Las personas discapacitadas tienen que lidiar con diversos problemas diarios relativos a la insuficiencia de habla que les impiden emplear un programa de reconocimiento de voz, así como una capacidad motora limitada que no les permite manejar con soltura su mano, dedos o incluso sus pies, lo que les imposibilita disfrutar de las ventajas que le puede aportar su ordenador personal. La firma Nebutek ha dado un paso a delante para allanar la vida cotidiana de las personas con movilidad reducida a través del innovador ‘Emotiv’ que a través de una interfaz permite a estos ciudadanos controlar el ordenador con su cerebro. El dispositivo ideado por esta firma vasca consta de sensores que activan un brazo robótico que interpreta las señales eléctricas producidas por su cerebro. Señales que serán traducidas, a su vez, por un software en movimientos físicos sobre este brazo articulado para intentar potenciar la interacción del discapacitado con su propio ordenador.
El casco ‘Emotiv’ ideado por esta joven firma vasca consta de sensores que activan un brazo robótico para interpretar las señales eléctricas producidas por el cerebro y las traduce, a su vez, un software en movimientos físicos sobre el brazo para potenciar la interactividad del discapacitado con su ordenador.
El proyecto de esta joven startup, nacida en el seno de la incubadora de empresas de la Universidad de Deusto, Deustokabi germinó hace tres años cuando, Asier Arranz, un joven emprendedor bilbaino, decidió embarcarse en el desarrollo de unos prototipos tecnológicos que fomentaban la movilidad de las personas discapacitadas a través de dispositivos “más económicos” que los ofertados por los centros tecnológicos. “Vimos que existen proyectos con inversiones elevadas pero que no acababan de satisfacer las necesidades de estas personas. Por ello, optamos por ofrecer una tecnología más económica que garantizara una funcionalidad más óptima para estas personas”, indica Arranz, fundador de esta firma.
Fue en enero de 2009, cuando este apasionado de las nuevas tecnologías puso en marcha definitivamente este ambicioso proyecto con el apoyo económico del vivero de empresas de la universidad vasca. Fruto de este esfuerzo, Arranz y su equipo, han logrado presentar en ferias de prestigio internacional y a partners como Telefónica y el centro tecnológico vasco, Tecnalia los primeros “prototipos que esperan poder comercializar durante los próximos meses”. El primero de estos innovadores dispositivos está orientado a satisfacer las necesidades de las personas con movilidad reducida. Bajo el nombre ‘Emotiv’, es un casco que funciona a modo de interfaz entre el usuario y su ordenador personal. El dispositivo lleva acompañado un brazo robótico que funciona conectado a través de este casco. “El usuario con sus gestos faciales y mediante el cerebro puede activar este exoesqueleto para que este interactúe con su ordenador”, describe Arranz.
En la práctica, el equipamiento tecnológico dispone de unos sensores que interpretan las señales eléctricas procedentes del cerebro del usuario. Una vez son enviadas estas órdenes, un software ideado por Nebutek las traduce en movimientos programados para que funcione el brazo robótico. “La propia persona se acostumbra de esta manera a mover su brazo con soltura en la medida que se entrena con el robot”.
El dispositivo cuenta con seis ejes de movilidad que reproducen todos los movimientos existentes en el cuerpo humano. “Por medio de esta interfaz, la persona discapacitada puede mover cada uno de sus músculos de su rostro, mandíbulas o el guiño de sus ojos que son detectados por el casco que, a su traslada estas señales para efectuar los movimientos del brazo”.
Entre las principales ventajas que puede ofrecer este interfaz inteligente a las personas con movilidad reducida se encuentra la capacidad de recoger objetos que hasta la fecha a estas personas les era imposible captar. “Pueden manejar un bolígrafo o una barra de chocolate porque esta tecnología es muy versátil y flexible”.
Junto a los beneficios prácticos que aportan los dispositivos tecnológicos creados por esta joven firma, Arranz, ensalza la “potencialidad de movilidad que ofrecen a las personas discapacitadas al proporcionales herramientas que les facilitan realizar tareas físicas que antes les era imposible realizar”. A ello une su aspecto “económico” que convierte a la tecnología desarrollada por esta firma en un producto “accesible” para este colectivo.
“Las personas ciegas es el colectivo que mejor ha acogido estos prototipos porque están dispuestos a probarlos, lo que nos va a permitir testar los prototipos con mayor rapidez para presentarlos después a los centros tecnológico e inversores privados”.
Junto a esta innovadora tecnología, los responsables de Nebutek han desarrollado otras apuestas vinculadas a productos móviles. De esta manera la firma ideó Nime, un software desarrollado para móviles que emplea acelerómetros –dispositivos que miden el movimiento y el giro de los personajes de los videojuegos para móviles–, y que permitía a las personas interactuar con su PC personal.
A esta novedosa aplicación suman PyNoki que emplea sensores para enviar datos de forma remota a través de los dispositivos existentes en un móvil; es decir, cámaras, GPS, acelerómetro y micrófonos. “Es capaz de monitorizar a personas mayores o discapacitados para saber si ha tenido una caída o cual es el punto exacto en el que se encuentran en la casa”, concluye. Tecnología puntera que hace fácil y cómoda la vida a las personas con movilidad reducida.