Entregó 70 sillas de ruedas donadas por diversas instituciones de ayuda social
La inclusión social en Perú debe comenzar con las personas con discapacidad, no sólo por cuestiones humanitarias sino también porque el país los necesita, consideró hoy la presidenta del Instituto Trabajo y Familia, Pilar Nores de García, al entregar 70 sillas de ruedas a igual número de beneficiarios de escasos recursos económicos.
“Son un número grande de peruanos que, por algún motivo, han quedado con algún grado de discapacidad y la sociedad debe darles una oportunidad con mayor flexibilidad que la que tienen actualmente.”
Sostuvo que si bien hay normas a favor de las personas con discapacidad, éstas deben ser cumplidas cabalmente por el Estado y la sociedad en su conjunto a fin de lograr su efectiva inclusión social.
“El trabajo de todos sin excepción debe conducir a la inclusión social, empezando por las personas con discapacidad para construir la equidad y acceder a los beneficios de la modernidad, del trabajo y del desarrollo que todos buscamos”, subrayó al enviar un mensaje en víspera de celebrarse el Día de la Persona con Discapacidad.
La presidenta del Instituto Trabajo y Familia entregó 70 sillas de ruedas, donadas por diversas instituciones de ayuda social a igual cantidad de personas de diversas edades en condición de pobreza que viven en la capital.
Estas sillas fueron cedidas por instituciones de ayuda social como la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (24 unidades), la Asociación Stella Maris de la Marina de Guerra del Perú (7), el hospital Cayetano Heredia (10) y la municipalidad de Bellavista (29 ejemplares).
Nores de García refirió que la entrega de estas donaciones se da principalmente en provincias, donde hay poca presencia de este tipo de servicio.
“Es para nosotros una responsabilidad como Instituto Trabajo y Familia velar por la incorporación de las personas con discapacidad a la vida nacional. Y parte de esa incorporación está en brindarles la posibilidad de movilizarse con estas sillas de ruedas.”
Comentó que la silla de ruedas es un instrumento válido que entrega un poco de libertad a la persona para poder trabajar y movilizarse, así como para realizar su propio tratamiento.
“Ahora pedimos que ustedes entreguen todo su esfuerzo y capacidad para el bien de su familia y de la comunidad. La lucha por la inclusión en Perú es muy larga y son muchas las personas que están excluidas, como las personas con discapacidad y también personas como los campesinos andinos, cuya exclusión responde a que no tienen caminos ni acceso a servicios básicos como educación, electricidad o agua potable y saneamiento”, refirió.
Fuente: Andina
miren la verdad esta bien sobre la educacion inclusiva tener los materiales necesarios para trabajar con niños con discapacidad pero donde queda el maestro creo que debe de ser actualizado para poder estar al nivel y cumplr con las necesidaades diferenciales de los alumnos