La tecnología, al servicio de la discapacidad

Cada vez hay más dispositivos y aplicaciones que facilitan la vida a personas con discapacidad, un colectivo que en España suma más de tres millones de personas.

 El móvil de Sergio Fernández es un Honor 6X. También tiene ordenador y coge el portátil ocasionalmente, cuando va de vacaciones. Desde hace tres años tiene cuenta en Twitter (@sermerengue), donde habla de su afición por el Real Madrid. Sergio Fernández, que se define como un apasionado de la tecnología, no utilizó un smartphone hasta hace cuatro años. “Uno baratito”, dice, pues creía que no iba a poder usarlo.

“Debido a una hipoxia [falta de oxígeno] tengo una parálisis cerebral con un 77% de afectación que me impide, entre otras cosas, caminar. A mis 39 años tengo claro que la tecnología me facilita la vida. Sin moverme soy capaz de acceder a muchas cosas y estar en contacto con muchísima gente”, comenta Sergio mediante audios de WhatsApp en los que va contestando a las preguntas.

La parálisis que sufre no le permite escribir en el teclado del smartphone con facilidad ni ver la pantalla sin aumento. Acciones que realizamos de forma cotidiana se convierten en un problema contra el que luchar cada vez que una aplicación se actualiza o sale una nueva versión de un programa.

“Con la nueva actualización de Twitter he tenido problemas para ampliar el tamaño de la letra y también me ha ocurrido con Windows 10. Pediría a las tecnológicas la posibilidad de hacerlo todo más personalizable. Que el tamaño y el color de las letras se pudiera cambiar para ponerlos a cuerpos grandes. El favor que nos hacen a muchos es inexplicable”, sugiere Sergio.

A pesar de sus peticiones, Sergio suele dar con sus propias soluciones ante los problemas que encuentra con la tecnología . “Para Twitter me he descargado una versión anterior y, ante la imposibilidad de utilizar bien el teléfono por la falta de movilidad, me he descargado un launcher con el que lo manejo mejor. No soy ningún experto en tecnología, pero me gusta mucho porque gracias a ella puedo hablar de igual a igual a otras personas que no saben que tengo ninguna discapacidad y puedo hacer las cosas igual o muy parecidas a ellas”.

Sergio lanza dos peticiones concretas a las compañías tecnológicas. Por una parte, que los ordenadores fueran más personalizables, y por otra, que en los teléfonos móviles se pudiera ya hacer todo mediante la voz.

TECNOLOGÍA PARA MEJORAR

La Fundación Adecco realiza desde hace seis años un estudio sobre tecnología y discapacidad junto con Keysight basado en una encuesta realizada a 300 personas con discapacidades físicas, sensoriales, intelectuales y psíquicas residentes en España. Según los resultados del informe del 2017, un 84% declara que su calidad de vida global ha mejorado gracias a las nuevas tecnologías. Además, un 60% de las personas con discapacidad son usuarios de aplicaciones específicas, siendo los que más las emplean quienes tienen discapacidad visual (77%), seguidos de los que tienen discapacidad auditiva (73%), física (65%) e intelectual (50%). Las más usadas son Siri, Google Talk Back, VoiceOver, SVisual o Disabled Park.

Pero no todo es positivo. El mismo informe alerta de que un 63% de estos usuarios encuentra barreras para usarlas. Concretamente, un 35% destaca que el coste es muy elevado y un 13% afirma que, aunque dispone de poder adquisitivo, carece de los conocimientos necesarios para usarlas, mientras un 15% manifiesta otro tipo de barreras.

GIGANTES ACCESIBLES

Los grandes fabricantes de tecnología muestran su preocupación por la inclusión de las personas con discapacidad y cuentan con proyectos y tecnologías adaptadas.

Apple presume de ser una de las empresas más involucradas en cuanto accesibilidad. Con motivo del pasado Día Mundial para la Concienciación sobre Accesibilidad (GAAD), el 18 de mayo, la compañía dirigida por Tim Cook presentó 7 vídeos bajo el lema Diseñado para todos en los que se describe cómo la tecnología puede facilitar la vida a personas con diferentes tipos de discapacidades. Por ejemplo, una joven que no puede hablar con su voz natural a raíz de un trastorno encefálico llamado esquizencefalia, que afecta tanto el control motriz como el habla, utiliza TouchChat en su iPad para hablar con sus amigos: o una mujer con espina bífida emplea el modo silla de ruedas en su Apple Watch para monitorizar su ritmo cardíaco y hacer un seguimiento de su actividad.

Estas acciones son posibles gracias a funciones y aplicaciones específicas en los productos de Apple, como el modo Leer en pantalla, para que el teléfono dicte todo lo que aparece en ella, la compatibilidad del iPhone con los audífonos o la función control por botón, para facilitar el manejo de los dispositivos para personas con problemas de motricidad. “No hay otra empresa parecida en cuanto a la creación de tecnologías para que los productos sean realmente accesibles para personas con muy diversos tipos de discapacidad”, aseguran desde la compañía.

Huawei España colabora con la Fundación Vodafone y la Fundación Gil Gayarre en un proyecto educativo orientado a promover la integración social de colectivos con discapacidades físicas o psíquicas en el que aporta más de 20 tabletas, así como la formación técnica necesaria para el uso de los dispositivos, explica Álvaro Galán, Product Marketing Manager de Huawei Consumer Business Group. “Además, hay otras funciones como el servicio de ayuda TalkBack en los teléfonos, que describe el contenido que se pulsa o se selecciona”, añade Galán.

Por su parte, en Samsung, presumen de que el Galaxy S7 Edge ha sido el último de sus smartphones reconocido por el portal Amóvil -iniciativa liderada por la Fundación ONCE- como un dispositivo accesible. La compañía destaca que presta todos sus terminales a Amóvil, que analiza su accesibilidad en base a la discapacidad visual, auditiva o motriz.

En Microsoft, “además de velar por la accesibilidad en nuestro productos y servicios, son destacables algunos proyectos. Un ejemplo es Seeing AI, que incluye diferentes capacidades como el reconocimiento facial a través de la cámara del teléfono o el reconocimiento de textos, por ejemplo, en un restaurante. También junto con la ONCE e Ilunion estamos trabajando en el proyecto Cities Unlocked para hacer las ciudades más accesibles y otro ejemplo es Project Emma, para pacientes con Parkinson. La clave del proyecto es una pulsera inteligente que ayuda a los pacientes de Parkinson a escribir de nuevo”, explica Carlos de la Iglesia, director de Desarrollo Corporativo de Microsoft Ibérica.

LAS TELECOS SE IMPLICAN

Vodafone es otra de las compañías más activas en cuanto a que la tecnología esté al alcance de todos. Bajo el lema Conectados por la accesibilidad, la operadora ha creado una comunidad impulsada por su fundación para favorecer la inclusión de las personas con discapacidad en la transformación digital.

La comunidad acoge a más de 100 entidades de toda España y ya tiene proyectos en marcha, como la plataforma aMiAlcance, diseñada para eliminar las barreras que plantean los dispositivos táctiles ante una discapacidad motora y/o cognitiva. Además, en 2017 tiene en marcha 17 proyectos centrados en el uso de la tecnología para favorecer su participación en la sociedad de una forma normalizada.

Por su parte, Telefónica también cuenta con su propia plataforma de ayuda a personas con discapacidad. Entre las propuestas más llamativas destaca la lanzada hace un año por la compañía, Movistar+ 5S, que ofrece por primera vez en una TV contenidos con los tres sistemas de accesibilidad integrados en una misma aplicación: audiodescripción, subtítulos para sordos y lengua de signos, lo que permite a las personas con discapacidad sensorial disfrutar de los contenidos de Movistar al mismo tiempo que el resto de la población desde el smartphone, tableta o televisión. Actualmente ofrece más de 1.073 contenidos accesibles y existe un plan de inversión que está permitiendo la traducción de 35 largometrajes y 35 capítulos de series de forma mensual.

Tampoco falta en la lista Orange que, a través de su fundación, promueve diversas aplicaciones y soluciones tecnológicas para mejorar la calidad de las personas con autismo. Además, a través de la iniciativa Áppside, la Fundación Orange impulsa las aplicaciones de guiado accesibles en los museos y espacios culturales españoles mediante aplicaciones móviles gratuitas.

La casa más adaptada

Desde 2016, la Fundación ONCE ha recorrido España con su Casa Inteligente, Adaptada y Sostenible para demostrar como la tecnología puede ayudar a las personas que sufren algún tipo de discapacidad. En 2016, 30.000 personas visitaron este espacio y este año la Fundación inició su ruta para recorrer 19 nuevas ciudades y enseñar cómo funcionan las nuevas tecnologías en la cocina, el baño, el salón, el dormitorio o la entrada. Desde encimeras que pueden elevarse o bajarse a la altura de cada miembro de la familia hasta un secador corporal para ayudar en el cuarto de baño. En la puerta principal, no faltan los sistemas de domótica más avanzados para garantizar la seguridad en el hogar.

Fuente: expansion.com

“MarioWay” la silla de ruedas que cambiará la vida a las personas con discapacidad

MarioWay fue lanzada al mercado hace pocas semanas, cuesta 19.300 euros, un precio muy superior al lado de una silla de ruedas eléctrica, cuyo valor es de cerca 1.500 euros

 Mario Vigentini ha creado una innovadora silla de ruedas eléctrica de
Mario Vigentini ha creado una innovadora silla de ruedas eléctrica de “manos libres” para personas con impedimento motor. Ellos podrán estar a la misma altura que una persona de pie. (Foto: AFP)

Concebida por el italiano Mario Vigentini para romper tabúes, MarioWay es una innovadora silla de ruedas que podría cambiar la vida a las personas con discapacidad  y sobre todo su relación con los demás.
Eléctrica, sobre dos ruedas en lugar de cuatro, esta silla ergonómica se inspira en el Segway, el popular vehículo de transporte ligero giroscópico eléctrico de dos ruedas, de moda en toda Europa y que permite visitar una ciudad entera mientras se circula de pie.

La silla se puede conducir sin manos, es cómoda y permite a la persona con discapacidad estar a la altura de su interlocutor, facilitando además tareas de la vida diaria, como pedir un café desde el mostrador de un bar o tomar un libro de un estante alto, algo imposible hasta ahora.

El nuevo vehículo fue presentado en junio a los ministros de Transporte del G-7 reunidos en Italia como un ejemplo para el futuro de la movilidad. “Quería crear un instrumento para la integración social”, contó  Vigentini, de 45 años, en la sede de su empresa en Bérgamo (norte).

Marioway es el resultado de su trabajo como educador de jóvenes con discapacidad, tanto mental como física, explicó. “Ha sido una aventura increíble”, confiesa.

Lo que lo empujó a inventar una silla tan particular era el deseo de cambiar “la actitud de la gente, llena de prejuicios”, confiesa. Algunos llegaban a “tratar a las personas con discapacidad como si fueran niños”, lamenta al notar cómo la asimetría física afecta también las relaciones sociales.

Para cambiar esa primera barrera, pensó en un asiento ergonómico, como los que se usan en muchos países nórdicos y que se han puesto de moda en las ciudades turísticas con los Segway.

“Nueve de cada diez personas a las que le contaba mi idea me miraba como si yo fuera un extraterrestre”, cuenta.

Pese a ello decidió en el 2012 participar en un concurso en Nápoles (sur) para inventores, llegando a ser finalista.

En una silla de ruedas tradicional, “la persona está en una posición donde todos los ángulos están cerrados y los órganos de la parte superior del tronco comprimidos” recalca.

“MarioWay es todo lo contrario. Se goza de todos los ángulos y se recupera el movimiento de la parte superior del tronco”, lo que genera muchos beneficios para la salud, asegura Vigentini.

El vehículo, como prefiere llamarlo, tiene unos “sensores que leen la posición del cuerpo” y ello permite conducirlo.

La original silla promueve también la independencia, ya que algunos gestos que parecían imposibles resultan más fáciles y los objetos más accesibles.

MarioWay fue lanzada al mercado hace pocas semanas, cuesta 19.300 euros (unos 22.500 dólares), un precio muy alto al lado de una silla de ruedas eléctrica, cuyo valor es de cerca 1.500 euros.

“Estamos haciendo todo lo posible para lograr un precio más democrático”, asegura Vigentini, que espera poder reducir su valor a unos 10.000 euros con la entrada de un socio industrial.

MarioWay viaja a 20 km por hora, tiene una autonomía de 30 kilómetros y en el futuro podría ser utilizada por todo tipo de usuarios, discapacitados y no, como un sistema nuevo para movilizarse en las ciudades, reduciendo además muchas diferencias.

(Fuente: AFP)

Fuente: elcomercio.pe

Exoesqueletos a gusto del paciente

Investigadores de EE.UU. diseñan un exoesqueleto que se adpta a las necesidades y características del usario y facilita los movimientos y la rehabilitación.

La tecnología permite desarrollar herramientas que facilitan la rehabilitación de personas con alguna discapacidad. El último avance es el diseño de un exoesqueleto que proporciona soporte personalizado para su usuario. En voluntarios sanos, el exoesqueleto más eficiente, que optimiza el gasto de energía. En un estudio realizado en 11 voluntarios sanos, el exoesqueleto redujo el gasto energético que se produce al caminar en un 24% de promedio, en comparación con el mismo sistema pero sin apoyo personalizado.

Los exoesqueletos pueden ayudar a mejorar las habilidades humanas, por ejemplo permitiendo a las personas acoger más peso o gastar menos energía durante la rehabilitación. Sin embargo, debido a que cada persona tiene movimientos naturales únicos, el exoesqueleto de talla única no parece ser la mejor solución. En el estudio desarrollado por el equipo de personalizado el equipo de Juanjuan Zhang, de la Universidad Carnegie Mellon (EE.UU.), los investigadores diseñaron un sistema que mide el gasto de energía de un individuo cuando lleva el exoesqueleto, que soporta el tobillo del usuario durante la marcha, que cambia sutilmente su patrón. En este caso, el sistema altera su soporte de movimientos de tobillo en cuatro áreas.

Exoesqueleto- RAHKENDRA ICE / AAAS
Exoesqueleto- RAHKENDRA ICE / AAAS

Los investigadores sometieron a los voluntarios a una hora de caminata y el sistema identificó qué patrones de apoyo podían a la persona a gastar la menor cantidad de energía. Con el exoesqueleto optimizado situado en un solo tobillo, los 11 voluntarios experimentaron una reducción del 24% en el gasto de energía mientras caminaba. Un voluntario que llevaba el exoesqueleto optimizado en ambos tobillos experimentó una reducción del 33% en el gasto energético. Además, los voluntarios que participaron posteriormente en rondas para caminar con el exoesqueleto optimizado experimentaron nuevas disminuciones en el gasto energético, lo que sugiere que los usuarios que se adhieren al dispositivo pueden someterse a sus propias adaptaciones sutiles, lo que produce una mayor optimización del sistema.

 El estudio se ha publicado en «Science».
Fuente: abc.es

Una empresa del PTA diseña un ratón para PCD que se mueve con la cabeza

Un responsable de Eneso hace una demostración con su ratón para personas con discapacidad. / Moreno
Un responsable de Eneso hace una demostración con su ratón para personas con discapacidad. / Moreno

Tecnología 100% malagueña al servicio de las personas con discapacidad. Se llama Eneso y, a pesar de contar con sólo cinco trabajadores (sobre todo, ingenieros), ya se ha hecho un hueco en el mundo de la tecnología a escala internacional. La empresa tiene su sede en el PTA, y esta misma semana recibió uno de los premios Evolución de SUR y BBVA, como una de las mejores iniciativas tecnológicas de la provincia. Además, está respaldada por la Junta y ayer recibió la visita de Antonio Ramírez de Arellano, consejero de Economía y Conocimiento, que quiso reconocer sus esfuerzos y su trayectoria para mejorar la vida de los que más lo necesitan.

La directora ejecutiva de la compañía, Esther García Garaluz, explica que 257 centros en Andalucía están adaptados con su ratón de cabeza ‘Enpathia’, una pequeño sensor que, mediante un ‘software’, sustituye el puntero convencional y el teclado. Se suele poner en la cabeza, porque la mayoría de los usuarios tienen movilidad en este órgano; captura los movimientos del usuario y los transforma en comandos para escribir, editar, etc. Actualmente, usuarios de Sudáfrica, Italia, Francia, Estados Unidos, Reino Unido e Israel, entre otros, utilizan esta tecnología en su vida diaria. Es su producto estrella y a partir de su desarrollo y el contacto con el tejido asociativo han ido descubriendo nuevas necesidades.

«Somos una empresa pequeña pero con una comunidad muy grande; Málaga y Andalucía son una referencia tecnológica y tiene que serlo para todos. La creación de valor con la tecnología es la base de una economía sostenible, con productos que sean relevantes, útiles e innovadores», afirma la joven emprendedora. Su reto: aplicar cada día más los avances para lograr eliminar barreras, y adaptar fórmulas para facilitar el acceso a herramientas tales como los móviles y los ordenadores. «Muchas personas no pueden utilizar una pantalla táctil o un teclado convencional, y nosotros creamos soluciones para que puedan hablar con el móvil o usar el ordenador como cualquier otro. Para una persona con ELA o trastorno autista, estas les permiten comunicarse con el entorno».

También trabajan con éxito en el ámbito de la estimulación sensorial, que tiene mucha demanda en «países en vías de desarrollo accesible», como los define García Garaluz, aquellos que llevan más retraso en las políticas de inclusión. «Lo que hemos aprendido lo llevamos a sitios como Rusia y Latinoamérica, donde hay mucha demanda».

Antonio Ramírez de Arellano, consejero de Economía y Conocimiento, definió a Eneso con estas palabras: «La discapacidad no está en las personas sino en el entorno, como dice su lema, y por tanto debemos utilizar la tecnología para adaptarlo a estas personas». A su juicio, la empresa ha tenido una trayectoria «ejemplar», desde su nacimiento en la Universidad de Málaga (UMA)hasta su actual madurez, con buenos resultados económicos y en la que explora la internacionalización y «mira al mundo».

Fuente: diariosur.es

La tecnología desvela qué sienten las personas con discapacidad intelectual

Investigadores del IRD crean una base de datos para reconocer sus emociones a partir de patrones de señales fisiológicas

Unos sensores situados en sus dedos y sobre su cabeza permiten identificar cómo se siente Salud Fernández mientras realiza actividades cognitivas asistida por Marta Muñoz, de la Fundación Ave Maria (Carles Castro / GARRAF NEWS MEDIA)
Unos sensores situados en sus dedos y sobre su cabeza permiten identificar cómo se siente Salud Fernández mientras realiza actividades cognitivas asistida por Marta Muñoz, de la Fundación Ave Maria (Carles Castro / GARRAF NEWS MEDIA)

 

Barcelona

26/06/2017 00:18 | Actualizado a 26/06/2017 11:50

Laia Valls sonríe. Sonríe durante todo el tiempo que duran las entrevistas para este reportaje. Pero no es posible dilucidar si está contenta, nerviosa, o quizá estresada; su discapacidad intelectual le impide expresar su estado de ánimo y dificulta reconocerlo. Aunque, para ser exactos, habría que decir que no es posible identificar cómo se siente a simple vista, pero sí si se conecta a la plataforma de actividades Armoni provista de una diadema y de una pulsera llenas de sensores.

Porque gracias a una combinación de dispositivos wearables y del software algoritmos desarrollados por los investigadores del Instituto de Robótica para la Dependencia (IRD), ya es posible objetivar el estado anímico de las personas con discapacidad intelectual grave.

Se ha logrado en el marco del proyecto AutonoMe que impulsa laFundación Ave María de Sitges –que ofrece atención especializada a adultos con discapacidad intelectual– a través del IRD, galardonado con un premio a la innovación social de Obra Social “La Caixa”.

“El proyecto nace de la voluntad de querer saber de manera objetiva el estado anímico de personas que no pueden expresarlo por sí mismas o que ni siquiera tienen conciencia de él, porque se trata de una información valiosa para mejorar su bienestar y su calidad de vida, para mejorar sus terapias y personalizarlas para que les gusten más y sean más efectivas”, explica el director de investigación del IRD, Joan Oliver.

“El proyecto nace de la voluntad de querer saber de manera objetiva el estado anímico de personas que no pueden expresarlo por sí mismas”

JOAN OLIVER Director de investigación del IRD

“El problema es que estas personas no sólo no pueden expresar sus emociones sino que para ellas no sirven las herramientas de ayuda que se usan con otras, como el software de reconocimiento facial, así que pensamos que la solución era mirar en su mente y en su cuerpo las señales fisiológicas que emite su estado de ánimo, porque sabemos por la bibliografía que cada emoción va asociada a unos patrones fisiológicos”, detalla Jainendra Shukla, investigador en robótica que participa en el proyecto.

Laia Valls, con la integradora social Marta Muñoz, mientras realiza tareas de estimulación cognitiva en la plataforma Armoni (Carles Castro / GARRAF NEWS MEDIA)
Laia Valls, con la integradora social Marta Muñoz, mientras realiza tareas de estimulación cognitiva en la plataforma Armoni (Carles Castro / GARRAF NEWS MEDIA)

El hándicap era que no existían esos patrones en personas con discapacidad intelectual, de modo que la primera tarea de los investigadores del IRD fue elaborarlos combinando información externa –expresión facial, seguimiento de la mirada, información subjetiva de los terapeutas que conocen a la persona– con información interna –ritmo cardíaco, actividad electrodermal y cerebral– de algunos de los residentes de la Fundación Ave Maria mientras se les provocaba diferentes emociones intensas, positivas y negativas.

“Durante el experimento les daban un dulce para comer y se grababan las señales que emitía su cerebro, su respiración, la temperatura de su piel, su expresión facial y corporal. para estudiar el patrón de esa emoción positiva; y también se les quitaba algún objeto que apreciaran mucho para grabar el patrón correspondiente a una emoción negativa”, ejemplifica Shukla.

“El problema es que estas personas no sólo no pueden expresar sus emociones sino que para ellas no sirven las herramientas de ayuda que se usan con otras”

JAINENDRA SHUKLA Investigador en robótica

Con toda esa información y la obtenida en otros experimentos mediados con terapeutas que interpretaban su estado de ánimo, los investigadores han elaborado MuDERI, una base de datos multimodal para el reconocimiento de las emociones entre personas con discapacidad intelectual, en la que se ha sistematizado y etiquetado cada estado anímico a partir de los patrones de señales fisiológicas constatados en los experimentos.

“Una vez elaborados estos patrones, el segundo reto ha sido tomar en tiempo real las señales del estado de ánimo de los usuarios de la plataforma de actividades Armoni para cruzarlas con MuDERI, identificar cómo se siente, y adaptar automáticamente la actividad propuesta”, apunta Oliver. Y enfatiza que lo más difícil ha sido recoger en tiempo real la actividad electrodermal, para lo que han desarrollado un algoritmo mil veces más rápido que el que había hasta ahora, el del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).

Proyecto AutonoMe

Nació con la voluntad de saber de manera objetiva el estado anímico de las personas que no pueden expresarlo o que ni siquiera tienen conciencia de él

La actividad electrodermal –que ahora recogen con una pulsera y unos sensores en los dedos pero pronto se recogerán mediante un reloj más cómodo de llevar– permite determinar la intensidad de la emoción, pero no si ésta es positiva o negativa. Esto se determina a partir de la actividad cerebral que registra la diadema con 16 polos que se acopla en la cabeza del usuario, analizando las áreas del cerebro más excitadas. Y toda esta información se complementa con los datos del dispositivo que sigue la mirada para evaluar la capacidad de atención y con las expresiones que registra una cámara.

“En función de todos estos parámetros el software reconoce el estado de ánimo del usuario y a partir de ello podemos desarrollar algoritmos que modifiquen las actividades que se le están ofreciendo o que lancen mensajes para llamar su atención si por la mirada vemos que está distraído”, comenta Oliver.

Señales

La actividad electrodermal permite identificar la intensidad de la emoción, pero no si ésta es positiva o negativa; esto se determina a partir de la actividad cerebral que registra la diadema

En una primera fase, el IRD ha vinculado el proyecto AutonoMe a la plataforma digital Armoni, que dispone de una batería de actividades, de imágenes y sonidos para la estimulación cognitiva y tiene la ventaja de registrar todo lo que hace cada persona para ver su evolución cognitiva y emocional en el tiempo, además de permitir personalizar y adaptar las tareas a las posibilidades de cada usuario. Incluye unos test para evaluar a la persona en once dominios cognitivos, como atención, fluencia verbal, coordinación visomotora, memoria verbal a corto y largo plazo…

Pero la intención es implementar el sistema de reconocimiento de emociones también en otros dispositivos con los que trabajan la estimulación de los residentes en la Fundación Ave Maria, como los robots Nao o Pepper. Al mismo tiempo, y en colaboración con el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell) están inmersos en un proceso de validación clínica de la eficacia de Armoni como herramienta terapéutica a nivel cognitivo.

Fuente: lavanguardia.com