No bajar la guardia

En el día nacional del ciudadano con discapacidad
Por: Augusto Álvarez Rodrich
alvarezrodrich@larepublica.com.pe

Un día como hoy de 1980, miles de personas con discapacidad (PCD) marcharon al Congreso para exigir políticas públicas que les den la oportunidad de progresar y de contribuir al desarrollo del país. Desde entonces, el 16 de octubre se volvió el día nacional de las PCD y una oportunidad para recordar la importancia de no bajar la guardia en la lucha por el reconocimiento de sus derechos.

Las PCD en el Perú son el 13% del total, es decir, más de 3.5 millones de personas. De ellas, unos dos millones –los mayores de 15 años– podrían estar en edad de trabajar, pero solo el 36% –unas 720 mil personas– forma parte de la PEA debido a sus propias características personales.

Sin embargo, solo el 6.3% (45 mil personas) tiene un empleo adecuado mientras que el 93.7% (675 mil) están subempleados o desempleados: buscan un trabajo que no encuentran con frecuencia por discriminación, rechazo y exclusión debido a la ignorancia. Esto perjudica a las PCD y también a la sociedad.

Es crucial erradicar estos comportamientos discriminatorios y excluyentes. Por solidaridad indispensable con peruanos a los que no se les debe quitar la posibilidad de una vida con satisfacciones; por la dignidad con que deben vivir; y por el interés de la sociedad, pues dejar de lado la contribución potencial de 3.5 millones de ciudadanos no solo es arbitrario sino absurdo.

Desde 1980, se han conseguido avances relevantes en la ruta de los derechos y las oportunidades para las PCD, dentro de un proceso que continúa durante este lustro político por la actitud del gobierno del presidente Alan García, del Congreso y en particular de parlamentarios como Michael Urtecho.

Por ejemplo, el Banco de la Nación presentará en breve, en Palacio de Gobierno, su nuevo portal web que podrá ser usado por personas con ceguera sin limitación ni ayuda. Así como la tecnología transforma la vida de las personas, también puede acortar la brecha de los ciudadanos con alguna discapacidad.

Sin embargo, todavía es enorme el camino pendiente por recorrer para la defensa de los derechos de las PCD con el fin de ofrecerles oportunidades reales para su desarrollo. Para ello, es indispensable traerse abajo los prejuicios y la ignorancia de muchos. Por ejemplo, del Consejo Nacional de la Magistratura que, absurda y prepotentemente, todavía le niega al abogado invidente Edwin Béjar Rojas el derecho a postular para ser fiscal.

Como el CNM, aún hay muchas entidades llenas de prejuicios que se deben erradicar como parte de un esfuerzo de todos para, sin bajar la guardia, hacer respetar los derechos de las PCD con el fin de ofrecerles la oportunidad de progresar y de contribuir con la sociedad que integran y que con frecuencia los excluyen.
Fuente: larepublica.pe

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