. Formé parte, entre fieles, zaumadoras y seguidores del Cristo de Pachacamilla, de ese cálido ambiente de costumbre y alegría, de hábito morado y rico turrón, de octubre. La tradición que acompaña los pasos del santo verenado son seguidos por las diversas cuadrillas que se han erigido en su remembranza. La bruma de la mañana se desdibuja para dar escenario a esta procesión, de religiosos y ciudadanos, innumerables por cierto y de todas partes. Ellos son parte de nuestra historia y muestra clara de cómo ésta se mantiene al pasar de los años.

Procesión del Señor de los Milagros: tradición que lleva historia. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Recuerdo muy bien cuando -días antes a la salida del Señor de los Milagros- había acordado con mi estimado compañero de mañanas interminables, de cafes y noticias en el diario El Comercio, Nicolás Rodríguez, para tomar la cobertura de esta festividad de octubre. Era el 2009 y nuestro segundo año en la Corresponsalía Escolar de El Comercio, sin embargo, nuestra primera vez que asumimos este compromiso que Aurora Escárate y Lisset Córdova, encargadas del programa, asintieron con gusto.

Era octubre y no solo la avenida Tacna hervía de gente. Todos los alrededores de Lima estaban pendientes por la salida del Cristo Moreno. En el edificio de El Comercio ya estabamos listos. Ese día, tres de octubre, habíamos llegado temprano, a pesar de que nuestro taxi había tenido que dar prácticamente saltos y volteretas para pasar por varias calles que habían sido habilitadas para la procesión. Con el paso de las horas llegaron algunos corresponsales quienes, al igual que Aurora y Lisset, no dudaron en desearnos lo mejor de las suertes en la cobertura.

Sin embargo, ninguno podía ocultar cierta nostalgia en el aire al vernos salir de la oficina, nos adentraríamos a la procesión para ser parte de la tradición. Pronto me enteré que este reportaje significó un gran progreso para el programa. En los interiores de nuestras mochilas, que se movian inquietas al compás de nuestros pasos, nuestras cámaras y cuadernillos esperaban, ansiosos, el trajín de la tarde.

Era tres de octubre, la primera salida del Señor de los Milagros, su regreso para bendecir nuestra patria; asumir una cobertura como aquella implicaba compromiso y buen trabajo. Eso lo supimos a la perfección, desde el comienzo.

En el primer recorrido (…) del Cristo de Pachacamilla o Señor de los Milagros, Marco Gamarra Galindo y Nicolás Rodríguez López estuvieron este sábado y domingo por las calles céntricas calles de Lima por donde la imagen del Cristo Moreno hizo su recorrido.

Caminamos con cierto apuro por el Jr. Huancavelica, desembocamos en la Av. Tacna y nos dirigimos a la iglesia de las Nazarenas. El ambiente era nuevo para nosotros. Nicolás observaba curioso a una abuelita de hábito morado mientras yo empezaba a tomar las primeras fotos y grabaciones. La gente venía por acá y por allá. No se detenían. Recordaba haber visto minutos antes cómo un considerable grupo de fieles se abría paso en el puente Trujillo para adentrarse en la procesión. Para cuando volví a la realidad, frente a mi, había un policía que miraba con cierto cansancio mañanero el sinparar de las personas. Era momento de comenzar. Nos dimos un minuto para convidar unos turrones y conversar sobre cómo ibamos a hacer el video. Todo estuvo en orden. La hora había llegado. Era el Señor de los Milagros, una de la tarde -empezaba diciendo Nicolás con fuerza en su voz-. Estaba cargado por varios fieles y rodeado de casonas de peculiares aromas y colores. Entramos en acción.

Fieles en la procesión del Señor de los Milagros. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Soltamos unos permisos y nos abrimos en el mar de gente. Avanzamos. La cámara sujetada con mucho cuidado. Toda comunicación inmediata con Nicolás es impedida por la profunda oración de los fieles. En esos momentos unas miradas bastan para decir lo suficiente. Aqui grabamos. Desde los balcones de cajón se arrojan flores rojas y blancas que combinan con las cuatro que cargan los fieles. Se respira tradición. El Señor de los Milagros está en sus corazones, sin duda. Poco a poco la imagen del Señor se aleja para dejar una sensación de que debemos seguirlo, pero esta vez más de cerca. De eso estamos seguros.

Nos contactamos con Mauricio Vivanco, Corresponsal Escolar, al igual que nosotros. Nos encontramos en la iglesia de Santa Rosa. Lo vemos. -Doctor, ya era hora- alcanzo a decir. Vestido de hábito nos estrecha la mano. Es devoto desde los diez años. Después de unos intercambios de palabras le pregunto si nos puede conducir a la procesión. -Claro que sí, de eso no duden, los llevo donde están mis compañeros de la cuadrilla- dijo alegre… y minutos después ya estábamos en los interiores, dentro de los cordones.

Jirón Callao. 3:00 pm. Vamos con Mauricio a tomar unas Coca Colas.
-Por cierto, Mauricio… serías buena entrevista para el video: jóvenes devotos como tú merecen aparecer en el video.
Ahí estaba Mauricio, impaciente. Como queriendo salir en el video pero con temor de decirlo.
-Vamos Maureco, anímese… dijo Nicolás y esbozó una sonrisa, sin dejar de sujetar la Coca Cola.
Mauricio y hasta se atrevió a dar detalles; era sus quince segundos de fama. Asintió.
-Verdad… una foto no vendría nada mal para recordar este día.
– Va… dicen ambos al mismo tiempo.

Foto para el recuerdo. Marco Gamarra, Nicolás Rodríguez y Mauricio Vivanco.

Mauricio -antes de ingresar a los cordones- nos pidió ser prudentes y guardar nuestras mochilas por debajo de nuestras casacas. -Uno no sabe cuando puede suceder- vociferó como si fuese un adulto entrado en años. Entramos. Lo logramos. Algunos fieles nos miran de reojo, curiosos. No utilizábamos hábito, mas solo una cámara y cuadernillos. Son periodistas, más de uno habrá dicho para sí. Y sí, nos sentíamos periodistas, atrás las épocas de escolares. Pensamos en lo grandioso de la carrera, de las muchas comisiones, de los viajes. Nos ilusionábamos. Carajo, vamos a ser los mejores periodistas que haya visto el mundo.

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25/08/10: Cine: ¿A qué nos referimos con el metafilm?

Nos referimos a aquel tipo de cine que usa al cine para hablar de sí mismo. Es decir, vuelve la mirada hacia su realidad.

La razón que lleva a los creadores a regresar la atención sobre ellos o a su medio de expresión oscila entre la batalla contra el agotamiento del arte y la denuncia ideológica. Sin embargo, algunos conocedores afirman que la mayor importancia del metafilm radica en la posibilidad de despertar el espíritu crítico del espectador mediante los elementos metafílmicos. on estos últimos los que dan cabida a la metapelícula.

La contratación de actores, el rodaje, la transición del cine hablado, la soberbia de algún productor, el personaje que se rebela contra su creador, la escritura de un guión son elementos de un film (sujeto) que refleja su acto de creación o medio de expresión, utilizando al film como su objeto.

En conclusión, el metafilm o metapelícula busca la respuesta al tema tratado a través de la propia mirada a sí mismo, a su realidad. No se debe uno sorprender si el metafilm, por lo tanto, toca la cara más oscura del alma como en la película “Sunset Boulevard” donde Norma Desmond, una antigua estrella del cine mudo, se convierte en una incesante manipuladora como respuesta al olvido que la borra de la inmortalidad. Leer más »

07/08/10: Lima y el cuidado de su cultura

Es un tema que realmente me genera pena, tristeza y hasta verguenza ajena. El hecho que no se valore el patrimonio del Centro Histórico puede permitirnos llegar a la conclusión de que su población no tiene cierto grado de cultura, y menos aún de sus vertientes. Lima es importante no sólo porque, a través de sus edificaciones, nos muestra una época que alguna vez vivimos. El Centro Histórico es un lugar donde Lima puede ser auténtica: sus costumbres, tradiciones e idiosincracias urbanas forman parte donde la ciudad, es propia de sus ciudadanos.

El debido cuidado del Centro Histórico de Lima depende de todos nosotros. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Lima tiene dos caras muy distintas: una muy cuidada donde las agencias de turismo pasean a los visitantes. Los llevan a la Plaza de Armas, el Jirón de la Unión, la Alameda Chabuca Granda y la Plaza San Martín. De ahí que quieran adentrarse, por ejemplo, a conocer el Jirón Trujillo, depende totalmente de los turistas. Esto es con la finalidad de proteger su integridad y eso es comprensible. La otra cara se encuentra entre el Rímac y los Barrios Altos, sectores donde se hallan la más vistosa arquitectura de nuestra capital. Sus casonas, quintas, iglesias, plazuelas rodeadas de calles con curiosos nombres, en conjunto, son mucho más interesantes que la cuidada. Ellas reflejan la Lima que sí estuvo al alcance de sus pobladores, que verdaderamente fue propia de sus habitantes. La mayoría de anécdotas descienden de sus calles, de sus entrañables callejones de un solo caño. Lo que pierde Lima en turismo.

Curiosidad urbana limeña. 1885.

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06/08/10: Los profesores de mi primer ciclo en la PUCP

Ha pasado un par de semanas desde que acabé mi primer ciclo en la PUCP. Entre las personas que conocí, gente muy amable y amigable, quisiera resaltar en esta ocasión a los profesores que me enseñaron durante estos cuatro meses. Sus clases, a decir verdad, marcaron un precedente en mi vida como universitario porque fueron ellos con quienes empecé a conocer la vida universitaria. Como agradecimiento, no sé si lo sea para ellos por cierto, les contaré algunas anécdotas y curiosidades que ocurrieron durante sus clases, de las cuales, en más de una vez, llegaron a ser ellos mismos los partícipes de alguna risita propiciada en el aula.

El primer ciclo en Estudios Generales Letras. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Sandro Patrucco, Formación del Perú hasta el siglo XVIII
Sandro Patrucco es historiador. A mi decir, domina muchísimo el tema del Perú colonial. En muchas ocasiones concordaba con muchos compañeros en que Patrucco sabía mucho sobre el curso que terminaba desviándose usualmente del tema principal de la clase. En más de una vez, empezaba la clase viendo su reloj para luego anunciar el inicio de la misma con un serio: “Empecemos con Historia del Arte”. Segundos después, con un pequeño gesto cómico, corregía su lapsus. Independientemente de esta anécdota, Patrucco es realmente un profesor dedicado, ha escrito muchos libros. Recuerdo el día que vino ronco, tal vez fue el clima que le jugó una mala pasada.

El profesor Patrucco.

Pierre Emile Vandoorne, Cine
Vandoorne nos mostró el cine como instrumento de creatividad y de reflejo social. En mi opinión, realmente luce como un cineasta: ropa distinta a la común, barba de cierto modo desatendida, lentes vistosos, etc. Eso inspira. Se ganó sin lugar a dudas la amistad de los alumnos por su carisma y dedicación (no se cuántas chicas querían agregarlo al Facebook). Nos acercó a un cine más polémico e interesante a través de películas como “Apocalypze now”, “The Dreamers”, “Bowling for Columbine”, “Sunset Boulevard”, etc.

Profesor Pierre Emile Vandoorne en clase.

Alina Limo, Taller de Interpretación y Comprensión de Textos
Cuánto aprendí sobre el tema de la nueva vertiente cultural que invadió a esa Lima oligarca tan cerrada. Conoce mucho del conflicto social que significó este choque entre los limeños de pura “cepa”, es decir, los criollos y los migrantes. Nos acercó a lecturas críticas de Nelson Manrique, Flores Galindo, Gölte y Adams, etc. También nos enseñó gramática, de la cual puedo afirmar, ha contribuido, además de las lecturas que he leído, a que mi escritura mejore y sea más fácil de “pasar”.

Alina Limo en una asesoría.

Juan Accostupa, Matemática
Un profesor muy paciente, y no es que los demás no lo sean, sino que su presencia transmite una peculiar tranquilidad. Me daba risa, que a decir verdad aguantaba, cuando preguntaba algo de la clase a los desatentos, era como una forma de decirles: “¡oígan, despierten, si no estudian van a jalar!”. Eso usualmente hacía y evidencia, de cierta manera, que le interesa el rendimiento de sus alumnos. Brindó un par de asesorias que ayudaron mucho a la total comprensión de los temas del syllabus. Las matemáticas para mí nunca resultaron difíciles. Mantuve, a través de las clases de Accostupa, esa misma perspectiva.

Salud, profesor Accostupa. Foto: Juan Carlos del Carpio Calle. Leer más »

29/04/10: Cuando me interno en los barrios peligrosos de Lima

Mi gusto por la fotografía no conoce límites, y es que a pesar de no haberme influido tanto como para arriesgarme en una valiente carrera de corresponsal de guerra, me ha internado muchas veces en los tugurios y barrios de peligro capitalinos, sólo con la finalidad de obtener algunos retratos fotográficos de sus gentes, costumbres y tradiciones. En ese instante, mi pasión por ella aumenta considerablemente.

Balcón en el Rímac. Foto: Marco Gamarra Galindo.

Caminar por las entrañas de Barrios Altos o el Rímac no es tan peligroso como se piensa si la travesía se hace en la mañana. A hora temprana, transeúntes ajenos de lo ajeno, comerciantes, fieles religiosos y perros multicolores rondan por las históricas y decadentes calles de sus respectivas urbes. Se percibe un raro sentimiento de soledad, entonces nos damos cuenta que somos nosotros los que realmente extrañamos a los “faites”. De todos modos, uno no debe confiarse ya que está fuera de nuestras manos el determinar en qué momento pueden aparecer y sorprendernos de una manera única, propia de ellos.

Larga vista hacia la iglesia Santa Clara, Barrios Altos. Foto: Marco Gamarra Galindo

En mi caso, prefiero sentirme como en casa a tal modo que no dudo en dar unos pasitos al ritmo de la música del momento: néctar no está en el cielo y suena a todo volumen en una radio en los alrededores de la Plaza de Acho. Lo más importante es quizás ir acompañado y no tener la cámara a la vista del mundo. Como diría mi amigo: “Guarda la cámara sino van a ser tan “frescos” de agradecerte por el regalito”

Faites en calle del Rímac. Foto: Marco Gamarra Galindo

Sin embargo, hay momentos que no se ven dos veces y necesitamos registrados para la posteridad. Para esas oportunidades yo uso mi casaca a cierre. A pesar que el día sea soleado y tenga que caminar por una larga avenida, alameda o callejón rodeada de casonas e iglesias de siglos pasados, no dudo en usarla. Cuando quiero capturar los ambientes que se viven en dichos lares, tengo mi cámara en el cuello y lista mi casaca para ser cerrada si veo una amenaza. Si no ocurre esto último, la tengo ágil para tomar todas las imágenes que desee.

Casonas del Rímac. Foto: Marco Gamarra Galindo

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11/03/10: De cómo fui Corresponsal Escolar de El Comercio

Cursaba el cuarto de secundaria cuando llegó a mis oídos una noticia que determinaría mucho mi interés y agrado por la multifacética carrera de periodismo: el concurso a nivel nacional “Crea tu propio periódico escolar 2008” del diario El Comercio. El gran inicio estaba ahí y lo aprovechamos.

Nuestra profesora de Lengua y Literatura, Edith Aparicio apostó en un primer instante por dos estudiantes de los primeros grados de secundaria.
– Muchachos, quiero lo mejor de ustedes para hacer del periódico escolar un buen proyecto, es un concurso de El Comercio, no de cualquier diario.

Uno de ellos era Nicolás Rodríguez López, alumno despierto que empezaba a dudar de su permanencia en el colegio.
– Está bien profesora aunque no sé si continúe ya que tengo por ahí algunos problemas, habrá que esperar a que empiece el concurso.

A las pocas semanas, Nicolás se retiró del colegio por la lejanía que existía con su casa. Sin embargo, comenzó el proyecto totalmente solo en su nuevo colegio, de la otra compañera, no se supo más.

Ante estas repentinas salidas, la profesora estuvo en la obligación de buscar un par más que no defraudara y que más bien llevara en buen camino la participación
– ¡Uy!, tan sólo hubieron dos interesados en los primeros años de secundaria y se retiraron, habrá que preguntar a los de tercero o cuarto para ver quienes desean participar.

Con algunos nombres en el sobre, la licenciada tocó la puerta de cuarto año.
– Disculpe profesor, podría darle permiso a Marco Gamarra para que salga por un momento.

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