Crean neuronas a partir de otras células del cerebro

Científicos del Centro Helmholtz de Munich, en Alemania, han conseguido convertir unas células del cerebro denominadas células gliales, en dos clases diferentes de neuronas. El logro fue posible gracias a la reprogramación celular, que permitió que las células gliales realizaran sinapsis, de la misma manera que lo hacen las células nerviosas. Este avance podría ayudar en un futuro al desarrollo de tratamientos para curar ciertos trastornos neurodegenerativos, como el Alzheimer. Por Yaiza Martínez.

Un equipo de investigadores integrantes del proyecto de la Unión Europea EUTRACC ha conseguido convertir unas células del cerebro conocidas como células gliales en dos clases diferentes de neuronas.

Según expertos en ingeniería genética consultados por Tendencias21, el gran logro del equipo del Centro Helmholtz de Munich radica fundamentalmente en haber logrado que las sinapsis (uniones entre neuronas) de las células modificadas sean funcionales, esto es, sean capaces de transmitir el impulso nervioso. La identificación de los genes y proteínas responsables del impulso nervioso permitirá que, en poco tiempo, se pueda “crear” tejido neuronal sano a partir de células madre que podrá sustituir al tejido dañado, permitiendo restaurar las conexiones neuronales hasta ese momento inutilizadas.

Este logro, según los autores de esta investigación, podría propiciar importantes avances en el tratamiento de ciertas patologías neurodegenerativas, como el Alzheimer o los derrames cerebrales, publica la agencia de noticias Cordis.

Obtener neuronas a partir de otras células significa por tanto abrir una puerta a la esperanza de todos los familiares de enfermos de Alzheimer, demencia senil, daños cerebrales de cualquier tipo, etc, que ven a sus seres queridos encerrados en un cuerpo sano que se deteriora poco a poco porque su cerebro no “funciona” correctamente.

Células gliales
La células gliales (o glía) son células del sistema nervioso que se encargan principalmente de funcionar como soporte para las neuronas. Además, intervienen de forma activa en el procesamiento cerebral de la información.

Estas células vienen a ser el “pegamento” del sistema nervioso, porque envuelven a las neuronas. Además, las glía proporcionan a las neuronas los nutrientes y el oxígeno que necesitan, separan a unas neuronas de otras, las protegen de patógenos o las eliminan cuando las neuronas mueren.

El presente estudio, dirigido por Magdalena Götz y Benedikt Berninger, del Centro Helmholtz de Munich, en Alemania, se centró en un tipo concreto de células gliales: las astroglía, también conocidas como astrocitos.

Las astroglía son uno de los tipos más comunes de células gliales, y reciben su nombre de su forma de estrella, ya que presentan varias prolongaciones que conforman un entramado de soporte para las neuronas.

Durante el desarrollo embrionario del cerebro, estas células gliales pueden dar lugar a neuronas o, simplemente, entrar a formar parte del entramado en el que las neuronas nuevas se asientan.

Reprogramación celular
Lo que los científicos del Centro Helmholtz de Munich han conseguido es inducir la transformación de los astrocitos en dos tipos de neuronas corticales: neuronas excitadoras y neuronas inhibidoras.

Lo lograron mediante la expresión selectiva de factores de transcripción específicos, proteínas que se unen a secuencias concretas de ADN (ácido desoxirribonucleico) y controlan la transferencia de información genética.

En palabras de los investigadores, publicadas por Cordis, lo que se consiguió fue reprogramar las autoglía o neuronas nuevas, para que éstas desarrollasen sinapsis funcionales. Las sinapsis son las uniones interneuronales, los contactos entre las neuronas, a través de los que se transmiten los impulsos nerviosos.

Así, las autoglía o astrocitos fueron capaces, según el factor de transcripción utilizado, de emitir sustancias neurotransmisoras bien excitadoras o bien inhibidoras, tal y como lo haría cualquier neurona. Los neurotransmisores son biomoléculas que las neuronas generan y que se vierten de una neurona a otra, provocando en ésta última una acción determinada.

Según explican los investigadores en un artículo aparecido en la revista PlosBiology, este logro abre nuevas vías hacia el uso potencial de los astrocitos para la reparación de la corteza cerebral, de daños neuronales causados por enfermedades neurodegenerativas.

Neuronas a partir de otras células
Anteriormente, ya se había anunciado en diversas ocasiones la creación de neuronas o células nerviosas a partir de otras células.

Por ejemplo, el pasado mes de enero, la revista Nature publicó un artículo en el que investigadores de la Universidad de Stanford explicaban cómo habían conseguido convertir fibroblastos (células de la piel) de ratón en neuronas, mediante la identificación de determinados genes que hicieron factible esta transformación. Las células resultantes establecieron conexiones entre ellas, una característica esencial para que el tejido nervioso cumpla sus funciones.

Por otra parte, en 2004, científicos del Sloan-Kettering Cancer Center de Nueva York, lograron crear, a partir de células madre embrionarias, neuronas humanas capaces de segregar dopamina.

Tal y como informó entonces la revista PNAS, de la Academia de las Ciencias de Estados Unidos, este trabajo demostró por vez primera, in vitro, que la evolución de células madre extraídas de embriones humanos se puede dirigir selectivamente para conseguir neuronas.

La importancia de todos estos estudios radica en que estos métodos podrían llegar a ser una alternativa para la consecución de células nerviosas destinadas a tratar diversas enfermedades.

Según los expertos, los enormes avances en medicina en los últimos 25 años, junto con el auge de la investigación a nivel celular, nos han permitido controlar e incluso “acorralar” gran número de enfermedades, como algunos tipos de tumores, enfermedades de tipo congénito, etc, pero hasta ahora cualquier tipo de daño o degeneración neuronal continuaba siendo un obstáculo insalvable.

Fuente: tendencias21.net

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Un sistema que elimina los temblores

Un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha creado un sistema capaz de elmininar los temblores provocados por enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson. El dispositivo identifica cuándo un paciente desea realizar un movimiento y es capaz de estabilizar el brazo para que pueda ejecutarlo.

“Hemos conseguido desarrollar una neuroprótesis que es capaz de identificar si la persona está temblando o no y si quiere ejecutar movimientos voluntarios o no, en cuyo caso, a través de estimulación eléctrica funcional, estabiliza el temblor”, ha explicado José Luis Pons, investigador del CSIC en el Instituto de Automática Industrial y responsable del proyecto.

El dispositivo consiste en un conjunto de sensores que son capaces de medir toda la cadena de generación de movimiento, desde el origen de la ‘orden’ en el cerebro hasta su ejecución. “Usamos un casco de encefalografía que detecta la intención del movimiento del usuario, es decir, cuándo quiere empezar a moverse. Además, tenemos electrodos que miden la actividad muscular de modo que también podemos saber cuándo se está moviendo y, mediante otro tipo de sensores, llamados inerciales, cómo es ese movimiento”, explica Eduardo Rocón, investigador del CSIC también asociado al proyecto.

Existen dos maneras de eliminar el temblor, explica Pons: “Una es estabilizando el brazo, en cuyo caso lo que hacemos es forzar la rigidez del músculo para que sea el propio brazo el que filtre los movimientos temblorosos. La otra forma consiste en actuar en contrafase: si detectamos que el brazo está temblando en una dirección aplicamos una acción que lo mueve en dirección opuesta, de forma que la suma de ambos produzca estabilidad”.

“Actualmente, este tipo de temblores se trata mediante medicación o estimulación cerebral profunda, pero un 25% de los pacientes no responde a ninguna de las terapias, por lo que este sistema proporciona una alternativa para un gran número de enfermos”, continúa Pons.

Un prototipo
“Hemos trabajado con pacientes con temblor causado por diferentes enfermedades y hemos comprobado que la prótesis funciona mejor en el temblor esencial”, ha explicado a ELMUNDO.es Eduardo Rocón. Éste es el tipo de temblor más común y “nuestros resultados son buenas noticias porque es para el que menos tratamientos hay”, añade.

De momento el sistema es sólo un prototipo, aunque los investigadores estiman que a finales de año terminarán las pruebas con pacientes, que se están llevando a cabo en Bélgica, Reino Unido y España. “Aunque es difícil de predecir, porque depende en parte de la reacción de la industria, pensamos que en un plazo de cinco o 10 años puede haber una solución de este tipo en el mercado”, aventura Rocón.

Los resultados obtenidos hasta ahora ofrecen cierta esperanza ya que, “aunque no funciona en todos los pacientes, la neoprótesis es eficaz en el 70%-80% de los casos”, señala este experto. “Aún no sabemos por qué hay fallos, pero lo estamos investigando”.

La neuroprótesis será presentada en Zaragoza los días 19, 20 y 21 con motivo de la reunión informal de ministros de la Unión Europea con competencia en materia de discapacidad, donde se harán además pruebas con pacientes.

Fuente: elmundo.es

Los sensores inerciales miden el movimiento del paciente. Conocer toda la cadena de movimiento desde que se genera la intención en el crebro hasta que realmente se ejecuta permite desarrollar estrategias de control personalizadas.
El casco de encefalografia registra la actividad cerebral y detecta cuándo el usuario quiere realizar un movimiento. Es entonces cuando activa la estimulación eléctrica que eliminará el temblor.

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