Así es cómo la tecnología ayuda a las personas dependientes: 7 usos indispensables

 Que la implantación de la tecnología ha favorecido y cambiado múltiples áreas de tu vida es una realidad evidente, que se plasma de muy distintas maneras a diario. Un contexto en el que numerosos ámbitos se han visto beneficiados y que abarcan desde el deporte hasta la medicina y la salud. Y directamente relacionada con ésta última no podía dejar de referirme a la dependencia. 

Sí, porque los nuevos dispositivos han aportado un extra de calidad de vida a estos enfermos, que ahora pueden optar por sillas de ruedas cada vez más inteligentes y otros gadgets que les ponen las cosas más fáciles. Recabamos algunas de las incursiones más interesantes en este ámbito.

Sistemas de monitorización

Una de las últimas iniciativas que más ha llamado nuestra atención es la llevada a cabo por ISECO, una compañía valenciana que trabaja implementando diversos servicios tecnológicos en residencias y centros hospitalarios, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas.

Lo hace de la mano de la instalación de sistemas de monitorización, antipánico, alarmas vitales y similares.

Entre sus recientes incorporaciones destaca el sistema de monitorización acústica (AMS) de la multinacional CLB; una serie de micrófonos que se despliegan en las diferentes habitaciones y que van asociados a un software capaz de interpretar los sonidos que van llegando. Además, permite establecer diferentes niveles de alarma. Su director, Vicente Collado, lo explica con mayor acierto: “Si para un residente es habitual roncar por las noches, para otro podría ser un indicio, que pudiera alertar sobre un posible problema a futuro. El personal de la residencia recibe las alarmas en dispositivos móviles e, incluso, puede mantener una conversación con el residente, en caso de que lo considere necesario”.

Sillas de ruedas cada vez más inteligentes

Las sillas de ruedas inteligentes constituyen una de las grandes apuestas en este campo. Y es que desde hace años diferentes compañías han lanzado sus propios prototipos. Los hay desde pensados para permitir el acceso a los usuarios a lugares no preparados (como territorios escarpados, escaleras imposibles y demás), hasta otras que cuentan con sensores específicos más sofisticados.

Ésta última es el caso de la diseñada por la Universidad Case Western Reserve, en 2011. Una silla preparada, incluso, para personas invidentes, que cuenta con unos sensores, que permiten detectar si ésta va en la dirección equivocada o está a punto de chocar, al tiempo que también integra comandos de voz y un mando de la Xbox, que facilita el desplazamiento.

La desarrollada por Intel y el físico Stephen Hawking, dos años después, también merece ser destacada, pues, además de su función de voz, puede ser controlada a través del móvil, así como mediante movimientos oculares, adaptándose al grado de discapacidad.

A su vez, dispone de un sistema biométrico que analiza y obtiene información de quien se encuentra sentado en ella y también del funcionamiento de la propia silla, para evitar fallos futuros.

Su GPS integrado y su función capaz de trazar una ruta según los obstáculos del camino y el guardado de datos en una base de datos que comparte con otras personas en la misma situación son algunas de sus virtudes adicionales.

Más allá va la iniciativa de Efe Gleb Urvánov, un científico del Instituto de Ingeniería y Física de Moscú que, inspirándose en el modelo anterior, ha logrado una silla de ruedas que puede manejarse mediante el pensamiento.

En concreto, la silla cuenta con un sistema que lee los impulsos eléctricos nerviosos, el estado emocional de la persona, la voz y los micro-movimientos de los músculos de su rostro.

Para acabar, cabe destacar propuestas como Scalevo y Top Chair, que se centran en hacer posible que el individuo acceda a cualquier lugar, independientemente de si éste cuenta con una entrada adaptada o similares.

Respecto a la primera, se trata de un proyecto suizo del Instituto Federal de Tecnología que puede bajar y subir escaleras sin ninguna dificultad y desplazarse de forma más ágil y rápida, hasta por lugares estrechos.

En cuanto a Top Chair, se trata de algo muy parecido pero ‘made in Spain‘, concretamente en Galicia.

Para volver a ir de pie

Al margen de lo comentado, los dispositivos y sillas que permiten a los pacientes con problemas de movilidad ir de pie de nuevo, merecen su especial apartado.

Una de las más recientes es la de UPnRIDE, presentada a mediados de diciembre. Se trata de una silla de ruedas en posición vertical, una suerte de exoesqueleto robótico, que ayuda a las personas tetrapléjicas a colocarse erguidas.

Para lograrlo, utiliza un giroscopio parecido al de un Segway, que les brinda la oportunidad de maniobrar incluso en terrenos irregulares.

Asimismo, integra una pequeña grúa, un motor eléctrico y se encuentra calibrada para mantener el equilibrio y proporcionar acceso al sujeto a los controles en todo momento.

En todo caso, no se trata de la única, sino que años antes, Get-Up propuso algo muy similar (aunque centrado en ponerlas de pie y no en el desplazamiento), tal y como ilustra el vídeo anterior.

Por su lado, Tek RMD, aunque no se trata de una silla en sí misma, cumple la misma función: la de permitirles levantarse sin esfuerzo.

Para volver a andar

Marcas como Argo Medical Technologies apuestan porque los pacientes puedan volver a recuperar la autonomía de un modo distinto. Esta compañía, ya en 2010 desarrolló un exoesqueleto con motor eléctrico y batería que, mediante una serie de sensores, permite a los usuarios desplazare en posición vertical y sin ruedas.

Estoy hablando de Rewalk, pensado para aquellos que han sufrido una lesión medular y que, desde entonces, ha ido evolucionando.

Por desgracia, todavía resulta un tanto aparatoso y aquellos que lo llevan se ven obligados a cargar una suerte de mochila y un armazón unido a sus piernas.

Para conducir

Otro de los inventos más curiosos en este contexto es el sistema desarrollado por el Laboratorio de Robótica y Mecanismos de la Universidad Virginia Tech, que dio lugar en 2010 a un sistema conectado de guantes y respaldo capaz de emitir vibraciones que alertan al conductor sobre los obstáculos presentes en su camino y de informarle sobre cómo sortearlos en tiempo real. Algo pensado para personas invidentes que, a la larga, podría llegar a permitirles conducir.

La implantación de los llamados coches autónomos, así como de sistemas de aparcamiento y conducción inteligentes, también constituyen un gran avance.

No obstante, el director del proyecto, Dennis Hong ,apuntó entonces que el objetivo no era crear un vehículo que mueva a la persona ciega, sino que le permitiera tomar decisiones conduciendo como cualquier otro.

Aquí también tienen cabida los coches específicamente diseñados para usuarios en sillas de ruedas. Kenguru es uno de ellos, un vehículo similar a un Smart, que cuenta con una rampa de acceso integrada en la zona del maletero. Éste se encuentra al nivel del suelo, lo que facilita la entrada y acomodación dentro del vehículo. Además, no resulta excesivamente caro, sino que cuesta alrededor de los 22 mil euros.

Para mejorar la movilidad de los invidentes

https://youtu.be/sNoPV0epfHA

Directamente relacionada con las propuestas anteriores, cabe comentar la apuesta de Toyota. La compañía cuenta con un proyecto específico para favorecer la movilidad de los invidentes, eso sí, de los que van a pie. Se trata del llamado Proyecto Blaid, que trata de ir más allá de las “funciones” ofrecidas por los bastones y los perros guía.

Así, en abril del año pasado, presentó un wearable muy especial: una suerte de collarín, que se coloca sobre los hombros y cuello del usuario. Un dispositivo dotado de cámaras, altavoces y vibradores, que recaba la información de todo aquello que le rodea: estima cuestiones como la distancia hasta las escaleras, el tipo (mecánicas o convencionales), las puertas y hasta lee determinados carteles. Esta información se transmite a la persona a través de unos altavoces.

También es capaz de interactuar con ella, gracias a su sistema de reconocimiento de voz.

Un trabajo que pronto incorporará tecnologías cartográficas y otras de reconocimiento facial e identificación de objetos.

Estimulación cerebral

La estimulación cerebral

La estimulación cerebral en pacientes víctimas de una parálisis también constituye una técnica de gran ayuda.

De hecho -y según un estudio realizado por investigadores de Washington-, una terapia de este tipo focalizada podría ayudar a liberar los brazos y restaurar el uso de las extremidades en enfermos que se han visto paralizados como consecuencia de un ictus.

En este punto, sin embargo, también cabe referirse a los peligros y riesgos derivados de un mal uso. Para que te hagas una idea, ya en 2015, un grupo de investigadores franceses demostró que estimular determinadas áreas del hipocampo les brindaba la posibilidad de hacer algo tan siniestro como alterar los recuerdos de ratones de laboratorio.

Una línea de investigación que siguió poco más tarde la doctora Julia Shaw, que no dudó en afirmar que, incluso, es posible borrar por completo experiencias pasadas mediante esta técnica.

Otros dispositivos

Al margen de los comentados, no podía dejar de mencionar otros dispositivos específicos como smartwatches capaces de dar la hora en braille como Dot. Un reloj que se conecta al móvil por Bluetooth y cuenta con un sistema de imanes que se levantan y esconden, no solo para brindar la información temporal, sino también la de las apps del móvil.

Tobii PCEye, por su parte, es un sistema que convierte el movimiento de los ojos de la persona en los de un cursor, de manera que le ofrece la opción de navegar sin moverse físicamente, más allá de lo que diga su mirada.

LifewareIntegra es otro software que sigue la misma línea, pero que les permite acceder a las herramientas digitales mediante movimientos de cabeza y expresiones faciales.

Fuente: mediatrends.es

Un mundo de seis puntos: 200 años del braille, un sistema insustituible

Braille

En los ascensores o en los envoltorios de medicamentos ya es muy común encontrarse con los pequeños puntos en relieve. Para muchos no videntes suponen la llave con la que acceder al conocimiento del mundo, pues con estas marcas de hasta seis puntos, como los de un dado, el braille hace palpable el alfabeto. Este tipo de escritura tiene casi 200 años y en la era digital sigue siendo imprescindible. El Día Mundial del Braille, que se celebra cada 4 de enero, conmemora el nacimiento de su creador, Louis Braille. Y la Unión Mundial de Ciegos (UMC) ha querido aprovechar para pedir que los nuevos avances tecnológicos no acaben dejando a un lado el sistema braille. En un comunicado, la asociación expresa su preocupación por que se reduzca el fomento de la enseñanza y el uso de este sistema “debido a la creencia de que dispositivos tecnológicos tales como los libros electrónicos, los audiolibros y los lectores de pantalla pueden reemplazarlo”. Es cierto que actualmente la tecnología ofrece muchas y nuevas posibilidades a los no videntes. Los audiolibros son cada vez más accesibles y PCs y smartphones pueden leer textos en voz alta. Pero esto no puede sustituir al braille, opina el profesor Thomas Kahlisch. “Realmente no hay alternativa. Es la única forma que tengo, como persona ciega, de adquirir la escritura”, dice el director de la biblioteca alemana central para ciegos de la ciudad de Leipzig y miembro directivo de la Asociación alemana de ciegos y discapacitados visuales (DBSV). Por supuesto que a los ciegos les resulta muy práctico poder utilizar la función de reconocimiento de voz de los smartphones para escribir, pero esta tecnología tiene sus límites. Además, la competencia lectora es un pilar fundamental de la educación y para los ciegos, incluso más que para las personas que ven, opina la Unión Mundial de Ciegos. La historia del sistema de escritura con puntos comenzó con un golpe del destino. Louis Braille nació en 1809 en el pueblo de Coupvray, al este de París, cerca de donde hoy se encuentra el parque Disneyland. Cuando tenía tres años, se hirió en el ojo derecho con una de las herramientas de su padre, que hacía guarniciones para caballos. La infección se extendió al otro ojo y el niño quedó ciego. Sus padres intentaron proporcionar al avispado pequeño una educación lo mejor posible y, pese a la ceguera, decidieron que enviarlo al colegio del pueblo, donde Louis destacó por su curiosidad y talento. Después, el joven pudo acudir a uno de los primeros institutos para ciegos del mundo, que se encontraba en París. Allí los ciegos trabajaban aún con una escritura en relieve en la que las letras impresas en papel eran muy difíciles de leer. Braille retomó la idea de un sistema con puntos de un capitán de artillería que había inventado la “escritura nocturna”, con la que pretendía que los soldados se entendieran por la noche. Como el sistema de 12 puntos era muy complicado, lo simplificó y presentó su sistema de seis puntos en 1825, cuando solo tenía 16 años. Aún no hay datos fiables de cuántas personas saben leer braille. Aunque los jóvenes suelen aprender el sistema en muy poco tiempo, para aquellos que pierden la vista más tarde es a menudo mucho más difícil. Quien domine el sistema, puede trabajar en el PC o utilizar un smartphone gracias a la denominada línea braille y tiene muchas más posibilidades de encontrar un trabajo. Este año, gracias al braille, los invidentes podrán acceder por primera vez a las aventuras e historietas de Mafalda con la tira ‘Mafalda y sus amigos’, que será publicada por el Ministerio de Desarrollo Social argentino junto a la Editora Nacional Braille. “Yo había escuchado de Mafalda cuando era chico, pero no había sabido ni había entendido lo que era la profundidad de las cosas que decía”, explica Pablo Vargas, creador del proyecto. Louis Braille nunca supo el éxito internacional que alcanzaría su idea pues murió en 1852, con 43 años, de tuberculosis. Décadas después, en 1878, se reconoció el sistema de seis puntos como el mejor en un congreso internacional. En el centenario de su muerte, su pueblo natal honró su obra y trasladó sus restos mortales al Panteón de París, donde yacen los héroes franceses.

Fuente: ElComercio.com

Masajes en Braille, el idioma de las manos

Francisco Martín inició su empresa en el 2004 con ocho terapeutas, ahora trabaja con 32. El detalle es que son invidentes.

“Quisiera que no termine nunca”, seguramente alguna vez ha pensado mientras manos diestras masajean su cuerpo, alejando las preocupaciones y desatando esos nudos que se acumulan en el cuello y la espalda, producto de las estresantes actividades que desarrollamos hoy en día.

Francisco Martín Chiesa no solo lo pensó sino que su visión fue mucho más allá y decidió abrir su propia empresa: Masajes en Braille, sobre la que destaca una peculiaridad: el servicio lo brindan terapeutas invidentes.

“Ellos tienen un don especial para aplicar estas técnicas. Al mismo tiempo, se los ayuda a reinsertarse en la sociedad, cosa que actualmente muy pocos apoyan”, señala Francisco. En Masajes en Braille trabajan 32 terapeutas invidentes. En el 2004, cuando se creó la empresa, eran ocho. ¿Cómo surgió la idea? Fue cuando Francisco viajó a España para visitar a su padre.

Se percató de que las personas invidentes respaldadas por una fundación realizan una serie de actividades, como los masajes. ¿Y por qué no podemos hacer algo similar en el Perú?, se preguntó.

Así es que con US$ 4 mil abrió su primer local en Barranco, frontera con Miraflores. Su preocupación se centró en conseguir a los terapeutas, lo hizo y, por supuesto, con el tiempo reforzaron su preparación.

Casi simultáneamente decidió abrirse paso en un nuevo sistema: brindar la atención de masajes en locales comerciales, por el tiempo de diez minutos, dirigido para aquellas personas que estuvieran de paso y necesitaran un momento de relax.

Mientras tanto, su local central cada vez tomaba una mayor forma y brindaba no solo masajes desestresantes, también terapéuticos y estéticos. Una sesión de media hora puede costar S/. 30.00.

“Se requiere de un estudio de mercado, en nuestro caso nos llevó seis meses, pero sobre todo creer fuertemente en lo que uno hace y brindarle lo mejor al cliente”.

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Si está interesado en contactar o comentar el Sí se puede de esta edición, escriba a: sisepuede@diariogestion.com.pe

Fuente: gestion.pe

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ORCA, software libre para invidentes

ORCA, software libre para invidentes

Orca es una tecnología de apoyo libre/open source, flexible, extensible y potente para las personas ciegas y deficientes visuales. Usando varias combinaciones de voz, braille y magnificación Orca ayuda a proporcionar accesibilidad a las aplicaciones y toolkits que soporten AT-SPI (como por ejemplo el escritorio de GNOME).

El desarrollo de Orca ha sido liderado por el Accessibility Program Office de Sun Microsystems, Inc. con las contribuciones de muchos miembros de la comunidad. La lista completa del trabajo por realizar, incluyendo errores y peticiones de nuevas características junto a errores en otros componentes, se encuentra en Bugzilla.
Este página se ha pensado para proporcionar ayuda a las personas que deseen instalar Orca en las distintas distribuciones y para que la comunidad pueda compartir ideas y pensamientos relevantes a Orca.
Por favor únete y participa en la lista de correo de Orca (en inglés). Es un entorno útil, amable y productivo, compuesto por desarrolladores y usuarios.

En español puedes unirte al Grupo de Usuarios Ciegos y Deficientes visuales de GNU/Linux rellenando este formulario.
Distribuidores de sistemas operativos, por favor lean las pruebas de funcionamiento de Orca para más información en la verificación que Orca está correctamente instalado y funcionando en su sistema.

Guías en formato audio

Darragh Ó Héiligh, ha creado varias guías en audio para Orca.
Esta es una contribución fantástica (¡Gracias!).
Las guías se pueden descargar en e incluyen las siguientes:

* Paseo por la instalación de Ubuntu Hardy Heron 8.04 con el lector de pantalla Orca
* Paseo por la instalación de Ubuntu 7.04: Un tutorial bastante útil.
* Revisión de Fedora core 7 y el lector de pantalla Orca para el escritorio gráfico de GNOME
* Guía sobre la instalación de las últimas versiones de Firefox y Orca

Ir a página informativa del Programa ORCA
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