Microsoft y la Fundación para las Américas trabajan por la inclusión
Por: Miguel Ángel Farfán
A los 45 años, tras haber pasado más de cuatro décadas sin caminar debido a una poliomielitis severa, el cusqueño Élmer Rozas descubrió cómo hacer pleno uso de sus capacidades. Era 2005 y lo habían despedido de la empresa radial donde trabajaba. Con eso, parecía esfumarse su sueño de ser locutor radial. Pero todo cambió con una invitación que le hicieron los representantes de la ONG Mecvida. Ellos le hablaron de Poeta (Programa de Oportunidades para el Empleo a través de la Tecnología en las Américas) y de la posibilidad de recibir capacitación.
Rozas, que había lidiado muchos años con el poco acceso a ese tipo de servicios educativos, hizo una pregunta que para él era crucial: ?¿Hay rampas de acceso para que pueda ingresar con mi silla de ruedas??. Le respondieron que sí y que, además, tenían software adaptado para personas sordas, ciegas y con retardo mental leve. De esa forma se convirtió en miembro de Poeta Accesible, proyecto realizado por la Fundación para las Américas (cooperante de la Organización de Estados Americanos, OEA) en colaboración con el programa social Potencial Ilimitado de Microsoft.
IDEA GLOBAL
Los orígenes de Poeta se remontan al 2004. Ese año, en Guatemala, se creó un centro piloto de capacitación en el uso de la tecnología. El objetivo era insertar laboralmente a personas con discapacidad. Para ello, usaron fondos de Microsoft y el impacto fue tal (140 participantes) que expandieron el plan. Desde entonces se han beneficiado 130.000 personas de 18 países.
En el Perú, ahora hay tres de estos locales que son operados por diferentes organizaciones. En Cusco lo administra Mecvida; en Chiclayo, el Copeme; en Lima, Fundades. Y a partir de fines de junio habrá un cuarto centro Poeta en la Asociación de Sordos de Lima. ?La idea es acercar la tecnología a quienes no tienen acceso directo a ella?, dice Lieneke Schol, directora de márketing y negocios de Microsoft Perú.
Este proyecto es sostenible por medio de la generación de recursos. Y funciona así: Microsoft apoya con más del 80% de los gastos de los centros, destina software adaptado para las personas con discapacidad y provee el currículo del programa Potencial Ilimitado. Estos recursos son entregados a las organizaciones que administran los centros. Al inicio se subvencionan los cursos de los participantes. Luego, cuando ya son autosostenibles, cobran entre S/.20 y S/.50 al mes para cubrir los gastos de luz, limpieza y mantenimiento.
?Queremos que Poeta se convierta en una verdadera franquicia social, donde nosotros brindemos el ?know-how?, capacitación y herramientas; y las organizaciones locales se apropien del programa?, dice desde Estados Unidos Maria Liliana Mor, directora del programa. Esto permite, además, que especialistas en técnicas didácticas se hagan cargo de las capacitaciones. ?Nosotros no somos expertos en educación, por eso buscamos a una ONG o a alguna otra asociación para ejecutar el proyecto?, dice Lieneke Schol.
En una región como América Latina, donde 8 de cada 10 personas con discapacidad están desempleadas, este programa ha hecho que Élmer Rozas pueda aprender a hacer ediciones en audio y fundar una empresa radial. Allí, él da trabajo a otras tres personas con discapacidad. Ellos también se formaron en un centro Poeta. ?Lo que más necesitamos en la vida es capacitación?, dice Élmer Rozas, con su voz potente de curtido locutor radial.
SEPA MÁS
Microsoft tiene, en total, 13 programas sociales.
La Fundación para las Américas realizará mañana a las 6:00 p.m. en el Swissôtel una reunión sobre la inclusión laboral de personas con discapacidad. Estarán José Miguel Insulza, secretario general de la OEA, y Manuela García Cochagne, ministra de Trabajo y Promoción del Empleo.
Fuente: elcomercio.pe